Con los pibes no se metan
El jueves 24 de octubre, la Asamblea por los Derechos de los Niños y la Juventud organizó la Marcha de los Pibes. Numerosas organizaciones sociales y pibes de los barrios populares de Rosario se movilizaron hasta la plaza 25 de Mayo para decirle NO a la baja de edad de imputabilidad y al mismo tiempo, visibilizar la crítica situación que atraviesan en los territorios. Datos a tener en cuenta: solo el 05,% de los delitos son cometidos por menores de 16 años. Los pibes no son peligrosos, están en peligro. Allí estuvo enREDando. Compartimos testimonios e imágenes de la marcha.
Por María Cruz Ciarniello
I. Somos pibes y estamos en peligro
Una de las consignas de la marcha que movilizó a cientos de personas y a numerosas organizaciones sociales le apuntó a uno de los discursos duros más escuchados en los últimos días: aquel que pregona la baja de la edad de imputabilidad y que fue reflotado por diversas fuerzas políticas nacionales bajo el proyecto de Régimen Penal Juvenil, que cuenta con media sanción de la Cámara de Senadores desde el año 2009. El proyecto, al que se oponen diversas organizaciones barriales, pretende avanzar en la concreción de un régimen penal juvenil que abarca a chicos de 14 a 16 años. Es decir, imputa a los pibes desde los 14 años bajo un régimen penal especial, desconociendo postulados básicos de la Convención Internacional de los Derechos del Niño.
Los pibes no son peligrosos. Solo el 0,5 % de los delitos son cometidos por menores de 16 años. Sin embargo, todas las armas disparan contra quienes hoy son la franja más vulnerable de la sociedad: los pibes de los barrios populares.
En Rosario, la realidad duele por donde se la mire. En cada barrio, se repiten las mismas historias cargadas de una profunda injusticia. De un dolor inenarrable. Acaso, ¿cómo explicar la muerte de Gabriel Aguirre de tan solo 13 años en Barrio Ludueña, y cuyo asesinato fue calificado, en un absoluto cinismo, por el actual gobernado Bonfatti como «un hecho menor»?. ¿O la de Jere, Mono y Patom, acribillados el 1er de enero de 2012 en Barrio Moreno? ¿O la de César Oviedo y Brian Saucedo? ¿O la de Fabián o Jonatan, quienes murieron en circunstancias dudosas dentro del Irar?
Y los nombres siguen. Las cifras siempre son incómodas pero dan cuenta de la extrema vulnerabilidad en la que cientos de pibes viven y conviven en sus territorios: 201 crímenes en lo que va del año en Rosario. En su gran mayoría, las víctimas son adolescentes pobres. Otro dato: entre enero de 2010 y septiembre de 2013, 33 jóvenes que transitaron por el IRAR en ese mismo período han muerto a raíz de enfrentamientos con la policía (de dudoso esclarecimiento) o entre bandas y dos de ellos fallecieron dentro del IRAR por ahorcamiento, además de los 120 pibes de entre 16 y 18 años que están procesados por trabajar en búnkers de drogas, siendo utilizados como chivos expiatorios en lugar de brindarles una respuesta política y social.
II Solamente 13 años
“Te pienso en absoluto silencio, en un posible camino de soledad que atraviesa mi barrio. Me veo y te veo. Miro y veo esa línea sevillana de dientes a punto de estallar en sonrisas que rompen lo oscuro, el fuego con el cual te quiero abrazar y te voy abrazar”, escribe Varón, músico popular de Ludueña.
Su dolida garganta le canta a Gabriel. Al pibe de 13 años que el domingo pasado asesinaron en las calles de este barrio que hace tiempo viene siendo golpeado por el abandono estatal, la narcocriminalidad y el accionar represivo de las fuerzas de seguridad.
Gabi era un pibe alegre, colmado de sueños y proyectos. Le encantaba la cumbia. Era un niño, con la inocencia que guarda la infancia aunque los adultos se empecinen en arrebatársela. Mari Suarez, reconocida militante y trabajadora del Comedor del Padre Montaldo, no encuentra palabras ni consuelo. “Me parece terrible que en democracia se fusilen pibes en nombre de la seguridad. No hay nada peor que te maten un hijo. Pienso en Ada y se me parte el alma. La situación de los chicos es terrible. Nos quedamos sin palabras, sentimos que estamos diciendo siempre lo mismo y no hay posibilidades de que nos escuchen. Vivimos ante una política del cómo sí”, nos dice, mientras se prepara para marchar. “Estamos frente a una situación gravísima y las intervenciones son más pobres que la pobreza en la que tenemos que trabajar. A Gabriel lo ví nacer, es el hijo de mi compañera. Ada trabaja hace años en el comedor con Montaldo. Era muy bueno, muy dulce, una criatura. Es tremenda la situación, y de mucha impunidad. Creo que vamos a poder lograr salir cuando entre todos podamos ir recuperándonos y recomponiéndonos, pero en este momento, hay tanto dolor que no sé como se sale”, dice Mary sumida en una profunda tristeza que se cuela por sus ojos.
Así como su palabras hablan del dolor, las del Bichito Rodrigo Gauna, militante social, muestra la descarnada desolación que se vive en Ludueña por estas horas. “Lagrimas de desconsuelo abrazos inentendibles miradas de angustia sueños parados hasta no se cuando. Hoy la tristeza esta mas fresca que ayer te vamos a extrañar gabriel aguirrez 13 años”.
Esto lo escribió en su muro de Facebook. Ayer, Bichito arengaba la marcha, le ponía el cuerpo a ese desconsuelo que abraza indefectiblemente a los militantes sociales cuando la muerte les roba a los pibes.
III. Ningún pibe nace chorro
Tremenda leyenda que se multiplica en Rosario y en cualquier barrio popular de nuestro país. La inmensa bandera era cargada por varios jóvenes de Cuba MTR, quienes con las caras cubiertas, encabezaban la Marcha de los Pibes. Ellos marcaban el paso. De todas las edades, de diferentes barriadas. No queremos que nos siga levantando la cana por cualquier cosa. Justamente, Facundo Peralta de Causa y Efecto nos contaba minutos antes que un grupo de compañeros habían sido detenidos por la policía cuando se dirigían a la marcha.
“Los pibes hoy son protagonistas de esta marcha. Queremos que ellos mismos digan que es lo que está pasando con ellos en los distintos territorios. Hace mucho tiempo venimos diciendo que en los barrios hay una presencia corrupta de la policía. Casualmente cuando veníamos a la marcha, nos paró la policía y tenemos dos compañeros presos. Nos requisaron a todos y no nos dieron ningún motivo. Los pibes se encuentran entre la espada y la pared, por un lado la policía y por el otro la presencia del narcotráfico, y en esta lucha desigual, estamos las organizaciones”, señala Facundo, militante con una activa trayectoria en Villa Banana y en el Irar.
IV. El poder de la Asamblea
La Asamblea por los derechos de los niños y la juventud se conformó precisamente con el objetivo de poder encontrar herramientas para hacer frente a la grave situación que asola a Rosario desde hace tiempo. Ante la falta de respuestas y contención estatal, ante el claro autogobierno de la policía santafesina que echa mano a su gatillo fácil, ante los reclamos por el endurecimiento de leyes, ante la indiferencia de una gran parte de la sociedad que mira hacia un lado cuando las muertes en los diarios nos hablan de jóvenes asesinados en supuesto y mentirosos “ajustes de cuentas”, nace la Asamblea que nuclea a diversas organizaciones territoriales.
“Las propuestas de baja de edad de la imputabilidad, solo amplían la intervención del poder punitivo y reconocen el fracaso de las políticas sociales de inclusión y contención. Asimismo, no se pone el énfasis en las características que asume ese poder punitivo, que se vivencia en los barrios con el incremento de los casos de gatillo fácil y la política represiva de la institución policial. Estas propuestas, así como la de la creación de la Policía de Proximidad en Rosario, profundizan el autogobierno de la Policía, dándole mayor libertad y autonomía a la misma para ejercer persecuciones, violencia, detenciones y allanamientos ilegales. Quienes componemos la Asamblea, denunciamos la presencia corrupta de la Policía en los barrios, y responsabilizamos al poder político de la Provincia por los niveles de corrupción policial, que se manifiestan en participación directa en el mundo del delito, gerenciamiento del negocio del narcotráfico, vulneración de derechos y muerte. Lejos de condenar e investigar estos hechos, se adoptan posicionamientos condescendientes con el poder policial como el del Ministro de Seguridad provincial Raúl Lamberto, quien en referencia a los recientes hechos ocurridos en las comisarías 14ta. y 4ta. de nuestra ciudad, manifestó que muchas veces hay abuso de las denuncias de violencia policial y que “se deben escuchar las dos opiniones”. Frente a los casos de violencia policial no existen dos opiniones sino hechos, que deben ser investigados y sancionados sus responsables”, reafirma el documento que fue leído por la Asamblea, en el acto de la marcha, en la Plaza 25 de Mayo.
La violencia policial e institucional, el abuso policial en todas sus formas, aparece como una constante que se ampara en un gran velo de impunidad, en la periferia rosarina.
En el día de ayer, se dio a conocer una feroz golpiza que sufrieron dos pibes en la Comisaría 20. “Uno de los chicos tenía llagas y rasgos de quemaduras en la espalda”, manifestó la abogada y militante por los Derechos Humanos, Daniela Asinari, en diálogo con Redacción Rosario. A su vez, Asinari también subrayó que a uno de los jóvenes le habrían aplicado la picana eléctrica. “Pude ver que uno tenía llagas y rasgos de quemaduras en la espalda”. (Nota Redacción Rosario)
Estos hechos no son aislados. Recordemos: agosto de 2013: seis jóvenes entre 12 y 18 años denunciaron abusos policial en la comisaría 14º. “Las desnudaron, golpearon y amenazaron”, declaró Alejandra Fedele a la prensa rosarina. “El viernes 30 de agosto, dos hermanos menores de 13 y 15 años salían de la escuela para regresar a su casa en Villa Gobernador Gálvez, cuando fueron detenidos por una patrulla motorizada que los requisó y aunque no les encontraron nada, solicitaron un móvil para trasladarlos a la comisaría 4° de Rosario, a la que arribaron esposados. Una vez en dependencia policial, los hicieron desnudar, recibieron insultos, amenazas y agresiones.”
En septiembre de este año, el diputado provincial Eduardo Toniolli desnudaba cifras contundentes: «hubo sólo un procesamiento de 334 denuncias por abusos policiales en la provincia desde enero de 2012 a mayo de 2013» «El año pasado hubo en la provincia, según datos oficiales, 31 mil detenciones en averiguación de antecedentes de los que solamente mil eran prófugos.»
Desde el Irar, los trabajadores que además se encuentran en precarias condiciones laborales, afirman: casi el 40% de los jóvenes que ingresan al IRAR llegan torturados desde una comisaría, donde los apremios son degradantes.
V. «Estamos acá, con el corazón»
Uno con la camiseta de Central. El otro con la de Ñuls. Sonríen a la cámara. Marchan eufóricos en una movilización que los tiene a ellos como protagonistas. Sus voces son necesarias. No se los escucha, se los criminaliza. “Ustedes han protagonizado hoy un hecho histórico”, les dijo Carlos Del Frade apenas pisaron la plaza de las Madres. Como si la paradoja nos envolviese. En ese mismo lugar, tantos jueves caminados por nuestras queridas Madres de Plaza de Mayo, los pibes, los mas chicos, están pidiendo desesperadamente por sus derechos.
“A Gabriel le metieron 2 balazos en la espalda y lo mataron. Tenía 13 años. 13 años atrás, el Padre Montaldo nos decía que la policía distribuía la droga con los pibes y después los mataba. 13 años atrás, cuando nacía Gabriel. No queremos más que los pibes en Rosario tengan a mano, cuando no pueden terminar la secundaria, la droga o el arma. Esto es una perversión que conoce las autoridades políticas municipales, provinciales y nacionales. Frente a esto nos proponen: baja de edad de imputabilidad para ponerlos presos de 14 a 16 años. De 16 a 18 solamente el 4,5% comenten delitos. El 95% de los delitos los hacemos nosotros, los grandes, los cobardes, los que hemos hecho esta sociedad injusta. En la Argentina, los únicos privilegiados son los pibes, aprendimos. Hoy, los pibes, son los más perjudicados. Y en la calle, en el club, sabíamos algo: con los pibes No. Eso nos los transmitieron nuestros viejos. A ellos no había que tocarlos. Hoy leemos casi todos los días que la perversión del sistema capitalista nos enseña siempre que hay que consumir el cuerpo de los más chicos. Perversa idea. Por eso estamos acá, con el corazón”, expresa Carlos Del Frade conmovido por la postal que muestra la inmensa cantidad de pibes que rodeaban las banderas y le ponían color a la marcha.
VI. Precarizados y sin herramientas
“Nosotros vemos en el territorio que los pibes están en peligro. No hay que hacer un Régimen Penal juvenil para meterlos dentro del sistema penal y cagarles la vida, literalmente. Ha habido un corrimiento total de las políticas sociales del gobierno provincial. Los dispositivos están totalmente desmantelados, y las posibilidades que tienen son las que ellos mismos se generan. Por eso, proponemos Asambleas en los barrios. Han puesto los distritos, pero que en realidad, terminan siendo una descentralización de trámites administrativos del Municipio. Y además, a los trabajadores que forman parte de las políticas sociales, los tienen precarizados y sin herramientas adecuadas para poder afrontar la situación en los barrios”. Con dureza, expresa Facundo Peralta la realidad de muchos laburantes que ponen el cuerpo en los barrios, asi como también, la situación que se vive dentro del Instituto de Rehabilitación del Adolescentes, el Irar, “con un Servicio Penitenciario cada vez más asentados on la venia del ministerio de Justicia y Derechos humanos, y las políticas que imperan son las represivas”.
En su libro «El taller del diablo», Néstor Ciarniello, referente del Movimiento Padre Mugica que tiene trabajo territorial en Ludueña, hace un pormenorizado análisis de lo que significa el Régimen Penal Juvenil. Desde su vasta trayectoria se opone cabalmente a este proyecto. «Un régimen penal juvenil o de responsabilidad penal juvenil deberá llamarse apropiadamente régimen de responsabilidades de «niños», renunciando al uso eufemístico léxico «juvenil» quitando del medio al de «niños». Pareciera que este cambio atempera la brutalidad de una condena penal desde el momento que nos desvía la atención acerca de que son niños a los que se la aplicamos» (Pag.15 «El Taller del Diablo»)
Por otra parte, desde la Asamblea sostienen que el Estado en sus tres niveles, prioriza respuestas de corte represivo y desarrolla políticas públicas insuficientes y caracterizadas por: la tercerización (por ejemplo, en la provincia las instituciones de rehabilitación en adicciones son privadas), la precarización laboral y la vulneración de derechos.
Luz Olazagoitía, de Causa y Efecto, le dice a enREDando: “La situación es cada vez de mayor violencia. Y estamos convencidas que los pibes son las primeras víctimas. Hay 120 jóvenes procesados por la justicia federal por trabajar en búnkers de drogas, y el Estado lo que debe hacer es de tener políticas públicas para la vida anteriores al sistema penal, que no solo garanticen sus necesidades básicas, sino la posibilidad de poder proyectar un futuro, algo diferente a las escasas posibilidades que hoy tienen.”
Juliana Girolimo, del Colectivo Aguafuertes, agrega: “La ley de Protección Integral no puede quedar en letra muerta. Argentina tiene un compromiso de no retroceder en sus estándares de Derechos Humanos por lo cual no se podría bajar la edad de imputabilidad. Los índices que cometen los menores de edad son ínfimos en comparación con los delitos que se investigan a nivel del poder judicial, entonces, creemos que estas son falsas respuestas al problema de la inseguridad. Hay delitos complejos que no son investigados, por eso creemos que la justicia también selecciona que delitos decide investigar. El obejtivo de la marcha es mostrar el trabajo de la Asamblea y convocar y traer el debate al centro de la ciudad, y que no solo quede en los barrios.”.
VII. «No pierdan la luz de nuestro barrio»…
Ayer, en la plaza, las banderas de las diversas organizaciones sociales acariciaban una tarde cuyo viento de verano avecinaba una tormenta que nunca llego. Decíamos: al frente marchaban los pibes de los barrios. Ellos también tomaron la palabra durante el acto, para leer, por ejemplo, las palabras de Rubén que dicen:
En los 14 años de cárcel que he pasado -en los regímenes de exterminio físico y psíquico llevado a cabo con precisión científica en Rawson, o los dos años de condena en los pabellones de la muerte (en la U9 de La Plata)- puedo asegurar que lo peor de la cárcel es cuando uno ingresa, cerrándose a tus espaldas los pesados portones con su metálico ruido a encierro; voces autoritarias ordenan, aturden, desnudan, ultrajan, violan toda posible intimidad que pueda quedarte. Para ellos debes estar y sentirte solo, que no quede ningún vestigio de dignidad. La violación a la intimidad y la soledad es la mayor vejación a un ser humano y no se puede permitir hacerle eso a un niño. No se puede ser niño y estar preso. ¿PRESO UN CHICO? …NI UN SEGUNDO.
O las eterna canción de Varón dedicada a Gabi, y a través de él, a todos los pibes que hoy nos faltan:
…Amiguitos no pierdan la luz de nuestro barro, de nuestro barrio, de sus hermanos. Y díganle a dios que si esto es lo que quería, se las tendrá que ver con nosotros. Y que nuestra alegre lucha será un fusil que no va a parar de brillar acá, en este costado del mundo. Hasta siempre Gaby.
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