Se estrenó en Rosario la obra teatral El Hijo de Agar, por la agrupación Rosario Imagina. Escrita a comienzos del siglo veinte, plantea la precariedad de derechos de las mujeres de aquel tiempo, la situación particular de aborto, su condena social y religiosa. Una historia con cien años de antigüedad que invita a reflexionar sobre una problemática con plena vigencia.
Por Laura Charro
José González Castillo nació en Rosario en 1885. Fue dramaturgo, director de teatro y letrista de tango, entre otros oficios que le permitieron ganarse la vida, radicado luego en la prometedora Buenos Aires. Entre sus producciones musicales y teatrales escribió en 1915 la obra El Hijo de Agar. Una descarnada historia que muestra el lugar de la mujer en la sociedad, la falta de derechos civiles en relación al hombre, el engaño, el hijo no reconocido, la imposibilidad de decidir sobre la propia vida y el propio cuerpo, el embarazo no deseado.
Nunca más actual, esta historia se reescribe y actualiza mostrando en escena diversas situaciones que rodean la problemática del aborto. Aunque esta palabra no se mencione en toda la obra, se pone en juego la mirada acusadora social, religiosa y política hacia las mujeres de la época, la falta de derechos formales de aquel tiempo y el juicio público y moral que aun hoy persiste.
Lejos estaba José González Castillo de imaginar a un Papa que, un siglo después, permitiese a la Iglesia otorgar un perdón excepcional a las mujeres que decidieron pasar por una situación de aborto, reforzando así el mito de la culpa y el juicio divino, la idea de arrepentimiento, el poder superior de la Iglesia como principio moral que rige sobre nuestros cuerpos y decisiones. Ideas puestas en duda en El Hijo de Agar y tan presentes en los tiempos de Castillo y aún en el nuestro.
Presentada por la agrupación teatral Rosario Imagina, con la dirección de Rody Bertol y Natalia Pautasso y las actuaciones de Soledad Murguía, Juan Nemirovsky, Natalia Trejo y María Eugenia Ledesma, Sebastián Martínez, Sofía Dibidino, Julieta Sciasci y Car Rosso; la obra plantea desde el inicio, un compromiso político y personal de sus actores y actrices con la temática. Previamente a dar sala, con vestuario y maquillaje preparados para salir a escena, manifiestan de forma personalizada: “yo hago esta obra en homenaje a todas las mujeres que murieron por abortos clandestinos”. Una ventana más que se abre, esta vez artística, en torno a una temática y un debate ausente que en la argentina democrática de hoy aun se sabe pendiente.
*El Hijo de Agar – Sábados de octubre, 22hs. Teatro La Manzana (San Juan 1950)