Piecitos descalzos
Una obra de teatro que profundiza en los derechos de la infancia y a la vez, propone acercar el teatro a las organizaciones barriales, a los centros comunitarios y escuelas de barrios populares de la ciudad. Un viaje a la tierra de los derechos. 18 títeres solidarios en escena. «Piecitos descalzos», es la propuesta del grupo de Titiriteros del Arteón. Con ellos, dialogó enREDando.
Una historia de títeres nos invita a mirar el universo con otros ojos. A descubrir nuestra propia sonrisa y a la vez, a reflexionar sobre los derechos de la infancia que tan naturalmente se vulneran en la cotidianeidad.
Nos propone jugar, siendo niños y niñas en un río que nos iguala en las diferencias. Nos sumerge en la magia de la patria de la infancia, la que deja huellas, con sus pies descalzos, en el derecho de nuestros pibes. ¿Cómo pisar esa tierra desde el arte y el teatro?
El Grupo de los Titiriteros del Teatro Arteón imaginó una idea, la trabajó y la plasmó en una obra de teatro hecho con 18 títeres de diferentes tamaños. La obra “Piecitos descalzos” cuenta una historia de tinte territorial santafesino que al mismo tiempo, aborda las diferentes realidades de un niño y una niña que juegan, más allá de las barreras sociales y económicas. Explora en un derecho fundamental: la no discriminación. Y abre las puertas de un teatro de la ciudad a las organizaciones sociales de los barrios de Rosario, con un proyecto de títeres solidarios.
enREdando dialogó Christián Alvarez, uno de los tres actores de la obra. “Trabajamos con dos ejes: por un lado, trabajamos cuestiones que tengan que ver con la provincia. Y el otro eje, es el niño y sus derechos. Piecitos descalzos cuenta dos historias en una. Una es la historia troncal, donde hay un zapatero que tiene un taller donde aparecen los personajes Martillo, Tachuela, las Tachuelitas y un personaje mítico que es Taquito que es el que lo ayuda. El zapatero recorre los caminos de la provincia buscando zapatos de adultos que estén para reparar, e historias de niños que son las que le dan la tónica de reparación a estos zapatos de adultos. En este caso, se cuenta la historia de Delfina y Julito que viven en ámbitos totalmente distintos. Julito es un nene de barrio y Delfina se cría en una casa de clase alta con lo que significa el encierro en esa casa por los distinto temores, y el encuentro de ellos dos se hace a partir de un hecho fortuito que es cuando se le cae la pelota y la zapatilla a Julito en la casa de Delfina. A partir de eso se conocen y se ponen a jugar.”
La obra apuesta a la igualdad. “Creemos fuertemente que los niños son quienes nos van a dar la posibilidad de entender a los adultos que es posible encontrarse más alla de las diferencias”, reflexiona Christian Alvarez quien, junto a Sebastián Oficialdegui y Javier Perez, le dá vida al proyecto teatral que no solo propone una pieza artística para los niños; también construye un puente solidario para que escuelas y organizaciones barriales puedan acceder a la cultura y al teatro. “Como trabajadores de la cultura, como actores populares, ese es nuestro objetivo”.
Es por esto que los Titiriteros del teatro Arteón tienen como principal objetivo acercar a los niños de barrios vulnerables y asentamientos de la ciudad al un teatro céntrico, como el Arteón “a los fines de posibilitar e incentivar la accesibilidad de lo artístico cultural en una identificación que promueva la igualdad de condiciones y la no discriminación.”
Para ello, buscan enlazar vínculos con, agrupaciones barriales, cooperativas (Como Mil Hojas que apoya la iniciativa), centros comunitarios, escuelas, bibliotecas populares, para que adquieran una cierta cantidad de entradas que posibiliten el acceso gratuito para los pibes. “El derecho a la cultura también nos iguala, y la idea es que puedan conocer otros lugares, la realidad indica que muchos chicos de los barrios casi no llegan al centro. Y la idea es que puedan conocer un teatro.”
La obra está pensada para todas las edades, dice Christian. Hay funciones con público abierto y con escuelas hasta 5to grado. “Hay diferentes lenguajes que permiten que la obra pueda ser disfrutada por todos, distintas lecturas que hacen chicos y grandes”. Lo que se genera es un ida y vuelta enriquecedor, apunta el artista. “A los adultos les interesa el mensaje de la obra, y los chicos quedan sorprendidos con los recursos de los títeres.” Al referirse a la dramaturgia, Alvarez señala que surgió a partir de un trabajo intenso entre los tres actores. Piecitos descalzos aborda dos historias al mismo tiempo. La del zapatero que recorre la provincia, su tierra y el río como lugar de encuentro donde Julito y Delfina juegan.
“Delfina descubre el río porque aunque viva acá, no lo tiene en su imaginario, en su cosmovisión. Y Julito juega permanentemente a orillas del río y lo que más le gusta es estar descalzo. Entonces, le propone en el juego, sacarse los zapatos y ella lo hace para poder estar iguales, y juegan en el río y a partir de ahí se desarrolla lo que los une en la amistad, porque a Delfina se le caen los zapatos al río…y aparecen dos personajes muy importantes, el perro de Delfina y el perro malo de la historia, y entre ellos dos desatan el nudo de la obra”, cuenta el actor dejando abierto más interrogantes para que el público sea quien se acerque a develar la trama de la obra.
A su vez, Jorge Cánepa compuso 7 temas que acompañan distintos momentos de la obra “y cada uno habla de los personajes y hay un tema que tiene que ver con el río y es un encuentro muy mágico”.
Sobre el final, y mientras suena en el subsuelo del Centro Cultural la Toma la música que ensayan los Payasos, y los vínculos se van entrelazando en un espacio recuperado de la Economía Social, Christian Alvarez expresa: “El teatro aporta algo que es maravilloso: poder encontrarse, que aparezca la mirada, la escucha. En cuanto al debate, aporta un granito de arena en relación a qué brinda la posibilidad de que las instituciones que vayan, hagan y tengan su momento para reflexionar con los chicos en lo que significa poder tener una mejor condición de vida, si hay algo que puede aportar el teatro es una mirada distinta a la realidad cotidiana en la que cada uno se salva como puede. Acá hacemos todo lo posible para crear, a partir de la ficción, esos mundos que están adentro nuestro, en cada una de las personas hay una necesidad de vivir mejor en términos de calidad de vida, de poder sentir, amar, tocar, disfrutar, de vivir en definitiva. El teatro aporta eso: jugar con los sentidos en todo sentido.”
Las organizaciones que estén interesadas en contactarse, pueden hacerlo a piecitosdescalzostiteres@yahoo.com.ar
Durante las vacaciones de invierno, habrá funciones lunes, miércoles y viernes a las 16 hs. Y sábados a las 11 hs. en el teatro Arteón.
Más información:
http://lostitiriteros.jimdo.com/
http://piecitosdescalzostiteres.blogspot.com.ar
2 comentario
Hola! me re interesa la obrita de títeres… yo tengo un jardìn de infantes en Roldán, y estarìa buenìsimo que nos visiten.
Hola luciana. Podés comunicarte con los autores de la obra al mail que figura al pie de la nota. Muchas gracias!
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