“No sabemos dónde está ni cómo es físicamente. No sabemos cuál es su trabajo, si tiene hijos, qué hace en su tiempo libre. Si duda sobre su origen o si vive en la plena mentira desde hace 36 años. Tampoco sabemos cómo se llama, pero le decimos Melli”. Así arranca la convocatoria para el acto que se realizará frente al Instituto Privado de Pediatría este 27 de marzo en Paraná, encabezado por Sabrina Gullino Valenzuela Negro, que busca a su hermano.
Por Telaraña Periodismo Digital
La convocatoria para el acto que se realizará el 27 de marzo, a partir de las 10, frente al Instituto Privado de Pediatría (IPP) circula por la red social Facebook desde hace algunos días. “Si tenés hermanos o hermanas, si sos un melli, sabés de qué te estamos hablando”, dice.
Será un acontecimiento organizado desde la agrupación Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.) Regional Paraná, con la colaboración de los actores de Teatro del Bardo, con el objetivo de “seguir reclamando que hablen quienes tienen que hablar” y “ayudar a recordar a quienes tienen mala memoria”, y brinden datos sobre “el Melli”.
“Sabemos que el 27 de marzo de 1978, cuando era un bebé de apenas semanas, lo dieron de alta en el Instituto Privado de Pediatía. Su salida quedó registrada en el Libro de Ingresos y Egresos de esa clínica, donde figuraba como NN López. Sabemos que sus padres eran los militantes Raquel Negro y Tulio Valenzuela, desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar. Que a Raquel, secuestrada embarazada, la trajeron a parir al Hospital Militar de Paraná, que tuvo mellizos, un varón y una mujer, y que se los arrancaron de los brazos. Pudimos comprobar que los dos bebés estuvieron internados en el IPP. Que la nena, Sabrina, fue sacada de allí y abandonada en la puerta de un convento de Rosario y luego entregada en adopción. Hasta ahora nadie dijo quién se llevó al varón. Los médicos no lo recuerdan. O dicen no recordar —detalla la convocatoria al acto—. Con Sabrina nos reencontramos en 2008, gracias a la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo y todos los organismos de derechos humanos. Desde entonces, la acompañamos en la búsqueda de su hermano”.