La hora de juzgar
“Es algo que esperé por muchos años”, aseguró Gladys Cambiaso, hermana de uno de los militantes asesinados en mayo de 1983. Este miércoles se realizó la primera audiencia del juicio por los asesinatos de Eduardo Pereyra Rossi y Osvaldo Cambiaso, en los Tribunales Federales de Rosario. Por las muertes están imputados el ex dictador Reinaldo Bignone, el ex comisario Luis Patti, y el jefe del Destacamento de Inteligencia 121 Pascual Guerrieri, entre otros.
Por Carina Toso
El día del juicio llegó. Fueron muchos los años de espera y lucha para que la causa por las muertes de los militantes Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi llegue al proceso oral. Este miércoles 17 de junio se desarrolló la primera audiencia en los Tribunales Federales de Rosario. Las demoras de siempre para que habiliten la sala y que los acusados se sienten en el banquillo no opacaron el entusiasmo por este momento. “Llegar a este juicio es algo que esperé durante muchos años”, afirmó Gladys Cambiaso, hermana de Osvaldo. Tranquila y llena de paciencia se sentó a escuchar las palabras del Tribunal Oral Federal N° 2 (TOF) integrado por los jueces Omar Ricardo Di Gerónimo, Beatriz Caballero de Barabani, Jorge Venegas Echagüe y Otmar Paulucci.
De los imputados, en la sala estuvieron presentes: Pascual Oscar Guerrieri, Ariel Antonio López, Walter Pagano, Ariel Zenón Porra, Rodolfo Jorge Rodríguez, Juan Andrés Cabrera y Carlos Antonio Sfulcini. El resto presenció la audiencia por teleconferencia: Luis Patti, Reinaldo Bignone y Juan Amadeo Spataro, desde el penal de Ezeiza y Luis Américo Muñoz, desde San Luis. Por su parte, Carlos Lucena no estuvo presente porque aún está pendiente la definición de la pericia en cuanto a su estado de salud.
“Todavía no caigo que estamos en esta etapa, creo que ver a los imputados va a hacer que vaya tomando conciencia de todo”, expresó Gladys, y agregó que el hecho de que quienes están siendo juzgados estén presos por otras causas, le da tranquilidad. Junto con su hermana Ethel, llevan años de caminos transitados para alcanzar este momento. A pesar de los obstáculos que debieron enfrentar, ya están a un paso de lograr el objetivo: la condena a los responsables de los asesinatos de los militantes.
Mientras se desarrollaba la audiencia dentro de los tribunales, sobre el bulevar Oroño varios parlantes replicaban la lectura de los requerimientos de elevación a juicio de la Fiscalía, que está a cargo de Adriana Saccone. El clásico grupo denominado “El Aguante” estaba ahí, como en cada juicio, acompañando.
Esta primera jornada se vio interrumpida por la tarde por la descompensación de uno de los imputados. Según dispuso el TOF 2, el juicio se retomará el próximo miércoles con la continuación de la lectura de los requerimientos de elevación a juicio.
Este juicio oral es el número 17 en el ámbito de delitos de lesa humanidad que se realiza en la provincia de Santa Fe desde 2009, según afirmaron de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Santa Fe.
Los hechos
La causa está caratulada como “Patti, Luis Abelardo y Otros. S/ Homicidio agravado fuerzas de seguridad. Víctimas: Rossi Pereyra, Eduardo Daniel y Cambiaso, Osvaldo Agustín”.
Osvaldo Cambiaso, a quien sus compañeros le decía cariñosamente “El Viejo” o “Cara de Lápiz”, estuvo al frente de la Agrupación Peronista por la Liberación, versión rosarina de Intransigencia y Movilización Peronista (IMP). El 14 de mayo de 1983 Osvaldo salió de su casa de la localidad de Pérez. Subió a su auto, un Fiat 1500, y partió hacia Rosario. Allí se iba a encontrar con Eduardo Pereyra Rossi, “Carlón”, un reconocido integrante de la Conducción Nacional de la Agrupación Montoneros. Pensaban discutir sobre la coyuntura política del momento y la inserción de la fuerza política Intransigencia y Movilización en el proceso democrático.
Ambos estaban dando inicio a su charla en el bar Mágnum, ubicado en Córdoba y Ovidio Lagos, cuando alrededor de las 11 de la mañana un grupo de cinco personas ingresó y los redujeron violentamente, los arrastraron fuera del bar y los subieron a una camioneta. La “patota” de secuestradores estaba confirmada por miembros del Ejército Argentino pertenecientes al Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario.
Los llevaron a un galpón de tornería industrial perteneciente a Maiorano Hnos, una familia conocida en Rosario por sus vinculaciones con el servicio de inteligencia del ejército, según relata un informe de HIJOS Rosario. Durante el tiempo que estuvieron secuestrados los golpearon y torturaron. Horas después fueron trasladados a la provincia de Buenos Aires y entregados a otra patota integrada por Luis Abelardo Patti, Juan Amadeo Spataro y Rodolfo Rodríguez, por entonces funcionarios policiales del Comando Radioeléctrico dependiente de la Unidad Regional de Tigre.
Cambiaso y Pereyra Rossi fueron finalmente asesinados producto de los disparos de arma de fuego que recibieron cerca de la localidad de Lima, sobre un camino rural a dos kilómetros de la ruta Nacional 9. Todo quedó simulado como un enfrentamiento con la Policía.
Durante todo este proceso judicial, tanto la Fiscalía como los abogados de la querella, intentarán demostrar que “las muertes no se dieron en un enfrentamiento armado sino que ambos fueron secuestrados, torturados y asesinados en un operativo conjunto entre el I y II Cuerpo del Ejército”, según expresó Nadia Schijman, una de las abogadas de la familia Cambiaso.
La importancia de este juicio
Las muertes de los militantes se dieron en la decadencia de la última dictadura cívico-militar, casi ante las primeras luces de una democracia que se veía llegar en el deseo de todos.
“Es un juicio importantísimo y emblemático. Fue un caso casi en democracia, a mediados del ’83. Se trata de una causa en donde uno de los imputados fue electo diputado nacional y fue intendente de la ciudad de Escobar”, expresó el Secretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Guido Carlotto, quien estuvo presente en esta primera audiencia por la relación que mantuvo desde la militancia con Pereyra Rossi.
“Fue un compañero, mi jefe, jefe de muchos compañeros que hoy están acá. Queremos que sea un hecho de justicia, que esto no quede en el olvido y que se condene a quienes cometieron estos terribles crímenes”, concluyó.
Fuentes: Telam / Enredando