Instantáneas (Día 3)
Policías y vecinos declararon ante el tribunal durante el tercer día del juicio por el triple crimen de Villa Moreno. A pedido de la fiscal Nora Marull se reprodujeron escuchas telefónicas que complican a los acusados.
Por Vanina Cánepa
Durante la tercera jornada del juicio por el triple crimen de Villa Moreno declararon como testigos varios policías y vecinas del lugar que recordaron los sucesos de aquel 1º de enero de 2012 en el que fueron asesinados a sangre fría Claudio “Mono” Suárez, Jeremías Transante y Adrián “Patom” Rodríguez en la canchita de fútbol ubicada en Dorrego y Presidente Quintana.
Vestido de uniforme policial ingresó a media mañana Abel Santana, quien por 2012 se desempeñaba como titular de la comisaría 15ª que intervino en la pesquisa del crimen. El comisario detalló que tras el hecho, la policía logró ubicar a Marcelo “Moki” Suárez, primo del “Mono” y único sobreviviente de la masacre, para que preste declaración sobre lo ocurrido. Santana relató que en un principio y por temor a represalias “Moki” no personalizó a los autores del ataque aunque puntualizó que al día siguiente se animó a hablar y mencionó a Sergio “Quemado” Rodríguez como uno de los agresores. “Lo describió como un hombre petiso, de unos cuarenta años y de contextura robusta”, cuenta Santana y recuerda que el joven pudo identificarlo luego de mantener una conversación con su primo, Iván Oliva, quien lo ayudó a deducir de quién se trataba por las características físicas aludidas. Cabe mencionar que por la tarde se presentó ante el tribunal el propio Oliva para reconfirmar esos dichos.
El policía también habló del allanamiento realizado en la casa del principal sospechoso. Recordó que el “Quemado” no se encontraba en el hogar y que un vecino les informó que se había retirado una hora antes con su pareja en un Ford Focus. “Me dijo que habían salido con muchos bolsos, que se fueron rápido como si abandonaran la vivienda o se fueran de viaje”.
Por la tarde el tribunal retomó la audiencia con la presencia de Ernesto Chamorro, quien al momento del triple crimen se desempeñaba como jefe de la sección Homicidios de la policía de Santa Fe y participó activamente en la investigación de las escuchas teléfonicas a los acusados.
Con la reproducción de algunos fragmentos de las grabaciones solicitadas por la fiscal Nora Marull, el uniformado acreditó una de las escuchas que daba cuenta de una conversación entre el acusado Mauricio “Maurico” Palavecino y el “Quemado”, mientras éste último permanecía prófugo en la localidad entrerriana de Santa Elena. En esa charla Palavecino le recomendaba que no regrese a Rosario porque había “un quilombo bárbaro” y además le contaba que los familiares de las víctimas se habían reunido con Nilda Garré, por aquel entonces ministra de Seguridad de la nación. Además le refería que los otros dos imputados Brian «Pescadito» Sprío y Daniel «Teletubi» Delgado se habían resguardado en la costa argentina.
Vecinos lesionados
Durante la tercera jornada también declaró María Belén Yebara, una de las heridas durante el triple crimen. La joven relató que esa noche con motivo de los festejos de año nuevo, habían ido con su novio y una pareja más a la casa de una vecina, Tania Jauregui. Recordó que estaban sentados en la vereda cuando de repente comenzaron a ver “lucecitas, como si fueran cohetes” que provenían de la calle Quintana. María Belén contó que en el mismo momento en que eso sucedía sintió que algo le cayó en la cabeza. De inmediato se metió en la casa de Tania y se dio cuenta de que estaba herida. “No alcancé a ver nada, me chorreaba sangre por toda la cara”. Los disparos le lastimaron la cabeza, las manos, un dedo. De inmediato su novio la trasladó hasta el hospital Roque Saenz Peña en un corsa verde.
Cuando salió del quirófano se enteró de lo que había sucedido. Como secuela de los disparos tuvo clavos en ambas manos, una cicatriz en su frente que le muestra al tribunal y el temor de volver a salir de su casa “por el miedo a la inseguridad”.
Yebara nunca inició acciones legales por lo ocurrido. Dice que es porque no había podido ver a los atacantes. “No podía acusar a nadie”, sostiene.
Con la presencia de nuevos testimonios se aguarda que las audiencias se retomen el próximo lunes en doble turno a partir de las nueve en los tribunales provinciales.
Mientras tanto, desde el Frente Popular Darío Santillán señalaron que continuarán con la carpa del aguante en la puerta del palacio de justicia durante el tiempo que se desarrolle el proceso.