De la mano del Movimiento 26 de junio, en barrio Tablada comenzó a funcionar el Bachillerato Popular, una propuesta pedagógica integral para terminar la secundaria, con un fuerte anclaje barrial y en los movimientos sociales. Junto a la escuela Ética, impulsada por Giros en Nuevo Alberdi, son las dos únicas experiencias de este tipo en toda la provincia. En diálogo con enREDando, Sebastián Vivaldi, militante social y docente, nos habla del Bachi, de la complejidad delictiva en los barrios, de las redes del narcotráfico y del triple crimen de barrio Moreno, que gracias a la organización social y la lucha colectiva, hoy encuentra procesados a todos sus imputados.
Por Vivi Benito
Mate en mano y con una asamblea de la que participaron vecinos, alumnos y docentes, el lunes 15 de abril comenzó a funcionar un Bachillerato Popular en barrio Tablada, un proyecto de educación popular autónoma que desde la propuesta pedagógica de Paulo Freire, busca construir nuevas subjetividades y pensar herramientas para la vida cotidiana.
El Bachillerto, que aún no tiene nombre, porque decidieron ir moldeando su identidad entre todos, a medida que el proyecto avance, se cursa de lunes a viernes de 18 a 21 hs, en Convención 3715, en la zona sureste de Rosario. Tiene las mismas materias y contenidos mínimos que un EEMPA tradicional, pero está pensado y construido en la práctica por movimientos sociales.
“La idea es construir algo diferente a la educación tradicional. Es una manera de disputar un poco el poder del conocimiento. ¿Quien tiene ese conocimiento? Cómo se construye ese conocimiento? Nos apoyamos en la educación popular de Paulo Freire, entendiéndola como una herramienta de construcción contrahegemónica. Hoy por hoy la escuela ya ni siquiera puede contener la problemática social, tanto sea relativa a drogas, a la violencia o a la falta de trabajo”, nos dice Sebastián Vivaldi, docente y militante del Movimiento 26 de Junio (nucleado en el Frente Popular Darío Santillán).
Este tipo de experiencia político pedagógica nació en el marco de movimientos sociales, fábricas recuperadas y organizaciones territoriales. El FPDS lleva años de recorrido con los Bachilleratos Populares en el Conurbano Bonaerense y en Capital, actualmente cuenta con once bachilleratos oficializados por el Ministerio de Educación del GCBA.
“Buscamos que no sean contenidos aislados como conceptos que quedan en la nada, sino que se pueda transformar en herramienta de un uso cotidiano para los/as vecinos/as. Queremos que sea significativo el aprendizaje, rompiendo con la tradicional transmisión de conocimientos y con la jerarquía del sistema que pone al docente en un lugar muy por encima del estudiante”, señala Sebastián.
El equipo docente está integrado por unos 20 profesionales, quienes -según los módulos temáticos- trabajan en parejas, tríos y quintetos pedagógicos, tal es el caso de la materia “Biología y salud integral”, coordinada por Sebastián Vivaldi junto a dos médicos, una psicóloga y una bióloga.
En Rosario, en este primer año el alumnado está conformado por 20 compañeros/as, en su mayoría militantes del M26 de junio de barrio Tablada, Moreno y Vía Honda. “Se han acercado muchos vecinos, pero como todavía no está oficializado, aprovechamos para recorrer esta lucha por el reconocimiento oficial con estos cumpas del Movimiento que necesitan hacer el secundario”, explica Sebastián.
Una de las materias del plan de estudio que dan ganas de cursar es “Movimientos Sociales y Nuevas Subjetividades”, desde sus contenidos se apunta a conocer la historia, el funcionamiento, los sentidos políticos y metodología de los movimientos sociales latinoamericanos, entre ellos el Movimiento Sin Tierra de Brasil y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, de México.
En nuestra provincia esta es la segunda experiencia de Bachillerato Popular, luego de la escuela Ética, impulsada en el barrio Nuevo Alberdi por el movimiento Giros, cuya primera promoción será este año.
Tramas delictivas vs. organización
Hablar de educación y de un nuevo proyecto de aprendizaje(s), nos lleva a preguntarnos sobre la realidad cotidiana, en particular de los barrios donde el M26 de Junio desarrolla su proyecto político territorial. Actualmente la agrupación trabaja en Tablada, Alvear, La Cerámica, Moreno y Vía Honda.
“Más allá de cierta calma, no podemos decir que el barrio está tranquilo, siempre hay sucesos, sobre todo vinculados al narcotráfico, a las disputas por el territorio, el enfrentamiento entre bandas antagónicas que luchan todo el tiempo. En Tablada la lucha se da entre una bandita que es la del tanque y los del puente. Incluso han matado a personas allegadas al Movimiento. Hay momentos que son muy tensos, algunos días a las 8 metete en tu casa y no salgas más porque están muy sacados. Hace poco hubo un allanamiento donde encontraron la ametralladora con la que mataron a los compañeros de barrio Moreno, ahí mismo en Tablada”, relata Sebastián, preocupado por la violencia diaria y por la falta de una significativa presencia estatal.
“Es bastante cotidiana la violencia, pero bueno, también siempre está presente el movimiento, los militantes, las actividades, los emprendimientos productivos, las cosas pasan y hay que seguir estando. Es complejo, uno no naturaliza lo que pasa pero se va adaptando, lamentablemente esto pasa en todos los barrios. Por ejemplo en Vía Honda (Bv. Segui y Avellaneda), para llegar a nuestro local tenemos que pasar por la casa del que vende droga, es algo cotidiano. El único resguardo que tenés es que te conozcan, charlar con los vecinos, invitarlos a participar de los espacios. Estar”, agrega.
Entre los emprendimientos productivos sostenidos comunitariamente se encuentran el de Rotisería, en barrio Moreno; Textil -indumentaria y estampas en serigrafía- en Vía Honda y el de Panificación, en barrio Alvear. “Creemos que hay muchísimas cosas por transformar, que el pueblo tiene la capacidad para hacerlo por eso creemos en la democracia de base, en la toma de decisiones colectivas en asambleas. Seguimos empecinados en este camino porque creemos que es la manera. Desde distintos lados se da la disputa, nosotros lo hacemos desde el territorio porque hoy por hoy es el sector más vulnerable y más golpeado del sistema”, opina el militante social.
Este año el M26 de Junio decidió ampliar y profundizar su estrategia política y junto al movimiento Giros forma parte del Frente para la Ciudad Futura, un nuevo proyecto político que está trabajando fuerte en la ciudad de Rosario. “Queremos mostrar que hay otra forma de hacer política, que no es sólo la plata, el asistencialismo, mostrar que hay organizaciones que sin los recursos y sin el aparato del Estado construye puestos de trabajo, espacios de formación, escuelas populares. Ese es el objetivo, potenciar y multiplicar la práctica más allá de los territorios en los que estamos. Nosotros hacemos lo que el Estado dejó de hacer, por voluntad política también. En los territorios que dejaron librados a los policías, a los narcos, ahí damos la disputa, poniendo el cuerpo y con un proyecto político”, sostiene Sebastián Vivaldi, sobre el final de una extensa charla.
Y fue, precisamente, a partir del trabajo territorial y de la movilización popular de la agrupación, que el triple crimen de los militantes Jeremías Trasante “Jere” (17 años), Claudio Suárez “Mono” (19) y Adrián Rodríguez “Patón” (21) -ocurrido la madrugada del 1° de enero de 2012- no pasó de largo como un hecho policial más, no quedó impune, y hoy están procesados todos los imputados.
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