Licencias laborales por violencia de género
Se presentó en la Legislatura santafesina, hace más de un mes, un proyecto de Ley que contempla la creación de una Licencia laboral para trabajadores/as del Estado, víctimas de violencia. La iniciativa “Las cosas por su nombre” es impulsada por las secretarias de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA. El único antedecente en todo el país se encuentra en la pcia de Chubut donde la existencia de esta ley permite visibilizar las situaciones de violencia de género que padecen, en su inmensa mayoría, mujeres. Para conocer el alcance del proyecto, enREDando dialogó con Majo Gerez, Lili Leyes y la Diputada Verónica Benas.
Por Malena Montenegro
“Hace dos años como consecuencia de que una mujer llegó al sindicato totalmente empastillada, del brazo de su hija y de su madre y con licencia psiquiátrica, es que nos surgió pensar la posibilidad de que exista una una licencia por violencia de género”, explica Liliana Leyes, secretaria de Género de la Central de Trabajadores Argentina provincial (CTA), al ser consultada por enREDando.
Rosario está en estado emergencia en materia de violencia de género; el patriarcado rige y golpea en los rincones más silenciosos de la vida cotidiana. “Entonces es el momento indicado para que esto pueda ser abordado y reglamentado para todas las mujeres”, agrega María José (Majo) Gerez, secretaria de género de la CTA local.
La situación devela que hay una nueva demanda en relación a un derecho laboral postergado. Desde aquí distintos gremios, organizaciones sociales, grupos feministas empezaron a llamar a las cosas por su nombre.
“La estrategia tuvo también que ver con pensar, primero, en presentar el proyecto de ley a Mercedes Martorell (Directora Provincial de Políticas de Género), luego proyectarlo a nivel provincial; entonces se lo entregamos a Verónica Benas (diputada provincial por el PARES – Participación Ética y Solidaridad-), que participó de una de las conferencias de prensa que hicimos; y lo próximo – a nivel nacional – alcanzándoselo a Víctor De Gennaro, que es diputado nacional por UP (Corriente Nacional Unidad Popular)”, sostiene Liliana y continúa: “a medida que esto va creciendo, van naciendo ramas de la licencia: no existe un observatorio oficial donde estén los datos de violencia que llegan a los lugares de salud, como así tampoco hay un registro formal de los datos de feminicidios. Todo lo que tenemos es por los medios de comunicación o por la Casa del Encuentro. Entonces esta va a ser una de las patas importantes que debe contener este proyecto de licencia: confeccionar, en organismo oficial, el registro de casos de violencia de género”.
Hoy, el proyecto de ley está firmado por once diputados provinciales. enREDando también se acercó a dialogar con la diputada Verónica Benas, quien presentó el proyecto en la Legislatura provincial: “Si lo podemos empezar a visibilizar, se puede reconocer y afrontar el problema; lo cual nos permite tener mejores condiciones desde el Estado para prestar la asistencia a la demanda”, explica.
¿Cómo acceder a la licencia?
“Para acceder a la licencia hay que acercase personalmente o por teléfono a alguna de las delegaciones (pueden ser centros de salud) donde funcione la oficina de la Dirección de Políticas de Género; no es una licencia que se otorgue mediante un certificado médico, todo lo contrario. La idea es poder brindar la posibilidad de contener a la persona que sufra algún tipo de violencia de género, otorgarle días de francos en su puesto laboral para que esa persona, por ejemplo, pueda tomarse el tiempo que necesita para realizar una denuncia, reponerse y nosotros así brindar la mejor contención frente a estas situaciones” – sostiene la diputada Benas y sigue – “detrás de cada caso hay una serie de factores que hace muy difícil que la mujer sola pueda superarlo, por eso es importante que el Estado esté ahí para dar ayuda a los más vulnerables, en este caso: la mujer, sus hijos, etc.. Incluso la intervención de la justicia no garantiza que cesen las agresiones y las hostilidades. Muchas veces hay mujeres que denuncian estas situaciones ante la justicia y hay órdenes de restricción que no se cumplen, ya que no hay un sistema de vigilancia permanente sobre el agresor para que no se acerque a la mujer. Los tiempos de la justicia son otros y las garantías que se necesitan muchas. Entonces es importante que, además del proceso judicial que se desate por una denuncia, presentemos la asistencia social, psicológica, de salud de modo que la mujer pueda superar esa etapa”.
Tanto Majo, Liliana, como Verónica hacen hincapié en la importancia de saber que para realizar una denuncia por violencia de género, la víctima no necesariamente debe realizar dicho trámite de manera personal, sino que pueden hacerlo otras personas del entorno como vecinos que obtengan ayuda e intervención al Estado.
La militante Liliana Leyes aclara que el proyecto de ley también contempla que el personal víctima de agresión tiene derecho a reducir su cantidad de horas de su jornada laboral, como así también “reordenar el tiempo de trabajo o del lugar de prestación del servicio cuando sea necesario”.
A su vez, Majo Gerez sostiene: “hay que sacar este problema del plano de lo personal porque es un problema social y estructural – y manifiesta – desde la secretaría de género de la CTA trabajamos para abrir espacios de reflexión donde podamos pensar políticas relacionadas a las necesidades que tengan las compañeras en cada lugar de trabajo y en los sindicatos mismos. También intentamos abocarnos bastante a lo que es la agenda de lucha de las mujeres feministas en la ciudad y del país para pensar una política de género que sea transversal a la CTA. Por eso el trabajo fuerte que tenemos es la Multisectorial de Mujeres y la lucha contra la violencia de género que venimos llevando ahí; es decir, lo hacemos de manera conjunta nucleando, tanto gremios, como organizaciones, colectivos feministas y demás”.
Antecedente
En la provincia de Chubut se consiguió que esta ley se efectivice mediante una instancia de paritarias que llevó a cabo el gremio docente. “La fecha quedó marcada en la historia de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Chubut (Atech): el 12 de abril, en la paritaria provincial, lograron establecer un artículo específico del Reglamento de Licencias, el 5E, que no sólo permite a la docente tomarse los días que indique su médico, sino además facilita el inmediato traslado ya sea a otra ciudad o a otra provincia, si la situación lo requiere.”
La iniciativa se realiza en simultáneo a un pedido de la CTERA por lograr la inclusión de licencias específicas por violencia de género ante reiterados hechos de violencia de género que padecen docentes en todas sus entidades.
“Esto hace que se ponga en agenda el tema, como también lo hicieron acá las docentes de Rosario que vienen trabajando sobre licencias que permitan abordar la problemática; entonces a nosotras desde la secretaria de género de la CTA nos parecía atinado presentarlo en términos de proyecto de ley, para que cada gremio no quede supeditado a una discusión netamente paritaria”, sostiene Gerez.
El Ministerio de Educación provincial, en la resolución 0988 con fecha 2 de junio de 2014, incorporó la causal de violencia de género para hacer uso del artículo 60 del código para docentes. Desde Amsafé Rosario manifestaron: “Somos conscientes de que esto significa un logro muy importante pero parcial, por eso seguiremos trabajando hasta lograr que la licencia de respuesta a la múltiples necesidades que esta situación genera en las compañeras, avanzando hacia los traslados extraordinarios por estas causales, por el cobro de las asignaciones familiares para el progenitor que tenga la tenencia.” (Ver nota 4/8/14 publicada en el sitio web de Amsafé Rosario)
Lograr la sanción de esta Ley significará, sin lugar a duda, un avance para luchar contra el maltrato, para dejar de disfrazar con licencias psiquiátricas o por enfermedad, a las personas que son víctimas de agresiones físicas, verbales o psicológicas. La ley es un paso más para que, por ahora, rija sobre el sector público. “Hay que regular más estas situaciones; y de esto se trata el pensar en políticas de género: no solo atender a la víctima si no también ver cómo podemos educarnos todos en otro tipo de relaciones, más respetuosas y menos violentas ya que esto atraviesa a toda la sociedad – dice la diputada Benas y cierra – estamos en emergencia y por eso debemos reforzar las políticas de género: la perspectiva es una sociedad donde la convivencia es cada vez más difícil”.