Mil millones contra la violencia de género
Mil millones de mujeres sean probablemente víctimas de violencia de género en todo el mundo. Por esto, la acción global que nace de la organización V-Day promueve la convocatoria a bailar cada 14 de febrero para decirle basta a la violencia contra la mujer. En Rosario, es la primera vez que se lleva a cabo y tuvo una gran repercusión. enREDando fue parte de la movida local y dialogó con Sandra Martinez, el colectivo de Varones Antipatriarcales, referentes de Mujeres de Ate, la artista Miriam Cuberos y Stella, madre de una víctima de violencia de género.
Por María Cruz Ciarniello
Mil millones para bailar. Mil millones de mujeres probablemente puedan ser víctimas de violencia de género. Cifras que estremecen. 1 de cada 3 mujeres será violada o golpeada a lo largo de su vida. Así, bajo esta consigna que duele, nace la iniciativa global de bailar contra la violencia sistemática hacia la mujer, bajo todas su formas. “Cerca de 200 países participan. Eve Ensler es autora de Monólogos de la Vagina ,ella ha cedido sus derechos de autor y hay muchos grupos a nivel mundial que del 1 de febrero al 8 de marzo realizan acciones para sostener el trabajo que hacen contra la violencia hacia la mujer. Hace ya tres años, la organización V-Day que impulsa Eve Ensler organizó la acción global Mil Millones. Si mil millones bailamos es una revolución, dicen ellos. Así nace la convocatoria y cualquiera puede sumarse”, nos cuenta Sandra Martinez, una de las impulsoras de la iniciativa a nivel local, que tuvo lugar el 14 de febrero en Rosario, por primera vez y en simultáneo en diferentes ciudades de la Argentina y en todo el mundo.
Junto a María Rosa Mognaschi, reconocida bailarina de tango de la ciudad, comenzaron a dar forma al baile que congregó a mujeres de distintas edades y también a hombres que tímidamente se animaron a soltarse.
La Pérgola fue el lugar de encuentro. Allí, el rojo que acompañó la vestimenta o accesorios de quienes se acercaban colmó el aire. Hubo música de todo tipo. Hubo percusión, ese ritmo afro que inyecta energía en el cuerpo. Bailaron durante más de una hora. Militantes sociales, familiares de mujeres víctimas de violencia, como los padres de Wanda Taddei a quien le dedicaron sus emotivos pasos de tango, dirigentes y funcionarias se acercaron a sumar su apoyo.
¿Por qué el baile, por qué el cuerpo? ¿Qué potencia transmite la posibilidad de expresarse en el movimiento? ¿Qué poética la atraviesa? Ángela es integrante del grupo de Mujeres de Ate Rosario. Militante barrial desde hace tiempo, afirma: “Nosotras damos vida, procreamos, ¿cómo se puede lastimar al cuerpo de una mujer?, se pregunta. “Desde Ate venimos trabajando sobre la violencia y como trabajadoras, hay un 60 % de mujeres en el gremio, y se viven muchos hechos de violencia. Es muy triste ver la realidad de todos los días”.
Miriam Cuberos es una reconocida artista y cantante popular de Rosario. Ella también decidió bailar junto a Mil millones. “La danza, la música, produce una alegría que se contagia, para salir de ese estado de angustia que provoca esta situación, contestar con algo tan alegre para el alma, contagia y esa es la idea. Me sumo por solidaridad. Los artistas colaboramos para esto, a veces lo hacemos desde un escenario o a veces de esta manera”, expresa.
Marcos Peralta integra la organización de Varones Antipatriarcales. Además, es bailarín. Durante la tarde de ayer motivó y arengó la movilización que llegó hasta la Pérgola desplegando una inmensa bandera roja. Al son de la ola y del estremecedor grito de ¡Basta!, Marcos marcó el paso de aquellos hombres que deciden luchar contra el patriarcado y renunciar a los “privilegios” del ser hombre. “La violencia hacia la mujer responde a la ligazón que tiene el modelo patriarcal. Nosotros no entramos en este acuerdo de someter a las mujeres, entendemos que la lucha de las mujeres es nuestra lucha. Soy bailarín además, y entiendo que frente a una acción tan perversa e injusta como lo es la violencia hacia la mujer, bailar con otros y otras es un acto revolucionario.”
“Bailá, Levantate, Liberate”, decía uno de los tantos carteles que podían verse en la movilización. Que aferraban las manos de mujeres mientras los pies soñaban con una realidad diferente. “Moverse es un hecho vital. El movimiento tiene que ver con algo que es primario en la vida. Ante todo, primero es cuerpo. Cuando a vos te quieren silenciar desaparece tu cuerpo. Cuando te quieren callar, cuando te quieren dominar, cuando te quieren maltratar, siempre van hacia tu cuerpo. Moverse hace que los pensamientos se muevan, y cuando vos te movés y si te movés con otros más todavía, y si te movés pensando que te querés acompasar con otros, hace que las opciones sean diferentes, que tu pensamiento sea diferente. Porque todo, antes que nada, es cuerpo. Dice Michel Oddent “para cambiar la sociedad antes hay que cambiar las formas de nacer”, y las formas que hoy se plantean para nacer avanzan sobre el cuerpo de las mujeres. La violencia obstétrica es violencia de género. Movernos con el cuerpo, ponerlo en movimiento con otros, también nos permite tener más opciones cuando pensamos cambios. La violencia se ha metido dentro de nuestras casas, y esta acción también tiene que ver con esto: recuperar el espacio público para el movimiento y para algo tan alegre como es ver a un montón de mujeres juntas bailando y buscando otras opciones”, reflexiona Sandra Martinez.
Así sucedió. El baile se apoderó de los cuerpos. La danza fluctuó en ritmos que suavizaron los movimientos. El tango tuvo su espacio de luz. Los papás de Wanda Taddei, quemada por el ex baterista de Callejeros, dedicaron la danza a su hija. También estaban presentes familiares de Vanesa Celma y Paula Perassi.
Stella tiene una hija que es víctima de violencia de género. Como puede, y con el dolor aprisionado en sus ojos, le cuenta a enREDando la difícil realidad que le toca atravesar. No dudó. Al enterarse de la convocatoria se sumó a ensayar los pasos de baile, a juntar fuerzas, a reunirse con otras. En la Pérgola, desplegó sus dotes de bailarina de tango. “Para mí esta acción es muy liberadora. Al menos, te saca por un momento de la realidad que me toca vivir. Pedimos solidaridad a las personas que gracias a dios no les toca atravesar esto”, expresa conmovida y convencida, a la vez, de la importancia de bailar con otras y otros.
“La violencia gana poder en el espacio privado”, señala Matías. “Hay que correrse de ese lugar de creer que lo que te pasa en el cuerpo es algo personal. Nada más político que el cuerpo y el cuerpo en relación con otros es un hecho político colectivo”. Miriam aporta su idea: “Esto tiene que ver con el poder que maneja una persona sobre otra, son pequeños actos violentos.”
Desafíos globales
Mil millones es una acción, ante todo, mundial. “Es un gran desafío para aquellos que tienen una experiencia más militante o aquellos que trabajan desde lugares más individualizados. Es una experiencia interesante par a ver cómo trabajar más allá de las diferencias en una problemática específica, y que todos podamos encontrarnos y estar cómodos en un espacio común sin necesidad de exigirle al otro que se ponga la camiseta de nada”, subraya Sandra. La realidad de la violencia de género en la provincia de Santa Fe es preocupante. El año pasado, la Multisectorial de Mujeres logró declarar la emergencia en la ciudad. De acuerdo a datos relevados por el Observatorio Maricel Zambrano de la Casa del Encuentro, al menos 209 mujeres fueron asesinadas durante los primeros 9 meses de 2013 en todo el país, y agrega que en los últimos 5 años y 9 meses hubo 1.432 feminicidios: es decir, una mujer fue asesinada cada 35 horas.
“Es desgarrador. Una compañera de la Multisectorial, Eva Domingez viene arrastrando el caso de su cuñada desde hace 3 años, de Vanesa Celma y aún no encuentra justicia”, apunta Angela. “Es una epidemia y a nivel mundial. ”, señala Sandra Martinez. “La emergencia fue muy importante porque se logró llevar al Concejo Deliberante, el problema es ver cómo construir una vez que se logra, qué dispositivos se construyen . También ha crecido mucho la violencia obstétrica.”
Varones Antipatriarcales es una organización que viene creciendo a nivel nacional. “Los varones hemos sido educados en un modelo basado en el sometimiento a las mujeres, entonces cuesta mucho reaprender y poder pensar que en realidad hay que hacer una renuncia a los privilegios en los que hemos sido educados”, refiere Matías.
Romper las cadenas. Levantar las manos al cielo. Libre caminaré.
Miriam Cuberos dice: “es la primera vez que participo y me da mucha alegría compartir con gente que labura mucho y que la viene peleando desde hace tiempo”.
No eres mi dueño. No me conoces. Yo soy visible.
“Es una experiencia distinta, esta bueno esto de bailar y poner el cuerpo. Siempre lo ponemos, pero a veces desde la confrontación y esto es diferente”, refiere Ángela. Para Matías, la convocatoria es “un llamado de atención a la sociedad. Nos debemos un profundo debate sobre lo que está pasando con el cuerpo de las mujeres y no solo atañe al Estado, sino también a instituciones como la Iglesia que tiene una política de sometimiento, la medicina, los medios de comunicación. La violencia así como la exigencia de un cuerpo asiliconado, un cuerpo joven que borra las huellas de la mujer es también violencia de genero . Y esta acción global también democratiza la danza porque es encontrar este lazo, donde todos estamos bailando por defender a las mujeres y el derecho a la autodeterminación sobre su cuerpo”.
Baila por amor. Baila por vivir. Baila por tus sueños y deja de sufrir, dice la canción que ya es lema en todo el mundo. Aquí estoy. Estoy de pie.
Aquí, fragmentos de la jornada de ayer