El acampe por la vida

Se cumplió un año de la instalación del “Acampe por la vida”, espacio multisectorial autoconvocado que autogestivamente resiste la instalación de la nueva planta semillera de la multinacional Monsanto, en las afueras de Malvinas Argentinas, provincia de Córdoba. Compartimos la entrevista realizada a Sofía Gatica, una de las fundadoras de la agrupación Madres de Ituzaingó, por nuestra compañera Vivi Benito en el programa “A campo traviesa”, que se emite por Radio Nacional Rosario.

A un año de instalado el “Acampe por la vida”, espacio autoconvocado de resistencia, que en red y autogestivamente sostiene el bloqueo frente a la entrada del predio de la nueva planta semillera de la multinacional Monsanto, en las afueras de la ciudad de Malvinas Argentinas (ubicada a 14 km de Córdoba capital), el viernes 19 se realizó el segundo Festival Latinoamericano “Primavera sin Monsanto”.

Con un grito común: «¡Volá Monsanto!», en la plaza San Martin de la ciudad de Malvinas Argentinas se encontraron artistas locales, nacionales e internacionales, miembros de organizaciones campesinas, sociales, partidarias y sindicales; vecinos/as, colectivos de artistas y estudiantes que incansablemente luchan por la vida. Hubo ferias, intercambio de semillas, proyecciones, juegos y charlas, entre ellas, la ofrecida por la Médica Pediatra Aleida Guevara (hija del Che Guevara), por Damián Verzeñassi, referente de la cátedra Salud Socioambiental (facultad de Ciencias Médicas de la UNR) y por Nora Cortiñas (Madre de Plaza de Mayo).

“A un año del acampe que frenó esta planta junto a dos jueces de la justicia cordobesa, el 73% de los vecinxs apoyan la lucha. A la vez Monsanto alquila y siembra más de 30.000 ha. para su propia producción. Esta lucha amerita la construcción de una alternativa generando herramientas por la verdadera autonomía y libertad de los pueblos. Porque el progreso que contamina, enferma y mata… no es progreso”, señalan desde la Asamblea por la vida.

Durante el Festival, Sofía Gatica, una de las fundadoras de la agrupación Madres de Ituzaingó, conversó telefónicamente con “A campo traviesa”, programa que se emite todos los viernes de 12.30 a 13.30 por Radio Nacional Rosario (AM 1300), compartimos la nota.

“Este es el segundo festival porque precisamente el primero se hizo el 19 de setiembre de 2013 para bloquear el predio. Desde entonces está bloqueado el predio de Monsanto, pusimos cinco puestos y lo rodeamos todo para que no entrara ningún camión y no se siguiera construyendo. Desde entonces no ha ingresado nada, no la están pudiendo construir, tiene sólo un 20% nomás construida, y no se va a construir, por supuesto”.

La agrupación Madres de Ituzaingó fue creada hace 15 años por vecinas del barrio Ituzaingó Anexo, de la ciudad de Córdoba, para luchar por la vida y frenar el uso indiscrimando de agrotóxicos sobre la población. “La instalación está frenada por ahora, Monsanto pretende presentar un nuevo estudio de Impacto Ambiental, la nueva ley que acaba de hacer el gobernador De La Sota está hecha a la medida de Monsanto, pero más allá de que esta multinacional se instale legalmente, jamás va a funcionar. No va a funcionar, va a tener que pasar por arriba de un montón de personas, por arriba del pueblo”, sostuvo Sofía, con determinación.

– Son cada vez más las organizaciones, las asambleas en red para decirle basta y No a este avance de las multinacionales sobre el derecho a la vida y sobre la vida de los ciudadanos…

– S.G: Somos muchísimos y da mucha bronca porque el gobierno, que debe velar por la salud del pueblo, quiere imponer a palos, a golpes, que esta multinacional se instale. Nosotros estamos dejando todo acá, a nuestra familia, a nuestros hijos, estamos dejando todo para poder estar y resistir. Estamos ya cansados, el gobierno debería escuchar a la gente y priorizar la salud del pueblo. Esta multinacional, que trae una semilla transgénica, que trae una semilla estéril, va expulsando a los campesinos, el gobierno tiene que ver todo esto, y no lo está viendo.

– Uno de los argumentos a la hora de la construcción de esta planta es la creación de puestos de trabajo, como ocurre en tantos otros proyectos similares…

– S.G: Sí, puestos de trabajo ¿para cuántas personas?; ¿Y con qué sellito? Con el sellito que dice “te vas a morir”, eso no nos sirve a nosotros. Acá el gobierno va a tener que rever la situación de toda la Argentina, porque lamentablemente tenemos casi el 90% de transgénicos, queremos una reforma agraria y velar por la soberanía alimentaria que es de los pueblos, y las semillas que son de la gente, no las tenemos que comprar y patentar, las podemos intercambiar, y bueno esa es la lucha.

– Uds. a partir de organizarse, con las Madres de Ituzaingó lograron que se lleve adelante en 2002 el primer juicio contra la fumigación ilegal, con 2 condenas a un productor y a un aplicador, esa lucha sentó precedentes no sólo a nivel país sino continental. ¿Qué repercusiones ha tenido este fallo histórico?

– S.G: El fallo nuestro fue declarado inhabilitable en el 2005. Más del 80% de los niños tienen agroquímicos en la sangre, el 33% de la población muere por tumores, justamente por este modelo que se instaló en la Argentina de la mano de nuestros gobiernos. Sí, llevamos a juicio a los sojeros, fue un precedente importante pero no fue justa la condena, no fue suficiente, porque el que enferma y mata tiene que ir preso, así como nuestros hijos se enferman y mueren, los vemos peladitos, que no se sostienen, los vemos con la quimioterapia, los vemos que dicen basta. Y lloran, no quieren ponerse el catéter, yo lo he vivido muy de cerca, perdí a mi hija, a mi sobrina, son cosas muy fuertes que uno atraviesa, también mi cuñada la está peleando en el barrio Ituzaingó.

Esta es la pelea para que en un futuro haya menos enfermos, que no tengamos que andar con barbijos, con pañuelos en la cabeza, porque se nos cae el cabello después de las quimio. Esta es la lucha por la salud y la vida, lo tienen que entender.

 – ¿Cómo sostienen este acampe que es autogestivo, como se organizan en el acampe en Malvinas Argentinas?

 S. G: No lo estamos sosteniendo nosotros, sino todo el pueblo de Córdoba, las organizaciones, gente que pasa nos acerca aceite, arroz, agua y de esa forma se sostiene con la ayuda de todo Córdoba. También viene gente de otros lugares y nos trae comida, éste es un lugar donde no hay agua, no hay luz, no hay nada, ni baños. Entonces, todo el que quiera donar cosas acá tenemos cómo repartirlo, nos autogestionamos. Nos vamos rotando porque somos autoconvocados, nadie nos paga, como por ahí se dice, nada de eso pasa, esta es la lucha por la vida.

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