Con la antena en la tierra
La radio comunitaria Poriajhú cumplió un año de estar en el aire. Un proyecto largamente deseado por la organización de Capitán Bemúdez, que parada desde los fértiles territorios de la educación popular y la economía solidaria, siempre sumó a la comunicación popular como brazo de trabajo y militancia. La radio y el barrio, la nueva ley de medios, el contexto político y la incorporación de las nuevas tecnologías son algunos de los temas sobre los que enREDando dialogó con los integrantes de la radio desde el mismo estudio de grabación.
Hace un año, la antena plantada en el corazón del barrio Copello de Capitán Bermúdez, inició sus transmisiones para el mundo entero. Y no exageramos. Es que Poriajhú sumó a su proyecto de inclusión social una radio comunitaria para eso, para amplificar su voz lo más posible. El 1ro. de mayo de 2010 presentaron a la comunidad FM Poriajhú, 90.7, una radio para otro mundo.
Poriajhú trabaja en el barrio desde 1997. Uno de sus primeros proyectos fue un taller de música que devino en taller de radio. “Para nosotros la radio es un proyecto largamente acariciado. Desde el 2006 venimos trabajando para que nuestra radio esté en el aire, pero como deseo y como proyecto desde varios años antes” comparte Carlos “Toki” Giampani, referente de la organización. “Ponerla en el aire fue una cosa maravillosa para la organización y para los compañeros y compañeras y por el impacto en el barrio y la ciudad. A un año de empezar sentimos que recién nos estamos instalando pero estamos satisfechos con lo que hemos logrado”.
En un año de vida la radio logró completar una grilla de programación de lunes a viernes de 7 de la mañana a 7 de la tarde y los sábado de 9 a 12. Los históricos Reporter Poriajhú todos los días a las 18 y Tomátelo con Soda, los sábado de 9 a 12, antes difundidos por Radio Centenario -hoy salen en dúplex. Como integrantes de FARCO se suman a las retransmisiones de los informativos de FARCO, de Contacto Sur, el informativo latinoamericano. Tranmiten también Radiochanguitos y programas de la Red de Comunicación Indígena. En breve contarán con un programa taller los sábados por la tarde en el que difundirán los trabajos de jóvenes de la zona que quieren aprender a hacer radio. También se encuentran abocados a armar la programación del domingo.
El Hormiguero y los Mandingos
De lunes a viernes, de 9 a 12, “El Hormiguero” se pone en funcionamiento. Seis hormigas laboriosas y muy organizadas se reparten las tareas para ponerlo a trabajar. Comparten la mesa del estudio Toki, Oscar y Enzo. Algunas mañanas se suma Marita. En los controles, Julieta, y coordinando la producción, Analía. El móvil lo aporta Maru. Con un formato de magazine, El Hormiguero suma lo local, lo regional, lo nacional y lo latinoamericano.“Hicimos notas por Skype cubriendo desde el intento de golpe de estado en Ecuador, hasta los sucesos de Japón, con amigos que tenemos viviendo en Tokio”.
“Este es para nosotros otro gran logro: un programa con un equipo de seis personas todos los días” destaca Toki. Yde la mano del logro aparece el desafío que se plantea por estos días la radio: el financiamiento. “Estamos trabajando para que la radio tenga estabilidad económica que le permita proyectarse con tranquilidad. Hoy destiandmos nuestros ahorros a eso. Queremis lograrlo con publicidad oficial, con fuentes internacionales y también publicidad comercial. Si queremos hacer una radio grande no podemos hacerla con más del cincuenta por ciento de trabajo voluntario. La tenemos que hacer con trabajo rentado y con trabajo militante pero reconocido, porque no se puede mantener a la familia y estar todas las mañanas acá en la radio. Nuestro deseo es que sea una radio comunitaria, con alto grado de profesionalismo y sustentable” señala Toki.
Por las tardes «la radio cuenta con un segmento donde el acento está puesto en lo cultural, en las cosas cotidianas que nos pasan” nos cuenta José Matteucci, conductor de Los Mandingos de la Siesta, al aire de lunes a viernes de 13 a 15. La consigna del programa es indagar qué pasa en Capitán Bermúdez a esa hora y para averiguarlo José sale a recorrer el barrio y la ciudad, “con una bicicleta muy ruidosa, mal aceitada. Me dicen los oyentes que se escucha el ruido de la cadena al aire. Transmitimos como si fuera una llamada al aire. Estamos puliendo la idea de crónica radiofónica». Los Mandingos es además un programa de variedades con secciones dedicadas a lo artístico, al cine, la música, la historia. «Usamos este modelo: una persona que está apasionada con un tema es productora de una sección y responsable de ese espacio en el programa. Este modelo es el que queremos pensar para la radio toda. Hay gente del barrio pero también de otros lugares. Porque la propuesta es desde el barrio pero no solo para el barrio».
FM Poriajhú no es una radio barrial, es una radio comunitaria. “Nuestra identificación dice “Desde la tierra para otro mundo”. La antena está plantada en el barrio. Podríamos haberla hecho en otro lado, pero la hicimos acá y la gente lo agradece y lo reconoce”. La radio también es reconocida por la calidad de su música, por la variedad y selección. Enzo, columnista de el Hormiguero, agrega: “la gente antes tenía la radio clavada en el dial de la única FM que había en Bermúdez. Ahora nos dicen que nos escuchan, que les gusta lo que hacemos. Empezaron a correr el dial. Eso me parece muy importante”.
Militantes de Ley
Las gestiones para obtener la frecuencia radial se hicieron en un momento clave de la radiodifusión argentina. Si bien aun no tienen la autorización definitiva, comenzaron en el 2006 bajo el reinado de la Ley de Radiodifusión vigente desde la dictadura militar y salen al aire con la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. “Nosotros somos militantes de esta ley. Primero porque estamos convencidos, segundo porque somos parte de FARCO y tercero porque si bien podrían hacerse mejoras, reconocemos que nunca se logró algo así” enumera Toki. “Hay compañeros con los que hemos compartido posturas políticas e ideológicas que nos han decepcionado porque se pusieron a mirar con lupa todo lo que se podía mejorar de la ley sin valorar los intereses que se están enfrentando. Creemos que esta ley va a ser efectiva en la medida en que la sigamos peleando. No por algo los grandes monopolios de la comunicación argentina y latinoamericana se están oponiendo a este tipo de leyes en varios países de la región”.
La charla en torno a la Ley invita a pensar en el actual contexto político. Y en este sentido Poriajhú tomó partido. “Somos una organización independiente políticamente. Venimos del marco teórico de la educación popular y los más antiguos de la teología de la liberación. Como educadores populares que somos nuestro objetivo final es la conciencia política. Lo decimos siempre. Sucede que no siempre se nos presentaban contextos en donde la conciencia política no significaba sólo ser oposición. Como dice una compañera “no estamos acostumbrados a ser oficialismo”. Estamos medio desorientados. No porque no tengamos críticas y críticas importantes que hacerle a esta propuesta del kirchnerismo. Creemos que falta mucho pero se hicieron tantas cosas maravillosas que nunca creímos que iban a ocurrir, y que no hace falta enumerar. Como organización nos costó dar el paso de expresar públicamente nuestro apoyo al proyecto de Cristina y acá en Santa Fe a Agustín Rossi. A nivel local, en Capitán Bermúdez no apoyamos a nadie. No tenemos por qué convertirnos en un partido. Pero hay que tener conciencia de que o elegimos este proyecto con el cual hemos logrado cosas o corremos el riesgo de caer en lo peor del PJ, lo peor del radicalismo. Eso es caer otra vez en los monopolios. Y no es lo que nosotros queremos”.
La charla se interrumpe. Desde los controles avisan que vuelven al aire. Las preguntas de enREDando los dejan con ganas de compartir definiciones, de volver a decir lo que son, lo que eligieron ser, desde dónde eligen hacer periodismo y para qué hacerlo. Y entonces, ¿por qué no recordárselo a la audiencia? Y así lo hacen Enzo, Toki y Oscar.
Los sentidos de la tecnología
Marita, convertida en rata de Biblioteca por Los Mandingos de la Siesta sale por teléfono y pasa una gacetilla. Analía le avisa a Toki a través de un sistema de mensajes que comparten en sus computadoras –una en los controles, otra en el estudio– que un oyente envía saludos desde Africa vía Twitter. Es que Poriajhú utiliza todos los recursos que ayuden a difundir y amplificar lo que hacen. Para Toki “el proceso de sumar nuevas tecnologías es fundamental. Desde que arrancamos queríamos estar en Internet y vemos que produce efectos. Por empezar produce sorpresa como tener oyentes en África. Nos comunicamos a través del Skype, sin gastar teléfono y hacemos notas con gente de otros países. Nuestro Facebook tiene 769 amigos que a veces se mandan desde ahí a comunicar cosas, lo toman como un medio. No podemos no tomarlo si nos dedicamos a la comunicación. Tal vez este tipo de radio dentro de unos años sea obsoleto, igual vamos a poner una antena y un equipo más grande. Nosotros la comunicación la pensamos desde la radio pero ojala algún día lleguemos a ser –y este es nuestros objetivo– un microomultimedio. Contar con una televisora, un periódico papel, un periódico digital”.
José Matteucci además de conducir “Los Mandingos de la Siesta”, tuvo mucho que ver con la incorporación de estos tentáculos tecnológicos a la radio. “Estudié comunicación y siempre había estado relacionado con la organización. Cuando surgió la radio me sumé y fuimos viendo cómo se la podía potenciar a partir de otras herramientas. Creamos la página de la radio, que se sumó a la página institucional de la organización. Veíamos que había material muy importante que, por la condición efímera de la radio, pasaba. Entonces, empezamos a subir a la página los audios de las entrevistas, lo que implicaba un trabajo importante de edición. Después surgió la posibilidad de transmitir en vivo a través de internet, y se logró. Para nuestra radio es importante porque en Baigorria, localidad que está al lado, hay interferencias en la frecuencia, entonces mucha gente nos sintoniza en Internet. Después creamos la comunidad en Facebook, que es una fuente de retroalimentación porque hay oyentes que empezaron a aportar cosas a la radio, desde temas musicales hasta notas que comparten en el muro de la radio y después leemos al aire. También comentan las publicaciones de la radio, que a veces son consignas, preguntas, testimonios”. José recuerda la transmisión del último 24 de marzo. Los conductores de la radio contaron cómo fue su 24 de marzo de 1976, qué estaban haciendo aquel día cuando se enteraron del golpe de estado. “A personas que estaban escuchando la radio eso les trajo alguna experiencia y la compartieron en Facebook”. En esta búsqueda, sumaron una cuenta de Twitter. “No la manejamos directamente, sino que lo que se publica en Facebook desde la radio sale en Twitter. Cuando nos ponemos a revisar el tráfico que va hacia la página de la radio, la mayoría viene desde Twitter, acceden a los contenidos de la radio desde ahí. Eso nos sorprendió y confirmamos que también sirve la cuenta de Twitter”.
Si bien el campo de las tecnologías es puro potencial, también plantea algunas dificultades. “Nosotros como equipo de trabajo estamos aprendiendo mientras lo hacemos. Para transmitir en vivo en internet fueron días de que no funcionara, de cambiar de portal que ofrece el servicio. Ahora encontramos uno que parece que funciona pero por ahí nos llegan mensajes de que no se escucha. Eso es lo bueno de tener el Facebook. Nos enteramos en seguida cuando alguna cosa falla”.
José participa del taller de radio que hará el programa los sábados por la tarde. “El taller lo estuvimos dando primero en Granadero Baigorria en el marco de Plan «Argentina Joven por más y mejor trabajo» para chicos que no terminaron la secundaria y que están desempleados. Ahora va estar estable y permanente en la radio. En el taller vemos bastante dificultad para interactuar con esta herramienta. Era algo totalmente distinto a lo que imaginábamos. Pensábamos que por ser jóvenes iba a ser mucho más fácil hablarles de esto que de cuestiones referidas a la radio en general, a la palabra como herramienta. Y no. También ahí se notó la brecha”. El proyecto es crear un espacio escuela en la radio, «un laboratorio radial y que de ahí vayan surgiendo los nuevos actores de la radio. El modelo de radio comunitaria que queremos tiene que ver con eso. Queremos ir capacitando a todos los que tengan inquietudes radiales e ir formando equipos de trabajo mixtos, alguien profesional y otro que tenga la inquietud y la necesidad de participar, como un hecho de comunicación popular” concluye José mientras prepara todo lo que necesita para convertirse en Mandingo y salir con su bicicleta ruidosa a recorrer la ciudad.
Y así se pasaron los Poriajhú todo un año trabajando, y la radio no cesó de crecer y de fortalecer su proyecto de comunicación. Entonces, ya saben. Si quieren saber cómo se construye un proyecto de comunicación popular, escuchen Radio Poriajhú.