Amigos, vamos a intentar ordenar un poco los gritos que pegamos desde la bronca y la desesperación. Hubo tiros hasta recién en Zavaleta, como los hubo ayer y como los hubo tantas veces que los denunciamos, al ladito de las Fuerzas. No sabemos cuál es el punto de disputa, ni de dónde vienen, ni por qué acá, ni nada de todo lo que en teoría debieran saber los que, también en teoría, velan por nuestra seguridad.
Lo que sí sabemos es que siempre la pagamos nosotros, los inocentes. Kevin tenía 9 años. Y Brian tiene 2. Entonces, en estos casos, la historieta del «delincuente juvenil» no les cerró, así como tampoco les cierra el mito del «Jefe-narco» que vive en un barrio sin cloacas.
No tenemos más certezas para dar y no nos interesa, ni en lo más mínimo, contribuir a ninguna humareda propiciada por quienes aprovechan esta situación gravísima para especular. Tan sólo intentamos difundir, o escupir, toda esta impotencia que estamos sintiendo, para intentar transmitir toda esta mierda que estamos viviendo.
– El tiro que recibió Brian entró por un costado de su estómago y salió por el otro. Fue llevado en remís al Hospital Penna.
– El otro vecino herido sufrió un disparo en el abdomen. Y fue trasladado en ambulancia.
– Veníamos diciendo que esto volvería a pasar, desde el 7 de septiembre: nadie nos quiso escuchar.
– Antes, durante y después de las elecciones, intentamos evitar manipulaciones y solamente pedimos paz: «Ni un pibe menos, ni una bala más».
– Esta realidad no nació en diciembre, ni brotó con los saqueos: es la dinámica cotidiana que impone la complicidad de los jefes narcos que no viven acá, con los jefes de las Fuerzas que tampoco viven acá.
– Consideramos responsables y cómplices a todos los funcionarios y medios de comunicación que deliberadamente callaron esta situación.
– No nos consta, en este caso, que haya disparado la Gendarmería, ni la Prefectura; sólo nos consta que los muertos y heridos en Zavaleta siempre son vecinos del barrio, que no tenían un carajo que ver.
– Responsabilizamos directamente al Estado por cualquier consecuencia que pueda sufrir cualquiera de nuestros vecinos en el «Control Popular a las Fuerzas de Seguridad».
– Gracias a todos los que difunden y nos protegen desde su lugar. De corazón.