Desde hace tiempo, la Comisión de Ecología, traccionada fundamentalmente por su presidenta María Julia Bonifacio y por el PRO en su conjunto, viene sosteniendo un proyecto sobre bolsas plásticas de compras, que en sus distintas variantes, mantuvo siempre los siguientes lineamientos: estandarizar las bolsas y que sean de dos colores. Un proyecto con graves errores conceptuales que abre un camino equivocado para abordar la cuestión ambiental.
Comunicado Taller Ecologista
Empecemos por la estandarización. Ésta consiste en obligar a que las nuevas bolsas cumplan con la norma IRAM 13610, que define tamaños y espesores de las bolsas y varios requisitos físicos con sus respectivos métodos de ensayo para testearlas.
Considerando la especificidad de estas bolsas y todo lo que eso significa, es un absurdo poner cada vez más recursos para hacer un poco mejor (o menos peor) un producto efímero y que debería evitarse, en vez de decidirse y realmente reducir el uso de descartables en favor de opciones durables como el bolso de los mandados.
Las bolsas estandarizadas siguen siendo desechables, a lo sumo se utilizan una vez más para sacar la basura y no mucho más. Se siguen poniendo recursos en el lugar incorrecto, en lugar de propender a cambiar nuestros hábitos insustentables de consumo.
Todo se entiende más si seguimos el hilo de cómo surge la norma IRAM 13610. Ésta se origina en una propuesta que la Cámara Argentina de la Industria Plástica llevó al Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) y que resultó en la adopción de la norma en 2009.
Si bien para la industria plástica la estandarización forma parte de una estrategia para supuestamente responder a las preocupaciones acerca de los impactos ambientales de las bolsas descartables, es una respuesta que nada cambia y que desvía la discusión de las verdaderas soluciones. Por el contrario, refuerza y consolida el consumismo al darle un maquillaje ambiental a la propuesta y sostener sistemas productivos y de consumo insustentables.
Finalicemos reiterando lo que ya hemos dicho. La norma IRAM establece tamaños y espesores un poco mayores que en las bolsas comunes. Esto conduce a utilizar menor cantidad de bolsas, pero debido a que cada bolsa contiene más plástico, la cantidad total de plástico usada sigue siendo la misma. Ninguna mejora ambiental, al contrario, tiempo y recursos que se pierden.
En cuanto a la propuesta de entregar bolsas con colores, la justificación sería facilitar la separación de residuos. Es un desacierto ligar el uso de bolsas descartables, algo que se pretende reducir, a la separación de residuos, algo que se quiere promover; implicando mayores dificultades en un futuro para reducir la entrega de bolsas.
Además, hoy las modalidades de separación no requieren ningún color de bolsas para poder separar; en realidad para mejorar la separación en origen se deben fortalecer las campañas de difusión. Entregar bolsas con colores puede llevar a confusiones: por ejemplo a creer que para separar son necesarias las bolsas coloreadas o que basta con depositar los residuos separados en estas bolsas para que luego sean reciclados.
Estos dos aspectos de la propuesta que consideramos erróneos atentan contra el propósito que dicen tener los concejales que es reducir el uso de bolsas descartables y sus impactos ambientales.
En la discusión en el Concejo Municipal, fue sistemático cómo los concejales involucrados atendieron siempre más los planteos de la industria y prestaron poca cabida a las propuestas que hacíamos desde las organizaciones ambientalistas y otras instituciones. Empezando por la misma propuesta de estandarización que no sale de la cabeza de ningún concejal sino de la propia industria.
1 comentario
El tema de as bolsas plásticas entregadas por el comercio es un absurdo desde la perspectiva de los ecologistas que las atacan sin proponer soluciones reales ni lógicas (es absurdo plantear la bolsa de la abuela como solución en un mercado de consumo). Por otro lado el comercio con el miedo de vender menos no quiere cobrar las bolsas y espera que las autoridades le solucionen el tema. Las autoridades por no perder votos tampoco enfrenta el tema adecuadamente.¡Si se cobran las bolsas se logra disminuir su consumo(uso racional), fomenta el reuso pues las bolsas actuales tendrían que competir con la alternativa (TNT o género)
Es solo una cuestión de voluntades que se de una respuesta adecuada.
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