El galpón ubicado en Pte. Roca y el río, fue parte de las estructuras del ferrocarril, desde donde a comienzos del 1900 partiera la primera línea que unió las provincias de Santa Fe y Córdoba. Hoy allí se alza un almacén de la economía social, gestionado por un conjunto de organizaciones, con criterios justos y solidarios. Un territorio de disputa de sentidos. Un faro entre medio de las lógicas capitalistas que mucho avanzaron sobre la costanera rosarina.
Por Vivi Benito
Por estos días, la vuelta del tren de pasajeros genera expectativas en nuestra región, con la incipiente rehabilitación de algunos ramales, late nada menos que la esperanza de nuevos encuentros. Viajar en tren conlleva algo del sentido de comunidad, la disposición de los vagones -entre otras cosas- posibilita la charla, la ronda de mates, el transcurrir de otros tiempos.
El galpón donde hoy se alza el Almacén de las Tres Ecologías, fue parte de las estructuras de la estación Rosario Central -clausurada y desguasada en 1977-, desde allí partió la primera línea de trenes que unió las provincias de Santa Fe y Córdoba, a comienzos del 1900. Ese viejo galpón hoy vuelve a recobrar algo del sentido de encuentro, de comunidad.
“Nosotros entendemos que este es un local de distribución solidaria, o sea que el productor le pone precio al producto y luego cobra ese precio, solamente se agrega un porcentaje que es para el sostenimiento del mismo almacén. No va al bolsillo de quienes están atendiendo ni a otras organizaciones. El valor por ese objeto lo cobra el productor”, nos explica Stella Orzuza, trabajadora de la economía social, referente de Mercado Solidario, organización nucleada en la Red de Comercio Justo del Litoral.
La economía social es esencialmente comunitaria, se construye en base a la confianza, al intercambio de saberes y prácticas. Sobre los principios de la solidaridad y la complementariedad, por eso sus hacedores/as hablan de una “economía del encuentro, de la emancipación”. Puede que esté demás aclararlo, pero trabajar con criterios justos y cooperativos en el marco de un sistema capitalista voraz, resulta siempre un camino sinuoso y cuesta arriba.
¿Acaso no es en los vínculos donde se teje el entramado social?
Al conjunto de organizaciones que hoy gestionan el Almacén, les llevó más de dos años lograr la aprobación de su proyecto por parte de la Municipalidad. La bellísima zona ribereña donde está ubicado ha sido y es un territorio de permanente puja de intereses. Vale citar, en este sentido, el cuestionado proceso de reconversión y privatización de la costa rosarina, a través del cual la Municipalidad profundiza el modelo “Puerto Madero”, transformando antiguas zonas de muelles y terminales portuarias en modernos espacios urbanos de alta gama.
Pero en este caso, y por primera vez, la gestión del espacio la ganó un proyecto con bases solidarias.
“Durante años el lugar fue un territorio de disputa, tanto dentro del gobierno local, de referentes del empresariado rosarino y miembros de organizaciones de la economía solidaria. Pasó por un proceso largo y complejo. Nuestro proyecto como Red, es el que finalmente tuvo cauce. Partimos de pensar que si se trata de un espacio público, que está ubicado en un lugar privilegiado de nuestra ciudad, donde circula un público amplio y diverso, lo interesante es que fuera gestionado por el conjunto de organizaciones que sostienen a la economía alternativa en Rosario. No dar lugar a la competencia entre nosotros, sino pensarlo para todos, que es la mejor manera de darle contenido a esta economía del encuentro, de la solidaridad, emancipatoria”, analiza Valeria Luccini, compañera Stella, también integrante del Mercado Solidario.
Los colores que hoy visten al Almacén serían diferentes, tal vez más tenues, si éste hubiera sido montado de un día para otro por parte de un grupo inversor, pero llevan la luminosidad del trabajo compartido entre muchas manos: “Previo a la inauguración nos dedicamos a armar estanterías, reconstruir los muebles, pintar, colocar vidrios, puertitas. Entre nosotros, con parientes y amigos que venían a dar una mano. Y ese mobiliario se llena con la puesta de las organizaciones de las dos redes, y de las redes que confían en nosotros, que enviaron los productos de manera voluntaria, sabiendo que no recibirían un pago al contado, sino después de vendidos los productos. Tenemos vinos, yerbas, harinas, miles, dulces, porotos, cestería, ropa, libros, juguetes”, describen Stella y Valeria más que entusiasmadas.
Las organizaciones que forman parte de la Red de Comercio Justo del Litoral -Almacén Ambulante (La Asamblearia, Granja Agroecológica La Verdecita, Mercado Solidario, Centro Ecuménico Poriajhú), llevan más de una década trabajando a partir de criterios solidarios. Este nuevo punto de venta, estratégico, se presenta como una posibilidad para el cambio de escala en la producción.
“Una propuesta de este tipo, basada en la confianza y complementariedad, solamente la pueden sostener redes que ya vienen trabajando juntas, que nos conocemos y que por lo tanto, podemos hacer este tipo de apuesta, que en escala es mucho mayor de lo que significa mantener los pequeños almacenes de comercio justo”, analizan las compañeras.
“Ningún feriante solo y por separado podría sostener un proyecto así, por eso también es un desafío que se le propone a la Municipalidad para que pueda participar, y para nosotros sería un crecimiento muy importante, para toda la economía solidaria de la región, poder propiciar la federación de nuevas organizaciones”, proyectan las trabajadoras de la Economía Social.
A un costado de los viejos rieles de la estación Rosario Central, en este antiguo galpón del ferrocarril, redes de organizaciones sociales están reconstruyendo el sentido de encuentro y de comunidad. Trabajo indispensable, más aún en estos tiempos de iphone, smartphone, ipad y demás tecnologías del desvínculo.
Tres dimensiones: social, subjetiva y ambiental
El nombre del local alude al título de un texto escrito por el filósofo Félix Guattari a fines de la década del 80. “Guattarí conjuga tres niveles que nos interesa desarrollar y profundizar, que tienen que ver con el concepto más tradicional de ecología, vinculada al cuidado y respeto de la naturaleza que se expresa en nuestras producciones y por supuesto en las producciones campesinas e indígenas. La ecología también pensada en cuanto a las relaciones sociales, y con la construcción subjetiva. Buscar la transformación subjetiva y colectiva en esta dinámica de trabajo es para nosotros un horizonte y desafío”, nos explica Stella. (Descargar libro de Felix Guattarí)
El Almacén de las Tres Ecologías, ubicado en Pte Roca y el río Paraná, es gestionado por la Red de Comercio Justo del Litoral y la Red ENES (Encuentro Nacional de Economía Solidaria), funciona los viernes, sábados, domingos y feriados, de 16 a 21 hs, es también un espacio de reunión y de convocatoria a seminarios, talleres y ferias. El convenio firmado con la Municipalidad le permitirá la Cesión de Uso del galpón por un lapso de tres años.
Contactos:
almacen3ecologias@gmail.com
comerciojustolitoral@gmail.com
3 comentario
felicitaciones rosarinos!!!! quiero uno en mi barrio semejante gestion! y orgullosa por rosarina y por que mi hermana trabaja en ese proyecto!! hay futuro gente con sumo responsable!
mis mejores deseos!
Soy de la ciudad de Roldán y un domingo volviendo con mi familia de la Isla de los Inventos me encontré con el almacén y quedamos maravillados de los productos, la atención, la ambientación, la disposición de cada una de las cosas…Felicitaciones por este gran logro!! Ojalá existan más almacenes así.
q felicidad estar unidos ¡¡ esperamos estar conectados aqui dejamos nuestro contacto
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