La jueza Carina Lurati confirmó la prisión preventiva del acusado como autor del asesinato de la militante social en enero de 2013. Luego de haber estado prófugo por veinte meses, Héctor Riquelme continuará detenido y procesado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por tentativa de homicidio doblemente agravada.
Por Martín Stoianovich
Quizás Héctor Riquelme esté arrepintiéndose por haberse dado a la fuga cuando fue señalado como autor del asesinato de Mercedes Delgado en enero de 2013. Sucede que la jueza Carina Lurati dio cuenta de este detalle para finalmente rechazar la apelación de la defensa del procesado sobre la prisión preventiva que le fue asignada en diciembre de 2014. En la primer audiencia oral por la causa del crimen de la militante social de barrio Ludueña, se expusieron las posturas de las partes para que luego la magistrada considere la “seria probabilidad” de que Riquelme vuelva a fugarse, poniéndose en riesgo su juzgamiento.
Si bien la audiencia oral estaba destinada a la apelación de la prisión preventiva dictada a Riquelme, hubo momentos en los que se evidenció la intención de minimizar la responsabilidad del imputado, cuando la defensa, representada por José Ferrara y Rodrigo Mazzuchini, cuestionó implícitamente la figura de procesamiento. Según los abogados de Riquelme, la muerte de Mercedes Delgado está enmarcada en un acto de legítima defensa en el cual no existió la intención de asesinar a la mujer. De acuerdo al argumento de Mazzuchini, Riquelme disparó a los agresores para proteger a su familia y los niños que había en su vivienda. En este sentido, la estrategia del letrado consiste en suponer que hay un error a la hora de procesar a su defendido por “homicidio agravado por uso de arma de fuego” y que por el contrario la figura de exceso de legítima defensa no comprendería la prisión preventiva.
Pero esta etapa de la causa no es la instancia precisa para detenerse en la figura sobre la cual se procesa a Riquelme. “Está enmascarando una apelación de procesamiento”, afirmó Lurati como respuesta a la exposición de Mazzuchini. La defensa sólo debía limitarse a apelar la prisión preventiva que recayó sobre Riquelme cuando fue detenido en la ciudad de Santa Fe en septiembre de 2014, luego de haber estado prófugo por veinte meses. Finalmente, en los últimos días de diciembre pasado, la jueza Irma Bilotta, de Instrucción Nº 10, confirmó el procesamiento que en su totalidad incluye “homicidio agravado por uso de arma de fuego y tentativa de homicidio agravado por uso de arma de fuego y participación de un menor de edad”. Esta última figura, que comprende la tentativa doblemente agravada, es un detalle que no fue tenido en cuenta por la defensa a la hora de apelar, pero que sin embargo es también un argumento por el cual Riquelme continuará detenido.
A la versión de los defensores del imputado la contradijeron el fiscal de Cámara Guillermo Camporini, y el abogado Ricardo Lamas como querellante y representante legal de Juan Ponce, hijo de la víctima. Camporini explicó que el relato de la defensa no se ajusta a la realidad en cuanto a la versión de que Riquelme disparó desde su casa respondiendo a agresiones. Para esto, citó a un testigo que declaró que en determinado momento del enfrentamiento hubo un cese, y que fue reanudado por el propio Riquelme, quien en de un instante a otro disparó una de las balas que mató a Mercedes Delgado. “En ese momento supo que alguno de esos disparos podrían terminar con la vida de una tercera que nada tenía que ver con el asunto, y al haberlo asumido debe responder por el delito de homicidio”, justificó el fiscal. Por otro lado, hizo mención a la “actitud ante el delito” por parte de Riquelme, haciendo referencia a la fuga y al peligro que corre el procesamiento en caso de que se retire la prisión preventiva. “Hizo todo lo posible para substraerse al proceso durante un año y ocho meses, con lo cual entendemos que existe peligro de fuga y sería un desatino su soltura”, argumentó Lamas por su parte.
“El hecho de haber sido buscado tanto tiempo, coloca una seria probabilidad de que el señor pueda ausentarse de manera tal que no pueda ser factible su juzgamiento”, sintetizó la jueza Lurati al momento de confirmar la prisión preventiva de Riquelme. Además explicó que no están dadas las condiciones de pruebas para establecer la revisación del procesamiento, por el cual podría recibir una condena “ampliamente mayor a los 25 años”.
Luego de la audiencia, Juan Ponce manifestó su tranquilidad por la decisión de la jueza y sostuvo: “Estamos esperando llegar a juicio y que se lo condene como tiene que ser. Vamos a tratar de llegar a la mayor cantidad de años porque a Mercedes no la devuelve nadie. Seguiremos peleando, no bajaremos los brazos y nos verán todos los días en la calle pidiendo justicia”. En las escalinatas de Tribunales Provinciales, las organizaciones sociales que acompañan la memoria de la militante social aseguraron que seguirán reclamando justicia por “la Mecha de los barrios”.