Falleció una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo
Imaginate a unas mujeres gritándole en la cara al genocida Videla. Imaginate a unas mujeres valientes, en las calles, rompiendo el silencio a paso firme de desgarro. Imaginate a unas mujeres quebrando al terrorismo de Estado, haciendo más grandes las grietas para poder gritar por los ausentes.
Una de esas mujeres interminables era Laura Bonaparte, Madre de Plaza de Mayo.
No sabemos de despedidas previstas, organizadas, planificadas. Sabemos de seres amados arrancados, de lo sucedido/cometido antes de tiempo, de las ausencias forzadas. No sabemos despedir. Menos a una Madre.
Madres se escribe con mayúscula para nombrarlas, reivindicarlas, para hacerlas pan. Entre los puentes de la M construimos más memoria.
No sabemos despedir. Menos a una Madre. Sabemos cómo es ser recibidos por ellas: nos abrieron las puertas para ir a jugar, marchar, luchar. Desde chiquitos, conocemos una forma de despedir: hasta siempre.
Hoy aplaudimos sus pies. Llenamos el aire de aplausos por los pasos de Laura y de todas las Madres que salieron a caminar para exigir la aparición con vida de los detenidos-desaparecidos. A la altura de sus pies estaban sus nietos Hugo Ginzberg yVictoria Ginzberg , con más H.I.J.O.S., aplaudiendo, recordando, llorando, gritando ¡PRESENTE! Sí, gritamos ¡PRESENTE! al lado de Laura, abrazada por los pañuelos de Madres, Familiares e H.I.J.O.S., acompañada por fotos de su lucha colectiva. Ahí estaba Laura, llena de la vida que le dio a la lucha de las Madres, llena de aplausos, de amor. Aplaudimos sus pies, por ser parte de los que rondaron en Plaza de Mayo, por ser parte de los que pisotearon al terrorismo de Estado, por ser parte de los que se cansaron de andar y andar, pero nunca pararon.
Ahí estaban los pies de Laura, una Madre de Plaza de Mayo. ¿Alguien se detuvo a ver los pies de las Madres? ¿Alguien vio cómo quedaron esos pies con las marcas de la historia? ¿Alguien se imagina cuántos relatos sostienen? Son la base de la resistencia, son los pies que más pisadas tienen sobre la Plaza de Mayo, son los pies de las Madres.
Hoy no entraban más aplausos para Laura, estaban todos. Hoy no entraba más Laura en el mundo, estaba toda. Hoy no se fue Laura, se queda para siempre. Hoy no despedimos a Laura, le dimos la bienvenida hasta siempre.
Laura se queda, como un imperativo de la memoria.
Despedir a una Madre es una mezcla de muchas sensaciones, inabarcables en cualquier relato. Se junta el dolor, la alegría, la esperanza, la reivindicación. Punza el desgarro de las despedidas de las Madres que se van sin saber la verdad sobre sus hijos. Punza mucho. No podríamos decir qué cosas se llevó Laura en los últimos minutos, pero seguramente siguió preguntando ¿DÓNDE ESTÁN?
Seguiremos levantando los pañuelos blancos como bandera.
H.I.J.O.S. Capital
Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio
1 comentario
Las palabras de ustedes caminan junto a los pies de las madres. Abrazos
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