A comienzos de este año, los querellantes le solicitaron al juez Reinaldo Rodríguez que se apartara de la causa Suppo pero el magistrado se negó a hacerlo. Como consecuencia, la Cámara Federal de Rosario decidió recusarlo afirmando que el mismo incurrió en“prejuzgamiento” y que “carece de imparcialidad e independencia” para continuar obrando. A partir de esta decisión, una de las alternativas era que la causa quedara en manos del juez federal Nº 2, Francisco Miño, pero este se excusó por sus vínculos con el ex represor Víctor Brusa. Este apartamiento de Miño pone en evidencia lo que se viene denunciando: es posible que Silvia Suppo haya sido asesinada por su calidad de testigo y querellante.
Por eso, el nuevo juez a cargo será Marcelo Bailaque, responsable del Juzgado Federal Nº4 de la ciudad de Rosario donde trabaja en varias causas de Derechos Humanos vinculadas con la dictadura pero también con la actualidad, entre ellas, el juzgamiento de Videla en 11 causas o la masacre de Moreno donde se asesinaron a tres jóvenes militantes del Frente Darío Santillán.
Desde un primer momento los querellantes pidieron que se agoten las distintas instancias de investigación ya que hasta ahora no se trabajó la hipótesis de asesinato político. Este cambio de mandatario abre otro panorama para la causa, ya que la Cámara de Rosario declaró la nulidad de las actuaciones que había llevado a cabo Rodríguez.
Por otra parte, el Tribunal Oral Federal rechazó por segunda vez la elevación a juicio de Sosa y Cóceres que había solicitado el juez Rodríguez. Dicha medida es de suma importancia ya que de haberse aprobado, se estaría acusando a los implicados por homicidio en ocasión de robo descartando la posibilidad de que hayan sido sicarios o que estén encubriendo alguna otra situación.
Desde la querella y el Espacio Verdad y Justicia por Silvia Suppo se espera “que estos cambios garanticen la investigación profesional y completa que venimos reclamando y que aún, a casi 4 años del asesinato de Silvia Suppo, no se ha dado”. En el mismo sentido, en el marco de un nuevo aniversario, el 18 de setiembre, se exige una investigación profesional de la segunda desaparición del testigo Julio Lopez.