Este jueves, el Movimiento Giros Rosario se movilizó hasta el Ministerio de Educación de Santa Fe. Denuncian discriminación y persecución por parte del gobierno provincial a la ETICA, la primera escuela autónoma de la provincia.
Por Movimiento Giros Rosario
Las demoras y la falta de decisión política del gobernador Bonfatti para oficializar la ETICA, la primera escuela de gestión social de la provincia, está dejando a los 80 estudiantes sin cobertura social en general y sin el apoyo del plan PROGRESAR en particular.
Después del acuerdo firmado en diciembre pasado en medio del acampe que el Movimiento Giros realizara frente al Ministerio de Educación, la provincia incumplió casi todos los puntos y su propia inoperancia retrasó todos los plazos previstos para el trabajo conjunto de oficialización. Entre los puntos acordados e incumplidos estaba otorgar certificados de regularidad a los estudiantes para, entre otras cosas, gozar de los derechos sociales como el plan PROGRESAR que todos concluyen tiene un gran impacto en la terminación de los estudios secundarios.
La primera reunión prevista por acuerdo para febrero se realizó recién en mayo, los coordinadores designados por la provincia no tienen capacidad técnica ni poder político y todo muestra la poca predisposición del gobierno a cumplir lo consensuado y oficializar la escuela. En un acto claro de discriminación ilegal hacia la ETICA por ser impulsada por un proyecto político no afín al gobierno.
Recordemos que en diciembre y ante los 5 principales funcionarios del ministerio, con la ministra incluida, los representantes del gobierno provincial no pudieron dar una razón técnica al rechazo del expediente que iniciamos para inscribir a la escuela como publica de gestión privada. De hecho, al día de hoy no tenemos respuesta formal, por la simple razón de que no hay argumentos técnicos ya que cumplimos con todos y cada uno de los requerimientos; y tras esa falta de respuesta solo hay persecución política e irresponsabilidad estatal.
Es inadmisible que con el nivel de violencia y desprotección que se vive en los barrios de la ciudad, en vez de apoyar y promover este tipo de iniciativas, se las persiga y boicotee como hace el gobierno provincial. Hay en Rosario un amplio consenso sobre la necesidad de implementar políticas, sobre todo para los jóvenes que son la población más vulnerable en el crecimiento de la tasa de homicidios, del narcotráfico y al precariedad laboral. En ese marco no se entiende la negativa del gobierno a formalizar y apoyar decididamente a la escuela. Más aun siendo la primera experiencia en gestión social de toda la provincia y avalada por decenas de referentes educativos por su innovación curricular y su impacto en temas claves como la deserción y la falta de compromiso de los jóvenes con las instituciones formales.
Al mismo tiempo aparecen propuestas más cercanas al marketing que a la educación para terminar los estudios en santa fe y de las cuales el ministerio no se ve muy preocupado. La pregunta es, los santafesinos que no puedan terminar sus estudios en los sistemas formales, tienen que esperar que el PRO exporte un sistema de educación a distancia de la Capital Federal?
En tanto, la única intervención hasta ahora en los territorios, en la versión militar de la respuesta estatal, fue la presencia de gendarmería en los barrios y la promesa nunca efectivizada de los programas sociales. ¿qué política social más efectiva, de escala y profunda que una escuela a la que concurren todos los días más de 80 estudiantes y 40 docentes ad honorem?
Que los estudiantes de esta experiencia modelo en educación, no cuente con una gran herramienta como el plan PROGRESAR es de un nivel de cinismo intolerable. Además la provincia extorsiona todo el tiempo con que si movilizamos y no aceptamos sus condiciones corren riego los títulos de los primeros egresados. Una actitud a la que ya nos tiene acostumbrado el ministerio, recordemos como en el marco de las paritarias docentes, amenazaban con que si los docentes no aceptaban la primer propuesta, la misma caería y no habría otra.
Mecanismos estos, muy lejos de los que dicen apostar “al dialogo y al consenso”.