enREDando se acercó a dialogar con la agrupación de capoeira Terreiro Mandinga de Angola que desde hace diez años difunde la conciencia negra en Rosario. Comenzaron haciendo capoeira en la placita del barrio La Sexta. «Queríamos nosotros continuar esta práctica con los más chiquitos para poder sacarlos de la calle, abrir otros caminos, buscar otra salida”, cuenta Javier Balda, profesor y miembro del grupo desde sus inicios.
Por Malena Montenegro
“El Capoeira es una expresión y un arte de lucha que viene de Brasil y tiene mucha influencia de los esclavos traídos de África. Hay varias teorías sobre su origen, no hay una sola versión”, empieza a explicar Javier Rulo Balda, profesor y miembro, desde su inicio, del grupo de Capoeira rosarino “Terreiro Mandinga de Angola”.
Desde hace 10 años, organizados en escuela taller, sostienen la transmisión de esta tradición que combina movimientos, música y cantos históricos. “Nuestro profesor original es Cipó, (este sería su “apellido” – sobrenombre – en brasilero), Juan Pablo Cruciani y vino desde Buenos Aires, a nuestra ciudad en el 2004; a su vez, él tomaba clases con el maestro Mestre Pedrinho, quién trajo el Capoeira de Angola de Brasil hacia nuestro país. Pedrinho finalmente se vino a vivir a Rosario y empezó a dar clases acá”, relata Javier. De esta manera se fue conformando el grupo de Capoeira que en sus inicios se reunía en el Centro Cultura El Ojo Blindado. “Era un lugar donde se daban clases de danza afro, Tela, percusión y diversas manifestaciones artísticas; ahí fuimos creciendo, cambiando de integrantes, algunos seguimos incluso, desde aquellos primeros momentos”, agrega Javier, luego de dejar preparado los instrumentos para la clase de Capoeira de los más pequeños.
Haciendo un poco de historia, yendo a los años entre 1580 y 1710 se puede relacionar esta manifestación con los Quilombos de Palmares en Brasil: poblados de ex esclavos negros que huían de las plantaciones y se organizaban en zonas montañosas inaccesibles para el poder colonial portugués. Al respecto Javier Balda narra que “el Capoeira de Angola surge en estos lugares para que los negros pudieran defenderse de los ataques de los portugueses – y continúa – “ hay gente que dice que tiene influencia también, de los guaraníes ya que la traducción haría referencia al “mato ralo” (matorral al ras), porque los esclavos cortaban de forma circular las cañas y ahí adentro hacían el Capoeira de manera de que no pudieran ser vistos desde afuera, por eso, algunos movimientos son bien desde abajo y a veces imitaban una danza para despistar a los blancos”.
Más tarde, el Capoeira se liga al malandraje. “Sería una historia similar y paralela a lo que fue el tango acá en Argentina, al malandraje del tango que estuvo prohibido, que era del malevo, de prostitutas y de marineros” – cuenta Balda y agrega – el Capoeria se hacía en el puerto, en el mercado, era de los negros, era secreto y estaba prohibido; por lo tanto se apresaba a aquellas personas capoeirista; entonces, al ser secreto se mantenía un código para cuando aparecía la policía: se miraban, hacían un toque de birimbao y empezaban a bailar o zambar para disimular”. Esto fue así hasta que, recién en 1934, se permitió el Capoeira (la esclavitud en Brasil se abole en 1889).
Capoeira en la calle
“Surgió como iniciativa nuestra, en el barrio República de la Sexta, yo vivía cerquita, y otro compañero también, hacíamos siempre roda en la placita de la sexta y a los pibes les llamaba mucho la atención – dice Javier al recordar la experiencia y agrega – pensamos en su momento que estaba bueno armar capoeira con los chicos, ya que originariamente esta expresión tiene que ver con esto de transmitirlo sin cobrar nada a cambio. Por ejemplo, el Mestre Pedrinho nunca cobró en Río de Janerio por dar Capoeira; entonces queríamos nosotros continuar esta práctica con los más chiquitos para poder sacarlos de la calle, abrir otros caminos, buscar otra salida”.
Por otro lado Terreiro Mandinga de Angola conformado por hombres y mujeres (adultos y niños), tiene diversas presentaciones: “a veces nos invitan para tocar con la orquesta de birimbao: instrumento típico, hecho con un arco y un alambre que tiene una caja (una calabaza), que se toca con una baqueta y con una piedra”, explica Javier
Al mismo tiempo los Terreiros realizan presentaciones de estilo show para algunos boliches pero siempre van variando las actuaciones según el tipo de invitación que reciben.
Conciencia Negra
El 20 de noviembre es el día de la Conciencia Negra y para recordar esta fecha el grupo llevó adelante la 5ta jornada abierta al público donde la gente, durante todo el día, se pudo acercar al Centro Cultural Isrraelita, sitio donde actualmente practican Capoeira. “Esto tiene que ver con una fecha de Brasil, es el día en que mataron a Zumbí, un General que muere sobre el final del Quilombo de Palmares, él nunca no se entregó, estuvo prófugo mucho tiempo, atacaba a portugueses en guerrilla y finalmente lo atrapan – dice Javier Balda y continúa – nosotros conmemoramos el día de la Conciencia Negra desde nuestros inicios, al principio hacíamos siempre una roda de Capoeira, un toque de tambor, pero desde hace 5 años invitamos a otros grupos que nosotros consideramos que están en el mismo camino con respecto al trabajo de la cultura latinoamericana en general; porque la idea es compartir, difundir, que haya encuentro.
Por eso participaron distintas bandas de música como: Ahí Na Má; Candombe Refinería; Semilla Negra y Mamita Wata.
Algo que destacan con alegría los integrantes de Terreiro es la visita que Mestre Pedrinho hizo a Rosario para esta fecha, ya que con él renuevan la reflexión sobre la tradición de esta expresión negra, el Capoeira.
Pensar esta manifestación como un juego es la esencia que permite mantener encendida la historia de los esclavos. Si bien, a simple vista puede resultar así, siempre es un canto, es música y cuerpo que busca decir, luchar. “Cuando hacemos las rodas expresamos risas, enojos, por momentos parece que peleamos, pero lo que hacemos es un juego, lo que puede simular un combate puede ser a nivel estrategia, energías, habilidades, movimientos y canciones, combinado con actuación, porque uno se hace el que está lesionado (esto sería lo que se denomina mandinga) – aclara Javier y dice – en sus orígenes los capoeiristas usaban navajas para defenderse, porque muchos venían de las favelas, pero en las escuelas nuestras, en las rodas, la idea es que sea siempre un juego, aunque sin dejar de aprender los saberes que tienen que ver con su tradición.
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Entrenamiento
Las clases de Capoeira están organizadas en tres instancias: movimientos, la parte de toques (música con instrumentos que acompaña estos movimientos), y la parte de cantos. Todos pasan por las tres clases, y no importa ni la destreza física, ni la edad que tenga cada uno para empezar a formar parte del grupo. Por eso Javier aclara que tiene “clases para chicos y para adultos pero en las de adultos no hay límites de edad ni condición, ni estado físico: damos 2 veces por semana acá (Centro Cultura Isrraelita de calle 9 de julio 659) los lunes y miércoles de 19:30 a 21:30, y para chicos los miércoles de 18:30 a 19:30. Después en Tocolobombo los viernes de 14 a 16:30.
1 comentario
Quisiera saber si hay alguna película sobre la capoeria…muchas gracias!
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