A 26 meses del triple crimen
A 26 meses del triple crimen de Barrio Moreno, una nueva movilización se realizó frente a los Tribunales Provinciales. La novedad, en este nuevo aniversario, apunta directamente a la causa judicial: la Sala I de la Cámara Penal solicitó la elevación a juicio oral por la causa del triple homicidio. La investigación por el encubrimiento policial cursará el enjuiciamiento escrito. Además, compartimos el análisis de Pitu Salinas con respecto al avance de la narcocriminalidad en Rosario, el negocio ilegal de armas y la esperanza que se cristaliza en los más de 40 pibes movilizados en barrio Moreno.
Por María Cruz Ciarniello
La mañana empieza calma. El anuncio de la concentración es a las 10. Ya pasadas las 11, la barriada comienza a juntarse frente a los Tribunales Provinciales, en un ritual que se cristaliza los primeros días de cada mes. Justicia es el eterno reclamo que realizan amigos, familiares y militantes que caminan la calle desde hace 26 meses, desde esa fatídica madrugada en que fueron acribillados Jere, Mono y Patom en Villa Moreno.
Corrió el tiempo y el dolor se hizo gigante. Pareciera que esa incansable búsqueda de lograr las tan esperadas condenas-que vislumbra una luz de esperanza en lo que significará el juicio oral por el Triple Crimen- no encontrara, sin embargo, un dejo de consuelo. Hace apenas un mes, el hermano de Jeremías Trasante fue asesinado en otra triste madrugada que sus amigos y su familia jamás olvidará.
Jairo Trasante fue asesinado el pasado 2 de febrero, a la salida del boliche Chiringo ubicado en Dorrego y San Luis. El lunes 3 de marzo, una feroz movilización partió desde las puertas del bar hasta la sede de Gobernación, en un desesperado reclamo de Justicia. Otra vez, incansablemente, como si la historia volviera a repetirse. Ese día, el papá de Jere y Jairo, Eduardo Trasante, decía: En dos años sufrí la muerte de mi hijo Jeremías en lo que se dio a llamar el triple crimen de Villa Moreno, después la de Alejandra, mi compañera de toda la vida y hace un mes atrás, la de Jairo que imaginaba y necesitaba un mundo mejor…No los perdí. Los sembré para que haya otro presente para los que vivimos en Rosario.
Hoy, con su aplomo y la inocultable fortaleza de su mirada, dialogaba con enREDando: “La movida fue impulsada por los amigos de Jairo quienes decidieron arrancar con la concentración de Chiringo. Luego seguimos la caminata hasta gobernación. La muerte de mi segundo hijo ha sido un golpe extremo a nuestro corazón. Cuando me llama el Ministro Lamberto para saludarme el mismo día en que estaba esperando el cuerpo de Jairo, me dice, entre tantas cosas, que le pida a Dios que haga algo. Y como hombre de Dios decidí salir a bendecir la ciudad. Mucha gente se sumó a esa marcha. Vamos a seguir cada mes, como lo hicimos con el triple crimen”.
Para Pitu Salinas, el crimen de Jairo revivió, imborrablemente, lo vivido aquel 1 de enero de 2012. “El velatorio, el entierro, la verdad, nos conmovió profundamente. Pero, aunque parezca paradógico, encontramos un bastión muy fuerte en el Edu Trasante que tiene una fortaleza y una humanidad envidiable. Encontramos en él la posibilidad de no quedarnos en el molde y de salir a luchar”.
El acto y la intervención artística frente a los Tribunales sumó además, el reclamo de otros familiares que también buscan respuestas por parte del Estado provincial, y algo de consuelo, como los de Melani Navarro, la niña de 5 años que murió presa de una balacera en su barrio. “Están aquí familiares por las distintas causas que hacen a tantos muertos que tenemos en la ciudad y nos estamos apoyando mutuamente. Creo que el gobierno provincial tiene que hacer más. Y si no hay herramientas, hay que seguir buscando donde sea, porque en esta ciudad y en esta provincia se ha perdido el control”, decía el pastor Eduardo Trasante, acompañado, como cada mes, por Lita, la mamá del Mono y El killer, el papá de Patom, además de los militantes del Movimiento 26 de junio.
La esperanza del juicio oral y escrito
La novedad de este nuevo aniversario apunta directamente a la causa judicial. “La semana pasada hubo una novedad que determina el esquema judicial de aquí en adelante que tiene que ver con la resolución de la Sala I de la Cámara Penal que resolvió que la causa se eleve ya a juicio oral. Había una discusión sobre si las causas por el triple homicidio como por el encubrimiento policial tenían que ir a un escenario de enjuiciamiento unificado y de esta manera, si la Cámara así lo resolvía, eso ameritaba ir a un juicio escrito. La Cámara, si bien reconoce que existe conexidad objetiva entre ambas causas, para darle celeridad a una de ellas, se eleva a juicio oral la causa por el Triple Crimen, y que a posteriori, en un juicio escrito, pueda dilucidarse el encubrimiento policial”, explica con precisión Pitu Salinas.
Desde el Movimiento 26 de junio observan de manera positiva dicha resolución. “De ir a un escenario de juicio unificado las defensas iban a comenzar a realizar chicanas legales que dilatarían los plazos hasta dos o tres años, ya que podía inclusive llegar a la Corte nacional. Esto de alguna manera indica que, sin perder la conexidad de ambas causas, hay celeridad y el juicio por el Triple crimen debería comenzar y terminar este año. Si todo se dá como esperamos a fin de este 2014 tendríamos las condenas que tanto esperamos”
Para Salinas, esta lucha excede el ámbito estrictamente tribunalicio. “Si se dan las condenas, esto va a sentar un precedente. Si esta lucha pudo generar un punto de inflexión en la opinión pública acerca del tema estructural del narcotráfico y su corolario que son las repetidas muertes jóvenes, en el plano judicial también debe darse un punto de inflexión para que constituya un avance de seguridad pública de Santa Fe, donde, recordemos, menos de la mitad de los homicidios se esclarece.”
Las armas y el negocio ilegal
Recientemente, el diputado provincial del bloque del Movimiento Evita, Eduardo Toniolli, presentó un pedido de informes dirigido al Ministerio de Seguridad de la provincia, con el fin de notificar acerca del cumplimiento de la ley nacional 25.938 que establece la coordinación entre el Registro Nacional de Armas de Fuego (RENAR) y las policías provinciales. Dicha ley establece que en el plazo de 10 días, las armas incautadas en procedimientos y/o allanamientos por la policía, deben ser notificadas fehacientemente al RENAR. Asimismo, el pedido de informes también incluye la precisión acerca de la cantidad de armas que son extraviadas o robadas a las fuerzas de seguridad.
Las cifras, en este sentido, desnudan un fenomenal negocio ilegal. El Renar informó que durante el 2013 la Unidad Regional II secuestro 1.195 armas de fuego y apenas notificó el destino de 3 de esas armas incautadas.
En nota periodística del Diario El Ciudadano (1/3/2014), Toniolli afirmaba: “La provincia atraviesa un complejo momento respecto de la resolución violenta de conflictos, sobre todo en las grandes urbes. La tasa de homicidios del departamento Rosario, la más alta del país, es expresión de ello. Un elemento distintivo de esa situación es la extendida presencia de armas de fuego ilegales en manos de la población, mercado alimentado, en gran parte, por las mismas fuerzas de seguridad”.
Por su parte, en diálogo con enREDando, Pitu Salinas, referente del M26, opinaba: “Lo que despertó esta lucha fue la visibilidad pública de una problemática estructural que tiene varias aristas. Con respecto al narcotráfico, nunca dudamos de poner en primer plano a la policía de la pcia de Santa Fe que para nosotros es el principal regulador y principal partícipe del delito. En esta ciudad, hasta hace unos años había 4 o 5 familias que abastecían las bocas de expendio y el mercado del menudeo. Hoy vemos que el narcotráfico se ha horizontalizado. En distintos barrios de Rosario, hoy cualquiera vende droga, monta un kiosco y consigue protección policial y esto ha garantizado la violencia. Y lo que también vemos, es otro negocio muy importante que también regula la policía que es el mercado negro de compra y venta de armas”.
Con respecto a los datos brindados por el Renar, Salinas es contundente: “Estamos obligados a pensar que por lo menos 1.190 armas están dando vueltas en el mercado ilegal de venta, con su costado letal que tiene que ver que en esta ciudad, la resolución de los conflictos tiene una manera unívoca y es a los tiros. Esto lo decíamos en la marcha del lunes: este es otro problema que responde al mismo nicho de complicidad.”
Clara es, también, su respuesta frente a la acción o inacción del Estado provincial. “El gobierno lo que hizo fue llevar las topadoras a los barrios, estigmatizando a los barrios y territorializando el narcotráfico, haciéndole creer a la sociedad en su conjunto que el narcotráfico se concentra solo en los barrios periféricos, cuando vemos que la plata que reditúa el narcotráfico por año allí no está.”
Las recientes declaraciones del senador Miguel Liftichitz también resuenan con ironía y tristeza. “Preocupa el narcotráfico pero la otra Rosario sigue estando”, declaró el ex Intendente de Rosario en diálogo con medios locales. Para Pitu Salinas, esta afirmación no deja de vislumbrar una clara visión de la ciudad que se quiere: “Nosotros decimos que esta Rosario se le parece y mucho a esa ciudad que absorbe generosamente los dividendos que reditúa el narcotráfico. En este sentido, con las topadoras, el gobierno de la provincia lo que hizo fue una política de marketing de visibilidad, en la cual constituyó la Supersecretaría de Delitos Complejos, que tenía un oficial a cargo hoy vinculado a causas de estupefacientes por sus vínculos con la banda de los Monos. Ahora, con la disparada de la tasa de homicidios, crearon la Supersecretaría de Control de Armas. Todo esto lo que evidencia es un desgobierno absoluto de la fuerza de seguridad y ninguna vocación para transformar la situación y tener el control político de la policía, en un escenario donde hace pocos meses con el asesinato de Luis Medina quedó muy claro la negociación que el gobierno intentó hacer con la División Judicial, intentando realizar un vínculo de alianza que luego vimos concretamente con lo que fue el mamarracho del allanamiento en el country de Medina y la Mac”. (Recomendamos leer al respecto la nota del periódico El Eslabón 134).
Por lo pronto -y en un necesario y complejo juicio que se avecina- el grito de Justicia por Jere, Mono y Patom, espera pacientemente en la calle. Se suma la desazón de perder otro hermano, amigo y compañero. Pero, y frente a la paradoja que conlleva la ausencia por el crimen de Jairo, se suma también la pibada movilizada de todo Barrio Moreno.
Dice Pitu: “Hoy por hoy en el barrio hay alrededor de 40 pibes completamente organizados, pintando murales, organizando actividades como la marcha del otro día, y para nosotros eso es muy movilizante, ver el reflejo de la lucha por Jere, Mono y Pato replicada en todos estos pibes en el territorio. Es algo que más allá del hecho doloroso, tenemos la bendición de ver todos los días en el barrio y así se aplaca por lo menos, tan siquiera un poquito, el dolor por la pérdida de Jairo”.
Por ellos, y por todos «será justicia».