Contundente reconocimiento a Andrés Carrasco
El 16 de junio Andrés Carrasco, uno de los científicos argentinos más brillantes y comprometidos, que constató los efectos devastadores del glifosato sobre los embriones humanos, hubiera cumplido 68 años. Reconociendo su imprescindible trabajo y activismo ambiental, este lunes se lo homenajeó en la facultad de Ciencias Médicas de Rosario. “Andrés nos enseñó que se puede hacer ciencia sin arrodillarse, sin prostituirse, se puede hacer ciencia al servicio de lo que la sociedad necesita”.
Por Vivi Benito
A viva voz en nuestro país se promueve la expansión del modelo de agricultura industrial con el paquete tecnológico: siembra directa + semilla transgénica + agrotóxicos. A muy buen paso Argentina está cumpliendo con los objetivos del Plan Estratégico Agroalimentario 2020, con el que se prevé alcanzar en diez años una producción granaria de 157 millones de toneladas, frente a las actuales 100 millones. Una gran locura.
Se profundiza la concentración de la riqueza, masificando el uso de agrotóxicos, los pueblos envenenados y la irreversible pérdida de biodiversidad. ¿Es este un modelo de desarrollo “para la vida”?
Andrés Carrasco fue uno de los científicos argentinos más brillantes y comprometidos, entre sus investigaciones constató los efectos devastadores del compuesto herbicida (glifosato) sobre los embriones humanos, razón por la que fue amenazado y desprestigiado por los sectores más rancios de la academia y del poder mediático y político, obscecuentes de las corporaciones multinacionales.
Ponerle el cuerpo a la campaña de desprestigio fue una de las batallas que tuvo que dar este científico, profesor de Embriología de la UBA y Presidente del Conicet, que puso la ciencia y sus saberes al servicio de las comunidades afectadas por las fumigaciones con agroquímicos. Andrés también la peleó contra el cancer, hasta el sábado 10 de mayo.
“Este es un homenaje que creemos mucho más que merecido, a quien nos enseñó que se puede hacer ciencia sin arrodillarse, sin prostituirse, se puede hacer ciencia al servicio de lo que la sociedad necesita, y no necesariamente al servicio de lo que algunos pocos empresarios o referentes del poder político quieren”, sostuvo con emoción Damián Verzeñassi, director de la Cátedra de Salud Socioambiental, de la facultad de Ciencias Médicas de Rosario, en cuyo plantel docente estaba Carrasco.
“Andrés fue Presidente del Conicet, científico reconocido a nivel internacional que decidió salir de la comodidad de su laboratorio para exponerse y ponerse al servicio de las necesidades de la gente. Desde la facultad lo conocimos en 2009 y le abrimos las puertas para que pueda decir lo que no podía en la UBA. Nos sentimos orgullosos de eso, lamentamos y repudiamos la persecusión que ha sufrido”, señaló Damián en el marco de la jornada que se realizó en Rosario.
Organizaciones y luchadores socioambientales, investigadores, estudiantes, los decanos de la facultad de Ciencias Médicas de Rosario y de La Matanza, se hicieron presentes en el auditorio de la la facultad de Ciencias Médicas de Rosario para recordar con emoción y admiración a Andrés Carrasco, y declarar el 16 de junio como “Día de la Ciencia Digna”.
“Andrés nos enseñó a celebrar la vida, porque nada tiene sentido si no lo hacemos desde ese lugar. Él nos ha marcado un camino sin retorno, no se murió sino que renció en cada uno de los miles de personas de Argentina y de América Latina que hacen ciencia desde los principios, desde la defensa de la vida, que hacen ciencia pensando en esos cientos y miles de personas que día a día son victimas de estos modelos destructivos, extractivos, de daños, que se basan en la tecnología de la transgénesis, que es la tecnología de la muerte. Queremos recordar en este contexto, por eso nos hemos convocado”, agregó Verzeñassi.
En la jornada de homenaje y de divulgación científica, estuvieron presentes investigadores como Daniel Marino, de la Universidad Nacional de La Plata, cuyo equipo ha logrado demostrar la presencia de agrotóxicos en el agua de lluvia; el Decano de Medicina Miguel Ferrer, quien se refirió al rol que tiene que cumplir la Universidad en la construcción de conocimiento científico; en este sentido también se leyeron las palabras de Leandro Róvere, Decano de la Universidad de La Matanza. Luego se hizo una puesta en común de mucha gente que conoció y trabajó con Andrés Carraso, entre ellos Sofía Gatica, Darío Aranda, Carlos Vicente y Carlos Manessi. Finalmente, la facultad le entregó un diploma de reconocimiento a sus dos hijos, Andres y Luciana, al nieto Lucas, y a Alicia Masani, su compañera.
Cátedra abierta de Salud Socioambiental
La cátedra Salud Socioambiental lleva diez años de trabajo ininterrumpido en la facultad de Medicina de la UNR, este espacio de formación y trabajo territorial abierto a la comunidad (materia electiva para los estudiantes de Medicina), apela a la “deconstrucción” del pensamiento hegemónico a partir de una mirada integral, diversa y compleja.
Además de las instancias teóricas, con fuertes raíces latinoamericanas, la cátedra se desarrolla de la mano de un conjunto de organizaciones, entre ellas, Taller Ecologista de Rosario, Foro Ecologista de Paraná, y Acción por la Biodiversidad. La cátdera se desarrolla todos los miércoles de 18 a 21 en el auditorio de la facultad de Medicina (Santa Fe y Av. Francia), este año cuenta con 220 estudiantes inscriptos y 20 personas de la comunidad.
“Para nosotros es muy fuerte haber podido sostener por 10 años initerrumpidos una materia electiva en la carrera de Medicina, que pantea poner en discusion la formacion de las Cienicas de la Salud, que esto se haya logrado es fruto de un equipo y de muchos colectivos sociales. Hacen falta cada vez más espacios en la Universidades públicas donde se abran a los pensamineots y los saberes de los pueblos y de la sociedad”, opinó Damián Verzeñassi en diálogo con enREDando.
Buena Práctica en enREDando
Salud, derecho humano social e inalienable