La agrupación HIJOS Rosario y la dirección del colegio secundario “Sonia Beatriz González”, le obsequiaron al establecimiento educativo un álbum al cumplirse un año de la elección del nombre por parte de sus alumnos.
Ingrid Schegtel, integrante de H.I.J.O.S., contó a Redacción Rosario que estaban “muy contentos” porque los chicos, “el año pasado y el anteaño, hicieron un trabajo muy importante para elegir el nombre del colegio”. El de la estudiante y delegada del Swift, Sonia Beatriz González, fue el nombre elegido a través del voto de la mayoría. La joven, que militaba en el Partido Revolucionario del Pueblo (PRT), fue desapareccida durante la última dictadura cívico militar.
“Desde hace un año -sostuvo la militante- la escuela lleva ese nombre y nos pareció importante hacerle un obsequio, por lo tanto construimos un álbum con el cual podemos hacer memoria colectiva para poder mirar y contarnos entre todos y poder seguir construyendo esto que nos pasó”.
Lo construido es una recopilación de imágenes y palabra de personas reconocidas. “Hay un texto de García Márquez que habla del sufrimiento en Latinoamérica, que sería el contexto de nuestras dictaduras, también se habla del barrio Tablada, que es donde queda la escuela, y particularmente nos volcamos a la historia de Sonia y a la de la escuela, que se fue construyendo en este poquito tiempo con la designación del nombre”, explicó Schegtel.
En ese sentido, la integrante de HIJOS remarcó que “lo que se cuenta de Sonia, que para nosotros es muy importante que quede ahí, es su militancia política”, y explicó que González “participaba de Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP), también era delegada de Switf y fue desaparecida en la última dictadura”.
La referente de HIJOS subrayó que el caso de la desaparición de González “fue juzgado” y que “hay una condena a prisión perpetua para (Ramón) Díaz Bessone, y eso queda escrito para todo aquel que pase por la escuela y pueda mirar ese álbum, y para los alumnos para que lo puedan trabajar con sus docentes”.
“Sonia era de este barrio, de Tablada, vivía muy cerquita de donde queda la escuela, además uno de los profesores y su hermano -que es preceptor del establecimiento- son vecinos de este colegio”, refirió Ingrid, sobre los motivos por los cuales se decidió denominar a la escuela con el nombre de la militante desaparecida. Schegtel contó que los hermanos de González acercaron la propuesta a los alumnos “y después junto con los chicos buscaron información, investigaron sobre la historia de Sonia y la volcaron en la escuela”.
La Secundaria Nº 551 fue bautizada como Sonia B González desde principios de 2012, tras una elección realizada por los alumnos, de una terna que incluyó los nombres María Elena Walsh, León Gieco y barrio Tablada.
Sonia Beatriz González Avalos tenía 18 años cuando se la llevaron de su casa de Centeno y Necochea el 14 de julio de 1976, a las 2 de la madrugada ante su familia. Su desaparición fue denunciada a la Conadep y juzgada en la causa Díaz Bessone, en los Tribunales Federales de Rosario.