En movimiento
¡Existimos! fue una de las primeras consignas de la agrupación. Un grito común. Una voz que a veces queda afónica ante la falta de respuestas. A través de diversas acciones, “Sin barreras Rosario” trabaja por la inclusión plena de las personas con discapacidad, exigiendo políticas integradoras. Paradojas de estos tiempos de sobreabundancia de lo visual y de discursos progresistas: poder mirar a nuestro alrededor y respetarnos en las diferencias. En diálogo con enREDando nos detallan el abanico de actividades que sostienen día a día.
Por Vivi Benito
Si hay algo que no le falta a esta casa es movimiento, circulación de personas y de ideas. Los mates pasan de mano en mano, también folletos, revistas, un almanaque con fechas pintadas en fluor. Chicos y grandes entran y salen, también un par de perros, que no se pierden la oportunidad de las caricias.
Desde hace 23 años Claudio está en una silla de ruedas a causa de una grave Meningitis, cuenta que haber conformado el grupo le cambió la vida. Lo sacó de la lucha solitaria. De la impotencia de tener que atravesar por una sucesión de obstáculos -laborales, urbanos, culturales- para lograr la autonomía personal y económica. “Yo hasta el momento en que decidimos formar el grupo, estaba confinado en mi casa con la computadora”, me dice, dejando entrever la realidad por la que atraviesan tantas personas que están en las mismas condiciones.
“Uno de los compañeros, Daniel, tiene una hija con síndrome de down, es acompañante terapéutico y está siempre en contacto con diversas organizaciones, me enseñó mucho y conoce un montón de la problemática. Con él empezamos en el 2009, el objetivo era trabajar contra las barreras arquitectónicas, los cordones altos, para que haya rampas y colectivos adaptados”, explica.
Claudio Halcovich, es hoy el presidente de Sin Barreras Rosario. Desde que la idea de agruparse empezó a tomar forma, su casa pasó a ser sede de las reuniones, lugar de encuentro, de construcción de nuevas perspectivas para muchas otras personas con discapacidad. Y en el barrio comenzaron a hacerse actividades populares junto a otras instituciones que se sumaron a la propuesta de trabajar por la visibilidad y concientización sobre la problemática.
“Yo tengo derecho a ser feliz es un evento barrial que hacemos en el mes del día del niño, y del día de la No discriminación. Tiene que ver con rescatar los derechos que tenemos todos. Compartimos la merienda, regalos y participan artistas del barrio: murga, folklore, cumbia. Es importante porque sumamos y ganamos el barrio”, detalla Claudio el espíritu de esta movida, que tuvo lugar el domingo 26 de agosto. También junto a clubes e instituciones del barrio, cada tres meses realizan la jornada de juegos y recreación “Por amor al deporte”, en distintos parques de la ciudad.
Comisión de Derechos Humanos
El objetivo inicial de la organización con el tiempo se fue ampliando a cuestiones laborales, informativas, de salud (deportivas), hasta lograr la participación en ámbitos formales como la Comisión Asesora de Derechos Humanos del Concejo Municipal, donde una vez por mes son portavoces de las problemáticas de las personas con discapacidad.
Quien participa de las reuniones es Sergio Donati: “A nosotros nos interesa aportar, dar una mano, pero muchas veces desde lo político se peca de soberbia. A ellos les corresponde actuar. Por ejemplo, las sillas de rueda a motor no pueden subir por las rampas porque son muy altas y se dan vuelta. ¿Alguien los consultó? Porque es básico preguntar, sino hacer rampas por hacer no tiene utilidad”, detalle uno de los tantos temas trabajados.
Sergio se sumó este año al grupo, es el churrero del barrio, uno de los referentes grupales en dicha Comisión y el encargado de los trámites que constantemente necesitan hacer en el marco de los distintos proyectos. Fue a partir constatar que no se cumplía la Ley que establece un cupo laboral en la administración pública para personas con discapacidad, que abrieron el debate en la Comisión.
“En una reunión preguntamos qué estaba pasando con este cuatro por ciento que por ley se establece para personas con discapacidad, que acá en Rosario no se cumple, pedimos que nos expliquen porqué no se incluye a las personas con discapacidad. Trabajamos en el tema y antes de irse, el ex intendente Lisfschitz, dijo que iba a implementarse en los próximos dos años. Ahora nosotros somos fiscales de que esto se cumpla. Sino, volveremos a la carga”, observan. Cabe recordar que la Ley Provincial de Discapacidad Nº 9325 (y leyes nacionales N° 22.431 y N° 25.689), obliga a que un cuatro por ciento de las plantas de empleados de los organismos del Estado, entes autárquicos y descentralizados debe reservarse a personas con discapacidad.
Tachero amigo
Cada una de las acciones que desarrollan van surgiendo a partir de la experiencia propia, de las dificultades que las personas con discapacidad sobrellevan todos los días, como le pasó a Claudio una mañana que intentó tomar un taxi y el tachero se negó a llevarlo argumentando que no tenía lugar en el baúl para la silla de ruedas.
Luego del mal momento la bronca se transformó en denuncia, a través de las redes sociales y de los medios, hasta que llegó a oídos de la Secretaría de Servicios Públicos. “Cuando se enteraron, desde el área municipal nos propusieron como institución realizar dos clases de capacitación y sensibilización a taxistas y fuimos. Para llegar al salón había que subir dos pisos por escalera, me subieron levantando la silla. Yo no fui a darles cátedra, sólo conté mi experiencia, les hicimos preguntas y escuchamos sus argumentos. Fue interesante, sirvió para que empiecen a tomar conciencia”, opina Claudio, entre desconcertado y satisfecho por la actividad.
Además, y también junto a los taxistas, el 20 de julio realizaron la jornada “Sé mi amigo… sin barreras” en la Terminal de ómnibus. “Tratamos de ser sutiles, nos acercamos con un mate a conversar, les entregamos bolsitos con perfume para los autos. La idea es instalar el tema desde otro lugar, explicamos nuestra situación y posibles soluciones, como poner un portatuto para llevar las sillas. Todo quedó en el planteo de ver como se soluciona”, explica Daniel Galiano, mostrándome fotos y la revista institucional que editan cada dos meses.
Visibilidad e información
Este año el grupo presentó un petitorio a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) solicitando que la oficina se instale en la planta baja, en un lugar accesible para las personas con discapacidad. Y realizó variadas acciones de escrache a las empresas de transporte que no cumplen con los pases que por ley deben entregar a las personas con discapacidad.
Por otro lado, entre las actividades de intervención en espacios públicos, desde que arrancaron, todos los años llevan adelante el “Vía crucis de los excluidos”, una original acción de visibilidad que invita a recorrer las calles céntricas hasta llegar al Concejo Municipal, y que convoca a cientos de personas e instituciones.
Otra de las patas importantes de la organización es la campaña de información “Juntos es más fácil”, mediante la cual ofrecen datos de contacto sobre las instituciones dedicadas a la problemática de la discapacidad. “Este año actualizamos el listado, tenemos 45 instituciones. En el folleto hay herramientas para hacer deportes, para gestionar la pensión, grupos de autoayuda, además de otras instituciones, tenemos intenciones de enredarnos, todos nuestros proyectos tienen que ver con otros grupos. Aisdro, Aplir, Plenitud, Voluntarios Horas de lectura, tenemos amplitud y nos interesa abrir la cancha”, nos explican los compañeros, invitándonos a escuchar el programa de radio que hacen los jueves a las 18 en Aire Libre, Radio Comunitaria (FM 91.3).
Estando en continuo movimiento y formando redes, Sin Barreras Rosario busca ampliar el horizonte de posibilidades. El juego está abierto, las leyes integrales de protección de derechos están vigentes desde hace años, parece la paradoja más grande en estos tiempos de sobreabundancia de lo visual y de discursos progresistas es poder mirar a nuestro alrededor, reconocernos y respetarnos en las diferencias.
Contactos:
Claudio Halcovich (0341) 15 6240551
email: sinbarreras_rosario@hotmail.com
web: www.sinbarrerasrosario.blogspot.com