Movimientos sociales hacia el ALBA: un camino común
Venimos de una larga lucha contra la dominación capitalista, las políticas neoliberales, el imperialismo. Esta parte del hemisferio, América, ha vivido el accionar de los sectores populares en diferentes etapas. De esa forma, se ha ido construyendo un proceso histórico de convergencias en las calles, en los foros sociales y otros espacios en busca de alternativas al modelo impuesto. Precisamente, en uno de esos encuentros, en el Foro de Belem del 2009, movimientos y organizaciones de amplia base social trazamos un camino común. Comenzamos a unirnos en la Articulación de Movimientos sociales hacia el ALBA.
Entre los días 6 y 11 de abril próximos, en la Escuela Nacional Florestan Fernandes, en Brasil, volveremos a encontrarnos en lo que será la I Asamblea Continental de los Movimientos Sociales hacia el ALBA. Será la oportunidad para debatir cuánto se ha avanzado en la construcción de este proyecto integracionista desde los movimientos sociales. En un contexto como el de hoy, en que es indispensable dar continuidad a nuestras luchas históricas, a la organización continental que logramos en difíciles y a la vez eufóricos momentos, como durante la campaña contra el ALCA; y seguir apoyando e impulsando las iniciativas que, con una amplia mirada popular, se ponen en práctica, como el ALBA surgida en 2004, entre los gobiernos de Venezuela y Cuba, abrimos las puertas a un debate representativo de nuestras fuerzas a lo largo de la región.
Los principios del ALBA, entre ellos, la complementariedad y la solidaridad, nos han servido de guía. Pero también, la experiencia práctica de echar a andar proyectos entre los pueblos. Como parte de la Articulación de movimientos sociales hacia el ALBA, además de integrarnos a las misiones populares que llevan adelante los gobiernos que suscriben esta iniciativa, hemos puesto a funcionar muchas otras con nuestras propias manos. Fundamentalmente en la formación teórica-política de los y las militantes; en la producción, donde hemos rescatado la agroecología; en las maneras asociativas, cooperativas, comunitarias de relacionarnos, se visibilizan nuestros logros. Asimismo trabajamos otros ejes como la solidaridad, por lo cual brigadas de diferentes movimientos sociales han llegado a Haití, a Honduras u otras zonas o se han difundido mensajes de apoyo al proceso bolivariano y otros que cambian a favor de los pueblos el mapa político de las Américas. A través de la movilización, la Articulación ha sido impulsora o se ha unido a distintas jornadas de lucha en la región. En la comunicación popular, grandes han sido los trabajos articulados a nivel continental y con las voces de los movimientos y organizaciones sociales, pero aún nos queda bastante por perfeccionar teniendo en cuenta la disputa de sentidos que enfrentamos. Con autonomía, pero respondiendo a las exigencias de nuestra coyuntura, tenemos el propósito de consolidar un proyecto popular, “un internacionalismo desde abajo y a la izquierda”.
Nuestra reunión contará con movimientos sociales de casi todos los países de la región, identificados con este proceso. Previamente, como sugiere la última circular enviada por la secretaría operativa con sede en Sao Paulo, es necesario estimular la realización de plenarias nacionales para diagnosticar desafíos y puntear también las acciones que, luego, al compartirse en la asamblea continental, puedan figurar en un plan para la Articulación.
Entre los diferentes temas que nos servirán de brújula al encontrarnos en abril se encuentran: la crisis mundial del capitalismo, las estrategias del capital y del imperio en el continente; los modos de construcción de nuestro proyecto de integración popular, así como aspectos organizativos de la articulación, a nivel nacional y continental. En mesas temáticas, abordaremos la resistencia contra la militarización, las bases militares, la criminalización de la protesta social y las agresiones del imperio; la batalla contra las transnacionales, las privatizaciones y la desnacionalización; la crisis climática y los derechos de la Madre Tierra, los derechos de los pueblos originarios de Nuestra América y la lucha por el Buen Vivir; como la necesaria solidaridad internacional entre pueblos hermanos.
Un momento esencial lo conformará la discusión sobre el funcionamiento orgánico: líneas políticas, consensos y desafíos de la Articulación de Movimientos sociales hacia el ALBA. Con todo lo brindado por los capítulos de cada país más los acuerdos que surjan en la Asamblea Continental y luego de días de intercambio y diálogos, se definirá un plan de acción para que cada Capitulo pueda llevar a cabo en su país.
El camino ya empezó a recorrerse hace varios años; hoy día nos toca reafirmarlo corrigiendo los errores cometidos, fortaleciendo los procesos populares desplegados en toda América, sumando más voluntades y convencidos/as de que un nuevo tiempo histórico estamos forjando… uno en que los y las de abajo somos los y las protagonistas.