Un grupo de pibes de la organización popular Causa iniciaron su programa en la radio comunitaria Aire Libre. La experiencia de la comunicación desde los barrios, para contar como nadie lo que pasa en el territorio.
Por Martín Stoianovich
Se los nota nerviosos, ansiosos, pero con ganas. Son siete pibes, y están a punto de abrir a la comunidad lo que hasta ahora sólo habían practicado puertas adentro. Desde las ventanas se puede percibir la calurosa tranquilidad de la siesta y el poco movimiento de vehículos que atraviesa la avenida Presidente Perón. Afuera, el tiempo parece estar detenido, pero el reloj sigue marchando. Es entonces cuando se enciende la luz roja que indica “Aire”, y ya no hay vuelta atrás. Bebe, Ariel, el Mudo, el Tata, Kevin, Tortuga y Nahuel, son los pibes que le dan vida a “De acá pa’ llá”, el programa que nace de un taller de radio de la organización popular Causa, y que se emite desde el 20 de septiembre, todos los sábados a las 14 por la radio comunitaria Aire Libre, en el 91.3 del dial. Junto a ellos están Ana Laura, Julieta y Martín, quienes también forman parte de Causa y acompañaron a los jóvenes en el proceso de taller y producción del programa.
Causa es una organización que hace más de diez años viene trabajando la militancia social en Villa Banana, territorio asediado por la desigualdad social. Allí se instalan los negocios clandestinos como el narcotráfico, como último eslabón de una cadena de complicidades en la que están involucrados los mismos organismos estatales que se encargan de ampliar la brecha de aquella desigualdad que sólo recae sobre los habitantes de las barriadas populares. Desde ahí surgen las experiencias de las organizaciones que trabajan en el territorio por la construcción colectiva de una vida digna. El taller de radio es una de las tantas expresiones que nacieron desde la organización, y que luego de un largo camino recorrido entre la capacitación y la práctica, comenzó a tomar forma. La comunicación entendida como una herramienta de transformación para la comunidad, es el principal motor de estas experiencias que buscan utilizar un espacio de difusión para poner sobre la mesa la visión propia, desde adentro, de la cotidianidad de los barrios.
Tal como lo cuenta Julieta Santa Cruz, una de las integrantes del proyecto y de la organización, el taller de radio comenzó durante el 2013 con una propuesta presentada en Causa luego de haber atravesado una experiencia similar en la cárcel de menores de Rosario que oficialmente se la llama Instituto de Recuperación del Adolescente (IRAR). “Nos dio un resultado positivo y a partir de la comunicación habíamos generado un contenido muy rico y comprendido el alcance que tiene hablar hacia otros y tomar otras voces”, describe Julieta. Fue aquel el principal puntapié para que se proyectara la misma actividad en el territorio en el cual trabaja Causa. Los más de diez años de trabajo con jóvenes que realiza la organización fue un nexo importante para establecer el vínculo con quienes hoy comandan la producción del programa.
De la experiencia del primer taller de radio, además de los adultos que acompañan, sólo queda el Tata, quien fue uno de los encargados de invitar a los demás compañeros que hoy conforman el núcleo de “De acá pa’ llá”. En aquel entonces, según relata Julieta, el taller de radio estaba fusionado con el taller de revista en un programa que, también en Aire Libre, se emitía durante media hora. Allí participaban en una primera parte niños y niñas de 5 a 12 años, y luego era el turno de los más grandes y el análisis de distintos temas que atravesaban al barrio.
Hoy en día, ya con el equipo afirmado luego de varios meses de talleres y prácticas, la metodología de trabajo parece ser un pilar fundamental para que todo siga marchando. “La forma de abordar el trabajo es hermosa, nos definimos como un grupo muy consolidado, tenemos mucho afecto y respetamos las formas en la que cada uno se maneja. Nos damos lugar a discusiones, a estar de acuerdo, a disentir, la pasamos bien, pero también construimos y evaluamos la realidad”, explica Julieta.
Los pibes, protagonistas de esta historia, admiten que la radio los atrapó y ven en eso algo bueno. “A mí me hizo ingresar el Tata a Causa, y como vi que eran buena gente y ayudaban a los pibes me sumé. Después me invitaron a la radio y no tuve problemas. Hacemos un programa temático, siempre se aborda algo distinto”, explica el Bebe, quien es el conductor principal. “Estoy en la conducción porque soy bastante caradura, y me gusta hacer radio porque la gente escucha y puede dar su opinión, a parte me alejo de la calle y puedo empezar algo nuevo y bueno para el futuro”, reflexiona el pibe.
El primer programa
“Nosotros avanzamos en relación a lo que nos están pasando y nos preocupan, y eso es una cualidad que nace desde la fortaleza de los pibes”, sostiene Julieta. Ajustándose a esa necesidad de contar las cosas que pasan en el barrio y reflexionar sobre ellas alejados de la estigmatización, los prejuicios, y los intereses de los grandes medios de comunicación, fue que para la primera edición del programa se decidió tratar un tema que tiene a maltraer a las juventudes de los barrios: la presencia de Gendarmería en sus calles.
No hubo análisis de mediáticos, ni miradas especialistas, ni excusas de funcionarios. Sólo el testimonio de los pibes alcanzó para dar cuenta de que la supuesta “pacificación de los barrios” no es más que la criminalización de la pobreza. “¿Por qué están en el centro?”, fue la pregunta que un gendarme le hizo a uno de los mismos pibes que hoy con un micrófono en mano se anima a contarlo. Habían ido al centro para participar de un programa de radio como invitados, pero la intervención de dicho oficial convirtió aquel día en un disparador para preguntarse por qué se dan contra ellos este tipo de situaciones.
Los testimonios salieron del estudio, y se pudieron escuchar las voces de otras organizaciones sociales que trabajan en distintos barrios de Rosario. Fue así que “Lxs Muñecxs”, que hacen su laburo en barrio Santa Lucía, contaron sus propias experiencias sobre los maltratos por parte de las Fuerzas Federales. Luego, a medida que surgía el debate en el piso, iban apareciendo las reflexiones. “La droga pasa por las fronteras, entonces ¿Quiénes son los delincuentes?”, se preguntaba uno de los conductores. “Me pegaron con los borcegos en los tobillos”, “Le ensuciaron las zapatillas con excremento, le sacaron los cigarrillos que había comprado y los 400 pesos que había ganado trabajando”, continuaban en pleno relato de sus experiencias.
Sobre el final del programa, llegó el toque académico de la mano de Ana Laura Pinto, también integrante de Causa y del taller de radio. La joven brindó algunas certezas conseguidas a través su investigación para la tesis de Doctorado en Ciencias Políticas, que dejan ver a través de estadísticas el difícil presente de los jóvenes. Del total de entrevistados, el 92 por ciento fue parado por la Gendarmería en los últimos tiempos. “Gendarmería opera un toque de queda, se lleva a los pibes bajo la figura de averiguación de antecedentes y los tienen 5 o 6 horas detenidos”, explicó.
De esta forma los pibes de Causa pudieron poner en práctica todo lo elaborado a lo largo del taller de radio. Esperan para las próximas emisiones contar con el acompañamiento de otras organizaciones sociales, músicos y artistas populares. Ya está apropiado el espacio como una herramienta de transformación social, ahora resta sostenerlo y, al ritmo de algunas cumbias y algún rock, relatar desde abajo y desde adentro las alegrías y las tristezas de los barrios rosarinos.