Rosario con Ayotzinapa
A seis meses de la desaparición forzada de 43 estudiantes de Ayotzinapa en México, en Rosario se realizó una Acción Global junto a las Madres en la Plaza 25 de mayo. Una mística, una ronda y las palabras de Chiche Massa y Norma Vermeulen sumándose a una vital consigna: «con vida se los llevaron, con vida los queremos». El apoyo internacional para las familias de los jóvenes estudiantes. Allí estuvo enREDando.
Por María Cruz Ciarniello
Seis meses de impunidad y seis meses de silencio.
La mirada de una mamá o la voz pausada de un padre que busca a su hijo es un puñal que se nos clava en la ausencia. ¿Dónde están? se pregunta el mundo. El Estado calla porque el Estado es responsable.
A seis meses de la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa nada se sabe de ellos. La consigna es vital: con vida se los llevaron y con vida los queremos.
El 26 de marzo se realizaron acciones globales en diferentes ciudades del mundo. Acompañar, apoyar, reclamar y trascender las fronteras mexicanas es una tarea que se dan los movimientos sociales en México y más allá también. El internacionalismo se vuelve fundamental para continuar con la búsqueda de los 43 jóvenes estudiantes campesinos del Estado de Guerrero. Para romper con la impunidad y el silencio oficial.
Rosario con Ayotzinapa convocó a una singular actividad en la plaza 25 de mayo y junto a las Madres, justamente el día en que ellas rondan desde hace ya 39 años. Esta vez, la tarde otoñal tuvo otro marco.
En el centro de la plaza se colocaron 43 fotos con los rostros de cada uno de los jóvenes desaparecidos. Al pie de cada pancarta, una vela comenzó arder al caer el sol. Los pasos se hicieron lentos pero firmes. El grupo que acompaña cada tarde a nuestras queridas Madres comenzó a girar mientras ellas miraban un video que grabaron los familiares en México: el mensaje era de ayuda y acompañamiento. “No nos dejen solos”, dicen desde la tierra azteca. Y la voz estremece.
Ellas -las locas de la plaza- salieron en plena dictadura militar a pedir por sus hijos. Y era la misma consigna, recuerda Chiche Massa.
-Nosotras pedíamos lo mismo-, dice como si la memoria la volviera tras sus pasos, en ese eco de desesperación que hoy, en Ayotzinapa, ahoga con furia.
Iván Torres Leal es mexicano y militante de la organización el Caleidoscopio de Ludueña. “Las Madres de Plaza de Mayo han sido una fuente de inspiración a la lucha de los familiares de desaparecidos de Ayotzinapa. Creemos que ellas crearon un precedente de una forma de militar que es a través de la digna rabia y es lo que están haciendo ahora los familiares. Todo está enlazado en una misma causa, y creemos que es la misma situación, es la forma de control de los territorios que se está dando. Antes, fue en el marco de un control militar y ahora es un control paramilitar pero ambos tienen la complicidad del Estado, el narcoestado en este caso”.
Sus palabras son contundentes. Para Iván, los hilos de una misma historia se unen más allá del tiempo. Su tierra le duele porque allí la impunidad es estructural.
“El Estado está buscando convencer de que murieron. Su política es de muerte y en vez de estar buscando la vida, busca la muerte, inventando testigos para garantizar esta hipótesis. El procurador tuvo mucho desacrédito, y lo único que han intentando es demostrar que los jóvenes fueron asesinados como una forma de desdeñarse ellos de la complicidad y aducir todo al narcotráfico. Los padres tienen otra visión. Ellos desacreditan esa versión y responsabilizan al Estado. Ellos piden al Estado que los entreguen y eso es totalmente diferente. Y además, los padres están organizados y están hermanando movimientos sociales para encauzar la lucha, por ejemplo con el zapatismo. Se está intentando hacer una fuerza mutua con una lógica de articulación”.
La sociedad mexicana lentamente comienza a reaccionar. El hartazgo parece romper con el aislamiento. “Nunca se había visto tanta gente opinando y desacreditando a un gobierno. Antes la gente terminaba siempre agachándose o resignándose a los gobiernos; pero mucha gente está criticando y poniendo el dedo en la llaga sobre Peña Nieto principalmente, y sus formas turbias de ejercer. Aunque todavía sigue el miedo, están los que denuncian pero aun tienen miedo de buscar otras formas de organización social, de entender la política o el gobernar desde otro lugar. Están apelando a un sistema electoral igual, que vuelva a reproducir las cosas y más en este año, que es un año electoral donde se van a elegir diputados federales y muchas presidencias municipales, incluyendo la de Guerrero. Electoralmente, están buscando los réditos. El Pan –es el partido menos involucrado entre comillas- está buscando posicionarse, pero sabemos que todos son parte de este mismo juego que ha generado este status de violencia. El número son 43, pero simboliza una cantidad mucha más grande”
La aparición de fosas comunes y cuerpos incinerados provoca estupor.
-Buscando 43 desaparecidos encontraron cientos,- señala Iván con indignación. – Se habló incluso de una fosa de inmigrantes y nadie había dicho nada al respecto, y ahora los colectivos de inmigrantes están uniéndose con los padres de Ayotzinapa y tomando fuerza.
Para Iván “el intercionalismo es fundamental”. “Ha sido la fuerza de los movimientos sociales. Ahora queremos que la gente se sensibilice viendo la movilización que hay en Mexico y queremos enlazar desde Rosario lo que se hace en México y viceversa. Queremos que las Madres puedan ver lo que grabaron las familias e intentamos que los estudiantes puedan venir para acá y que puedan juntarse con familiares de víctimas para comprender juntos que la lucha es la misma, la de Jere, Mono y Patom, la de Mercedes Delgado, somos víctimas de la narcoviolencia y del control de los territorios”.
Sobre el final de la tarde, las Madres bajo la alumbrera de cada una de las velas, le hablaron a esas otras madres que buscan a sus hijos con vida.
“Cuando nos pidieron si era posible que después de la ronda hiciéramos este homenaje, dijimos cómo nos vamos a negar, si es una tragedia que ellos viven hoy y nosotras la vivimos viviendo desde hace 38 largos años. La lucha que se parece a la nuestra, hasta la consigna que ellos cantan fue el lema que durante muchos años nosotras cantábamos en nuestras marchas, hasta que tuvimos que convencernos que con vida ya no los íbamos a encontrar a nuestros hijos y entonces, los tenemos presentes luchando por ellos, manteniendo su memoria, exigiendo que sean los represores castigados. Hemos conseguido que los juicios se hagan, y queremos saber por qué los llevaron. Nos adherimos las Madres a la lucha de México de corazón. Le decimos que luchen, que la única lucha que se pierde es la que se abandona. A nosotras nos costó y recién ahora estamos juzgando a los represores y que la argentina toma conciencia que lo que estas locas de la plaza decían hace 30 años era verdad”.
El mensaje de Chiche Massa, y de las Madres de la plaza 25 de Mayo, tiene el retoño de la verdad y la memoria. Sus palabras ya están cruzando los territorios para llegar hasta las familias de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
La mística, preparada por Iván, comenzó con el conteo de los 43. Al final, gritamos ¡justicia! con las manos en alto, con velas prendidas, y con la luz de los ojos de Chiche y Norma viajando hasta México.