Fragmento de nota publicada en el Diario El Ciudadano 11/9/2013
“Justicia por Mela y Flor” y “Princesas nunca las vamos a olvidar” fueron las consignas que se alzaron ayer, en dos carteles pintados a mano. Es que a un mes de la tragedia del Parque Independencia, familiares y amigos se manifestaron frente al International Park para recordar a Melanie (12) y Florencia (14), las víctimas fatales de un siniestro que podría haberle pasado a cualquiera. Apenas unas veinte personas se sumaron al acto, que fue sencillo y humilde, que no convocó multitudes pero que sí sirvió para hacer algún ruido y mantener la llama del reclamo y la memoria encendida.
La movilización tras el primer mes del siniestro fue convocada para ayer a las 15. El termómetro marcaba 36 grados y los manifestantes se refugiaban del calor bajo la sombra de los árboles. En el parque reinaba el silencio. No había chicos yendo a los juegos, no sonó la música del Mambo ni se escuchaban los gritos de los que están en el Gusano Loco. La gente recordaba por lo bajo: “Yo traje a mis hijos”, “yo vine desde chica”. La tragedia del International Park no se recordó con recitales, marchas multitudinarias o estrellas de rock. Apenas fueron unas veinte personas, entre familiares, amigos y unos pocos ciudadanos solidarios. Sí sobraron el compañerismo y la esperanza. “Creo que la Justicia encontrará a los culpables. Eso es lo que esperamos al menos, porque el dolor sólo va a menguar con Dios”, manifestó Rafael, tío de Melanie y Florencia. La familia Aranda está en crisis. Una hermanita de las jóvenes, que estaba en el juego con ellas y tiene 10 años, quedó en silla de ruedas y tiene una recuperación de ocho meses luego del siniestro. Los familiares informaron, además, que el padre de las chicas está internado por “un pozo depresivo”. Aún así, sostuvieron: “Vamos a ir recuperando las fuerzas”.
Melanie y Florencia Aranda no son sólo las chicas que fallecieron en el siniestro. Eran, además, dos chicas divertidas, que cantaban en la Iglesia de su ciudad, tocaban la batería con su tío y disfrutaban visitar a sus abuelos. “Eran como todas las chicas”, recordó ayer Damaris, tía de las jóvenes. Contó que eran buenas, que no causaban problemas. “Iban a la escuela, también les gustaba joder. Como a todas las de su edad”. El 10 de agosto Mela y Flor fueron a jugar al Parque Independencia y por alguna causa –error técnico, de fábrica, humano; en todo caso, que la Justicia aún no determinó– un siniestro en el juego les quitó la vida. “Buscamos justicia y que el parque cierre. No es justo lo que nos pasó y no queremos que le pase a otra familia”, declaró Brenda, una prima de 17 años.
Ver situación de la causa en nota publicada en Diario El Ciudadano
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