Esta es la frase que ilustra la imagen más nítida de la injusticia. La dijo el papá de la joven desaparecida desde hace más de 3 años, Paula Perassi. Alberto y Alicia, su mamá, se mostraron dolidos pero enteros para enfrentar todo lo que sigue: continúan buscando a su hija y seguirán en la lucha por lograr la condena para los ocho procesados en la causa, cuya prisión preventiva fue revocada este miércoles 19 de agosto por decisión del juez Adolfo Prunotto Laborde. Flavia Campeis estuvo presente en Tribunales y nos comparte su nota.
Por Flavia Campeis para Boletin enREDando
Sala llena. De un lado los familiares de los 8 acusados, del otro, la familia de la joven desaparecida, Paula Perassi, y amigos que los acompañan siempre. Era el mediodía del miércoles 19 de agosto, y todas las partes esperaban la decisión de una persona, el juez Adolfo Prunotto Laborde, quien debía determinar si los ocho acusados del caso Perassi esperarían el juicio en libertad o en prisión, como lo estaban desde hacía cuatro meses.
Los cuatro policías y los tres civiles estuvieron desde temprano sentados contra la pared que da al sur en la sala de audiencia que se encontraba repleta, en el primer piso de los Tribunales rosarinos ubicados en calle Pellegrini y Balcarce. El comisario inspector Daniel Puyol sorprendió a los presentes con su ingreso minutos después que el resto, con chaleco antibala y rodeado por policías del Grupo de Operaciones Especiales(GOE), fuertemente armados.
Después, todo se precipitó rápidamente. Poco más de 3 minutos le alcanzaron al juez Prunotto para determinar que los ocho acusados, a su entender, no son peligrosos procesales y pueden esperar en libertad la llegada del juicio por el caso Perassi, tal como lo pidieron sus abogados defensores, previo pago de fianzas que van de los 30 mil a los 10 mil pesos.
Según figura en la causa, los 3 civiles están acusados de “aborto sin consentimiento seguido de la muerte de la mujer” y a los policías de “encubrimiento agravado por la situación de funcionario público y omisión de los deberes de funcionario público”.
Con respecto a las cauciones que deberán abonar los procesados, el signado como amante de Paula, Gabriel Strumia y su esposa, Roxana Michl, deberán pagar una fianza de 100 mil pesos cada uno. El juez expresó que “deberán comparecer ante el Juzgado de San Lorenzo una vez por semana, fijándose una caución real de cien mil pesos cada uno, previo a que recuperen su libertad, sin perjuicio de las ulterioridades del proceso”.
Mientras que Mirta Rusñisky, la timbuense sospechada de realizar el aborto clandestino, deberá abonar 50.000 pesos.
Por su parte, los cinco policías Gómez, Godoy, Galtelli pagarán fianzas de 30 mil y los jefes policiales Krenz y Puyol de 50 mil pesos.
Todos tendrán la obligación de presentarse una vez por semana al Juzgado de Instrucción de San Lorenzo.
¿Y ahora quién me devuelve a mi hija?
Al finalizar la audiencia, el dolor y la indiginación frente a los Tribunales se vislumbró en los rostros de los familiares y las organizaciones sociales que acompañaron. Una de las primeras palabras que conmovieron a los presentes, fue la de Alicia Ostri, la mamá de Paula, que al salir del recinto, abrazada a su marido Alberto y conmocionada expresó: “¿Y ahora quién me devuelve a mi hija?”.
Abrazados, llorando, acompañados por una multitud que los esperaba fuera de la sala de audiencia, recorrieron las frías escaleras de Tribunales y salieron a la vereda, donde se hundieron en un fuerte abrazo con los presentes y expresaron su dolor, pero también su decisión de continuar hasta las últimas consecuencias para saber qué pasó con Paula.
Alicia rogó “saber a dónde está mi hija para poder llevarle una flor todos los días, pero no tengo esa suerte ¿Qué les digo a los chicos cuando lleguemos a casa?”, se preguntó luego, en referencia a los dos pequeños hijos de la joven desaparecida.
La mujer expresó: “nosotros somos unos pobres laburantes y ellos son poderosos. Lo único que les pido es saber en dónde está mi hija, y después no los molesto más”.
Al preguntarle si no sentía miedo de saber que los procesados estarán en libertad, la madre de Paula aseguró: “no tengo miedo. Ando por la ciudad sin problemas, pero si me llegara a pasar algo, saben muy bien quien fue”.
“Apareció la billetera con dólares y el teléfono político”
Así expresó Alberto Perassi su primera sensación, luego de la decisión del juez Adolfo Prunotto.
También hizo explícita su desesperanza al afirmar que “lo de hoy es un camino más de impunidad de las fuerzas del poder. Apareció la billetera con dólares y el teléfono político. Si no es así, que me lo demuestren”, remarcó, para agregar que “este es el mundo del revés: mientras ellos están en libertad, yo tengo que usar chaleco antibala y estar acompañado por cinco custodios”.
El padre de la joven madre desaparecida el 18 de septiembre de 2011, afirmó luego que la determinación del juez de otorgarle libertad condicional a los implicados, “no solo le cae mal a la familia Perassi, sino a toda la sociedad, pero debemos aceptarlo porque lo resolvió un juez de Cámara”.
En el mismo sentido, Alberto consideró que “si el juez dictó esto, lo tengo que aceptar, no tengo otra posibilidad” y confesó que “hasta hace un momento, antes de ingresar a la sala, apostaba por este juez, pero nunca pensé que iba a llegar a hacer una cosa tan alevosa y tan grave. Esta es la Justicia que tenemos. Me sorprendió muchísimo”, expresó.
En tanto, al ser consultado sobre si cree que los procesados puedan escaparse, Perassi afirmó: “no creo que se den a la fuga porque tienen todo el poder económico y político para estar tranquilos”, y agregó que a los ocho involucrados en la causa “los vi muy sueltos de cuerpo, como que ya sabían lo que iba a pasar”.
Luego, el padre de Paula aseguró que seguirá “peleando junto a la gente que nos ayuda para, al menos, encontrar los huesos de Paula. Solo tengo esperanzas puestas en el trabajo del Equipo de Antropología Forense y en los perros rastreadores”, aseguró, al tiempo que agradeció “a todas las personas que siempre me acompañan”.
“Es más de lo mismo”
Luego de la determinación del juez, José Ferrara, abogado de Perassi dijo: “lo que se resolvió fue prisión preventiva, porque todos los imputados siguen procesados y van a ir a juicio, pero van a estar en libertad esperando el juicio”.
El letrado que trabaja con un equipo de abogados ad honorem para la familia Perassi dijo que “el sistema judicial nos convence una vez más de que solamente está preparado para los marginales y sobre ellos disparan la pretensión punitiva y no sobre los que realmente provocan un perjuicio a toda la sociedad. Cuando se tienen que atacar a organizaciones criminales que generan aún más inseguridad de todo tipo ahí es donde el sistema judicial no actúa. Sobre todo en esta causa en particular donde la indiferencia sobre el sufrimiento de la familia Perassi linda con la obscenidad”.
“Si hubieran sido marginales, ya estarían con prisión preventiva y el fallo hubiera sido irreversible, son personas que han amenazado incluso al juez de la causa”, dijo Ferrara y agregó: “hay algunos que vendiendo dos cubiertas de camión pagan la fianza”. “Estamos hablando de una desaparición forzada de personas y el ámbito no tiene que ser la justicia provincial, sino la federal”, concluyó Ferrara.
Marcha
El día previo a la decisión del juez, el martes 18 de agosto se cumplieron 3 años y 11 meses de la desaparición de Paula Perassi y el pedido que se hizo oír nuevamente fue uno solo y enfático: «justicia».
Durante la movilización, que partió de la esquina de los bancos, pasó por el Municipio y luego por la Jefatura de policía, se oyeron palmas constantes y el grito de justicia. Alberto, tras la marcha, habló a los presentes y dijo: «¿Por qué tanto misterio, por qué la justicia de San Lorenzo obvió este caso, por qué todo esto, alguien algún día me lo irá a poder explicar?»
«Toda mi vida he sido un laburante y todo lo que pido es justicia no solo por mi, por Paula, sino por ustedes», cerró Alberto Perassi. Al día siguiente, la triste noticia la daba el juez de la causa con la revocación de la prisión preventiva para los ocho procesados por la desaparición de su hija.