Comienzo de un nuevo juicio
El martes 8 de abril se dará inicio a la Megacausa llamada “Saint Amant II”, que comprende casos de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, Pergamino, Baradero y San Pedro, todas localidades al norte de la provincia de Buenos Aires que se encontraban en la órbita del Área militar 132. Esta área estuvo al mando del Teniente Coronel Manuel Fernando Saint Amant entre 1976 y 1977 y luego fue sucedido por Norberto Ferrero, quien también se encontrará en el banquillo de los acusados.
La memoria despierta para herir
a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir
libre como el viento.
(“La Memoria” – León Gieco)
Por María Virginia Bertetti
“El infierno no termina cuando se cierran las puertas del campo de concentración y los hornos se apagan: hace un cuarto de siglo que cesó el infierno militar en Argentina y centenares de miles de personas –hijos, padres, hermanos, familiares, amigos de los desaparecidos- viven esa segunda parte del infierno que crepita en la memoria y no hay manera de apagar”, escribió el recientemente cargado de alas Juan Gelman hace unos seis años en una de sus habituales crónicas desde las trincheras para el matutino Página/12.
El infierno no termina. Pero es la hora de la verdad y de la reparación para tantas y tantas víctimas del accionar genocida de la última dictadura cívico – militar. Según un informe de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, la cantidad de condenados por delitos de lesa humanidad en la Argentina alcanza a 520 personas, de los cuales 114 tienen condena firme, en tanto suman 1.135 la cantidad de procesados. Desde el retorno a la democracia en el año 1983, se han realizado 123 procesos penales, 108 de ellos a partir del 2004.
Saint Amant II
El martes 8 de abril se dará inicio a la Megacausa llamada “Saint Amant II”, que comprende casos de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, Pergamino, Baradero y San Pedro, todas localidades al norte de la provincia de Buenos Aires que se encontraban en la órbita del Área militar 132. Esta área estuvo al mando del Teniente Coronel Manuel Fernando Saint Amant entre 1976 y 1977 y luego fue sucedido por Norberto Ferrero, quien también se encontrará en el banquillo de los acusados.
Esta megacausa unifica quince causas cuyas instrucciones se iniciaron entre los años 2005 y 2010, resolviéndose sus elevaciones a juicio entre 2010 y 2013. El Tribunal Oral Federal N°1 de Rosario llevará adelante este proceso judicial, y la sede del mismo será San Nicolás, tomándose audiencias testimoniales en Pergamino y San Pedro.
Se estiman casi 60 víctimas entre las 15 causas que fueron acumuladas por los delitos cometidos en las ciudades de Pergamino, San Pedro, Baradero y San Nicolás. Quince también son los acusados, miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Bonaerense de la región, lo que demuestra a las claras la connivencia de ambas fuerzas y la existencia de un plan sistemático de exterminio hacia el sector de la población considerado “subversivo”, “extremista” y “terrorista”.
Más de 150 testigos serán citados a declarar ante el Tribunal Oral N°1 de Rosario que estará presidido por Otmar Paulucci. El letrado estará acompañado por Ricardo Moisés Vázquez y el juez José María Escobar Cello del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Fe. Previamente habían sido recusados Laura Cosidoy en el año 2010 y Luciano Lauría en el 2013. El fiscal ante el TOF N° 1 será Adolfo Villatte y los abogados de las querellas, Álvaro Baella y Matilde Gatti.
Las causas nicoleñas
En San Nicolás se juzgarán seis causas por hechos represivos cometidos entre los años 1976 y 1978 contra militantes de organizaciones políticas, estudiantiles y sindicales, así también contra ciudadanos del ámbito de la cultura, el derecho y la militancia social.
Es el segundo juicio oral de la ciudad bonaerense, luego de la sentencia de cadena perpetua del año 2012 a Saint Amant, Bossie y Muñoz por delitos de lesa cometidos en San Nicolás durante la última dictadura cívico militar. La mayor parte del juicio oral tendrá sede en el Auditorio “Macacha Güemes” del ITEC de esta ciudad.
El caso “Martínez” se refiere a los hechos acontecidos entre mayo y junio de 1977, en los cuales secuestraron y detuvieron ilegalmente a un grupo de jóvenes y familiares de ex alumnos del Colegio Don Bosco que militaban en la Unión de Estudiantes Secundarios. Esta acción represiva se enmarcó en la persecución a sectores de la iglesia popular, culminando con la detención de religiosos salesianos y el martirio del Obispo Carlos Ponce de León. Algunos fueron sometidos a Concejo de Guerra y otros a la Justicia Federal del Juez Milesi de San Nicolás.
El caso conocido como “Zuelgaray” trata acerca de la detención en la Unidad Penal N° 3 de un grupo de compañeros, muchos de ellos vinculados al ámbito de la cultura, del derecho, de la militancia política y territorial, casi todos de San Nicolás, sumando el caso de Alberto Kipen que trabajaba en el INTA de Pergamino. En el caso “Acosta”, por su parte, son ocho víctimas, en su mayoría vinculados al ámbito sindical, quienes fueron detenidos entre marzo y abril de 1977, permaneciendo detenidos también en la Unidad Penal N° 3.
“Ocariz” es el nombre de otra de las causas nicoleñas donde tres víctimas fueron secuestradas entre noviembre y diciembre de 1977 en San Nicolás y llevadas a la casita de la Unidad Penal N° 3 que funcionaba como Centro Clandestino de Detención, donde fueron interrogados bajo tortura. Luego fueron “blanqueados” a cada uno en diferentes comisarías dependientes del Área Militar 132 y trasladados nuevamente a la Unidad Penal Nº 3 donde serían sometidos a la Justicia Federal del Juez Milesi de San Nicolás.
Luis Pablo Córdoba y su mujer Alcira Ríos, por su parte, fueron secuestrados en julio de 1978 en San Nicolás por un grupo de tareas del Primer Cuerpo de Ejército para posteriormente ser trasladados al CCD-La Cacha donde permanecieron por más de cuatro meses, hasta ser blanqueados y sometidos a Consejo de Guerra y posteriormente pasados a la Justicia Federal de San Martín.
En San Pedro
En San Pedro se juzgarán cinco causas por acciones represivas ocurridas en el transcurso del año 1976 contra militantes populares del PRT-ERP, Montoneros, Partido Comunista e integrantes de organizaciones sociales y sindicales de esta localidad y Baradero. Las audiencias testimoniales tendrán lugar en el Honorable Consejo Deliberante de la localidad sampedrina.
En lo que se conoce como el caso “Schiel”, Eduardo Julio Schiel y Graciela del Corazón de Jesús Celayeta fueron detenidos en San Pedro a mediados de agosto de 1976. Eduardo Schiel fue trasladado al CCD Brigada de Investigaciones de San Nicolás y una vez blanqueado fue enviado a la Unidad Penal Nº 3 donde es sometido a la Justicia Federal del Juez Milesi de San Nicolás. Otra víctima de la represión genocida, el Obispo Ponce de León, acompañó a sus familiares y se interesó por su situación de detención.
En el caso “Montalvo” son seis las víctimas, quienes fueron detenidos en San Pedro entre marzo de 1976 y julio de 1977. Algunos militaban en el Partido Comunista, otros en organizaciones sindicales en esa localidad. Tras el secuestro, algunos de ellos también fueron trasladados al CCD de la Brigada de Investigaciones de San Nicolás, sitio que fuera señalizado como lugar de memoria en el año 2012.
Con respecto al caso “Hofer”, siete compañeros fueron secuestrados en San Pedro y Baradero en los meses de abril y mayo de 1976. Algunos de ellos fueron vistos en un CCD ubicado en Campos Salles -localidad próxima a San Nicolás-. Algunos de los que permanecen desaparecidos y de los que fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense militaban en la organización PRT-ERP.
El caso “Peris” se remonta a abril de 1976, cuando asaltan el domicilio de la familia de Julio Peris en Baradero, sometiéndolos a apremios ilegales. Con posterioridad, en una zona próxima a San Pedro lo secuestran a Julio en el mes agosto de ese año, permaneciendo desaparecido. Militante de del PRT-ERP, había desarrollado actividad sindical con los hermanos Hofer.
En el caso “Pheulpin”, los hermanos Julio y Carlos eran militantes del Partido Comunista. Julio fue detenido en diciembre de 1976 en la Comisaría de San Pedro para luego ser trasladado al CCD Brigada de Investigaciones de San Nicolás donde sufrió torturas. Gracias a gestiones realizadas ante el Obispo Ponce de León, finalmente fue blanqueado y trasladado en calidad de preso político a la Unidad Penal Nº 3, luego fue sometido a la Justicia Federal y finalmente a Concejo de Guerra, resultando sobreseído. En tanto su hermano Carlos quedó detenido en enero de 1977 en la Comisaría Primera de San Nicolás.
Las causas de Pergamino
En Pergamino se juzgarán dos hechos represivos ocurridos en 1976 contra militantes del PRT y un tercero cometido en 1978 contra un militante de Montoneros. Las audiencias testimoniales se llevarán adelante en el Honorable Concejo Deliberante de Dicha ciudad.
El caso “Ceccon” refiere a los hechos sucedidos con Luis Ceccon, miembro de la policía bonaerense que militaba en la organización Montoneros quien fue detenido en mayo de 1978, permaneciendo desaparecido hasta que el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó sus restos.
También el EAAF identificó los restos del matrimonio Lanzillotto-Santillan, quienes en noviembre de 1976 fueron secuestrados junto a sus hijos. Los testimonios los ubican en una casa frente a la Unidad Penal N° 3 de San Nicolás.
Por último, en el caso “Pérez Pierro”, los hechos ocurrieron entre octubre y noviembre de 1976 en San Nicolás y Pergamino contra un grupo de trabajadores y familiares de militantes del PRT-ERP y sus familiares. Carlos Gerardo Pérez fue identificado en 2009. En tanto Leonor Genoveva Pierro permanece desaparecida.
Más paciencia
Después de las dilaciones del proceso judicial se llega al día de inicio del juicio oral y público donde se juzgará el proceder de quince miembros de las fuerzas armadas, quienes se consideraron amos y señores de la vida de los habitantes del norte de la provincia de Buenos Aires.
Sesenta víctimas, y los centenares de familiares y amigos de estas vidas, esperan respuestas, para poder así calmar el horno de una memoria que crepita, cada día sin cesar y sin poder apagarse.