Libertad, autonomía, desmonte, territorio, justicia, verdad, memoria, lucha, dignidad, desalojos, soja, minería, petroleras, forestales, represión, muertes, criminalización, reparación histórica, salud, educación, agua, están entre los temas que se hablaron y expusieron en la Cumbre Nacional de los Pueblos y Organizaciones Indígenas, realizada del 3 al 5 de junio en Formosa.
Por Pablo Gramajo
Israel Alegre, nos cuenta: pertenezco al barrio Namqom, la comunidad es periurbano, el terreno que tenemos no alcanza para desarrollar nuestra cultura. Tenemos más de 750 familias, hasta ahora el gobierno no soluciona el problema de tierra, y todo esto que está pasando en mi comunidad, está pasando en toda la provincia, además el gobierno no reconoce al cuarto pueblo Nivakle, los otros tres somos los Qom, Wichí y Pilaga. La expectativa que nosotros tenemos es plantear toda esta situación, la demanda principal es el territorio.
Por su parte Felix Díaz comenta: tenemos muchas expectativas del impacto, para mostrar que estamos decididos de seguir la lucha. La situación en la comunidad sigue lo mismo, los problemas siguen, el doble comando no se ha cambiado nada. Se legitimó la confrontación interna, por los mismos estados, nos dieron una personaría jurídica nacional, y la provincia sigue manejandose a través de Cristino Sanabria, eso es una jugada para dilatar, y seguir la confrontación interna.
Carlos Méndez es Wichí, de Teniente Fraga, del lugar que actualmente se llama Formosa y nos dice: siempre estamos luchando por la comunidad, por la falta de agua, de vivienda. Es la primera vez que participo, agrega
Sobre la coyuntura
El que pregona la paz en el mundo, es el que produce más guerra, este es Estados Unidos. Los que hablan de reducir el hambre, son los mismos que van monopolizando las comidas. Los que hablan de golpe, de golpismo, de golpistas, son los homogeneizadores de la información, golpista en la percepción múltiple, y pasa lo mismo con la democracia, es decir que estos defensores son los grandes tutores, de los gobiernos oficialistas, los cuales con su lógica federal, se legitiman, para seguir su extractivismo, que deviene en desalojos de las comunidades que viven en esos territorios.
Pero entonces ¿Qué es la libertad? ¿Qué es la democracia? ¿Qué es la verdad? ¿Qué es la memoria? ¿Qué es la justicia? Según la percepción de aquellos, ni cerca andamos nosotros.
La coyuntura
¿La mediatización de la información, da existencia al hecho real de lo que sucede?, y lo que sucede si no se convierte en un hecho mediatizado ¿es inexistente? El binomio existente, es un veneno, sirve tanto, para curar como para matar según sean las conveniencias. Hago referencia a esto que sucede en nuestras geografías, desde el sur al norte, del oeste al este, llamada recientemente Argentina. El binomio, antes, ha sido la unidimensionalidad, es decir que la verdad, el bien, la belleza, la política, la religión, la moral, la ética, la justicia, eran los arquetipos eternos; la verdad una, la belleza una, la política una, la religión una, la moral una, la ética una, la justicia una. Pero como la cultura se reinventa, a la existencia le pasa lo mismo, ya que la existencia es la que reinventa la cultura y ésta a la existencia, por lo tanto lo unidimensional se ha reinventado en binomio.
El binomio está dividido exactamente, pesa lo mismo una parte como la otra. Casi no hay diferencia en ambas partes, aunque ellas se empecinen en mostrarse desigual a su otra mitad. En la historia que asistimos, una parte dice que estamos mejor en la calidad de vida, en la democracia, en la libertad, la otra por el contrario, anuncia que no hay democracia, menos aún libertad, de la calidad de vida no habla o habla poco, algo resuelto deben tener.
En las agendas políticas ambas partes quieren ser el cauce, una parte se muestra benefactora de los hechos e injusticias, la otra infla el hecho de injusticia, echándole la culpa a la primera. En lo benefactor la primera capitaliza los hechos, mostrándose con su pechera, “aquí estamos ayudando” (¿acaso no es la obligación de asistir?), la otra parte, capitaliza la injusticia que sirve para acusar a la primera que no responde como tendría que responder. Entonces, la capitalización de los hechos ambas partes la realizan. ¿En que si diferencian?, en que una, la primera quiere dibujar lo que hace bien, y la segunda dibuja sobre el mismo dibujo los complejos trazos del bien, y así ambas partes se disputan lo que es la mediatización de lo real.
¿Entonces qué función cumple lo existente-real, fuera de la mediatización? ¿Existe lo que no se informa como real? Tal vez la superficialidad de la vida, nos ha llevado a lo superficial de la existencia como real. Porque nos convencemos de ese binomio, o el binomio mismo nos convence que no hay otros hechos existentes reales, que solamente hay dos partes, una parte por aquí y otra parte por allá; y lo que ocurre aquí abajo donde crecen los yuyos, donde cantan los zapos y los grillos, donde las hormigas jalonan los diarios trabajos, ¿es inexistente porque no se a mediatizado?
Y la niña que no ha muerto por desnutrición, porque no ha nacido desnutrida, aunque su cuerpito este aquí, inexistente, ¿es real su existencia? Y tendría que decir No, no existe, porque es una no nata, una no muerta. Mientras la mediatización siga manejando el cauce de la existencia como real, seguiremos siendo números: dos, cinco, ocho, uno, siete; números inexistentes, porque no hay una tercera parte en el binomio, menos aun una cuarta, son ellos quienes rigen las agendas políticas, rigiendo lo existente-real, lo inexistente- no real.
Todo lo que quieran que seamos seremos, de acuerdo a su percepción pseudo- democrática, con sus medios de información. Pero la situación es clara: en Formosa se instaura un feudalismo federal, es decir que en las provincias de los gobiernos progresistas se profundiza el desarrollismo colonial, instaurado a nivel nación, que los medios oficialistas salen a pegar, porque no tenemos el color de ellos, y que los otros nos dejan en primera plana, para pegarles a los primeros, es decir a ellos.
Por esta parte, reconociéndonos andamos. Es presagio el árbol, que hoy es semilla, habrá que regarlo con palabras y hechos para que mañana cobije y de sombra a los que todavía no han llegado.