Asamblea popular en el barrio
Vecinos y vecinas se reunieron en una asamblea popular para profundizar el reclamo por la precaria situación de determinadas zonas del barrio. Calles anegadas por el barro y esquinas infectadas por basurales, son la imagen fiel de una histórica demanda sin respuestas.
Por Martín Stoianovich
Eladio tiene 56 años, de los cuales 32 lleva viviendo en la misma casa de Villa Banana, sobre calle Ocampo entre Río de Janeiro y Lima. Cuenta que llegó de joven desde Chaco y que, aunque le costó mucho esfuerzo, pudo acomodarse. Su historia es similar a la de muchos de los vecinos del barrio que en la tarde de ayer se reunieron en una nueva asamblea popular para debatir sobre las necesidades de todo el vecindario. Esta vez fue sobre una demanda que se sostiene hace varios años pero que todavía no tiene respuesta. Al menos ocho cuadras, la mayoría de ellas rodeadas por las arterias Presidente Perón, Avellaneda y 27 de Febrero, permanecen históricamente sin pavimentación y con un basural que crece a pesar de los reclamos.
El plano de la ciudad que el gobierno municipal muestra en su sitio web, especifica que las calles en cuestión están “estabilizadas”. Sin embargo, un recorrido por las calles Ocampo y Cuenca (de Lima a Río de Janeiro), y Valparaíso (de Perón a Rueda), deja ver la realidad que no muestran los mapas oficiales. La tierra ablandada por la lluvia forma pozos que se llenan de agua y barro. Las pocas veredas de las viviendas, construidas por los propios vecinos, están invadidas por el barro.
Algunos vecinos, como Elsa que hace más de treinta años vive en el barrio, tiran escombros sobre la calle en las cercanías de sus casas para que los vehículos que pasan no profundicen los pozos y no se queden atascados. Otros, ponen tarimas de palet para unir las calles con las veredas porque el paso está totalmente anegado. En las últimas semanas la situación se profundizó cuando, al comenzar las obras para la instalación de cloacas, se removió toda la tierra y ni siquiera se afirmó. Con las lluvias recientes, la imagen que se vio ayer fue la postal del reclamo: vecinos haciendo malabares para poder circular por su barrio.
Amanda, una vecina que representó al barrio en el Centro Municipal de Distrito Oeste a través del Presupuesto Participativo, cuenta que hace algunos años fue aprobado el proyecto de pavimentación pero que sin embargo ni de esa manera pudieron obtener un avance. Por ese motivo fue presentado un pedido formal dirigido a Gustavo Sader, director del CMD Oeste, que lleva la firma de 99 vecinos. “Exigimos a la municipalidad de Rosario, en forma urgente, la pavimentación de las cales Valparaíso desde Rueda hasta Avenida Presidente Perón, y Ocampo desde Río de Janeiro hasta Lima”, expresa en un principio la carta. Luego afirma: “En lo que respecta al anegamiento de las calles antes mencionadas, nos vemos imposibilitados de transitar libremente, tanto a pie como con cualquier tipo de vehículo cada vez que se producen precipitaciones climáticas”. Expresando la urgencia del reclamo, marcaron un plazo de siete días para obtener respuesta. En caso de que no aparezcan, avisan: “Tomaremos las medidas necesarias para visibilizar y resolver estos problemas que tanto nos aquejan desde hace décadas”.
De la misma manera, la asamblea popular del barrio también considera urgente una solución sobre el problema que genera la permanencia del basural que se encuentra en la intersección de Valparaíso y Ocampo. Allí, empresas de la zona y algunos vecinos llegan para tirar sus residuos. “Estamos viviendo una situación apremiante en lo que respecta a ‘la cuestión sanitaria’, ya que el basural existente genera condiciones insalubres para quienes vivimos en inmediaciones del mismo”, expresa el pedido escrito. La preocupación también nace por el constante contacto de los más pequeños con los residuos, que varían desde autopartes hasta medicamentos y jeringas.
A través de la asamblea popular, de la que también forma parte la organización social Causa, los vecinos de Villa Banana pudieron formalizar demandas que como resultado del esfuerzo colectivo tuvieron respuesta, aunque no del todo sólidas. Así, donde antes no había luz, ahora hay pero en una situación precaria sobre la cual también se reclaman mejorías. Donde antes no había cloacas, ahora se están construyendo, aunque con otros problemas como consecuencias. La realidad del barrio es la de muchos otros de la ciudad, donde las respuestas por parte de los gobiernos llegan como pequeñas soluciones que apenas alcanzan a emparchar las necesidades básicas que sí están cubiertas en los planos céntricos de esta contrastada Rosario. Los vecinos saben que las soluciones concretas tardarán en llegar, por eso, mientras se reúnen en la asamblea, también organizan jornadas de trabajo para intentar sobrellevar la situación del basural hasta que aparezca una reparación definitiva.
Entre los comentarios de los vecinos y vecinas sobresale el tema de la campaña electoral. Saben que aprovechando este período es probable que las respuestas estén más cerca. No hay ingenuidad en los antiguos habitantes del barrio que han visto desfilar cientos de candidatos en los últimos años en fechas cercanas a las elecciones. Sobre Avenida Presidente Perón, entre los tantos carteles partidarios sobresale el de Miguel Zamarini como candidato a concejal por el partido socialista con el lema “Por los barrios, por Rosario”. Sin embargo, a más de 25 años de gestión socialista en la ciudad, Villa Banana continúa ausente en la agenda política. La pulcra camisa blanca que luce el candidato en su campaña, contrastará con los zapatos embarrados de las doñas hasta que, de una buena vez, se dé lugar a sus demandas.
Plano del gobierno municipal que detalla el estado de las calles rosarinas (Click para agrandar)