Sobre ruedas
Desde 1962, el Club Rosarino de Lisiados (Crol) trabaja autogestionadamente por la integración de personas con discapacidad. En sus primeras décadas desarrollaron varios deportes adaptados y hasta conformaron un coro. Hoy sólo hacen básquet. El esfuerzo compartido se trasluce en la fuerza y actitud de este grupo de compañeros, deportistas y amigos que, a pesar de tener que entrenar en otros clubes -por falta de un lugar propio- son los actuales campeones de la Liga Nacional de Básquet sobre sillas de ruedas.
Por Vivi Benito
Buena práctica (publicada 30/11/2011)
La pelota pica una y cien veces, pasa de mano en mano. Rápida. Certera. Me llama la atención la exactitud de los pases, y más todavía, la velocidad que va tomando el juego con el rodar de las sillas. La garra de los jugadores.
Con admirable táctica recorren toda la cancha hasta convertir, y el esfuerzo va destacándose en el marcador, tanto como en la vida cotidiana de este grupo de compañeros que juega al básquet y también se divierte. Que hace de esta disciplina una herramienta de integración, y que el año pasado alzó la copa del Campeonato Nacional de Primera División de Básquet sobre sillas de ruedas.
“Juego al básquet hace 6 años. Hace 19 que estoy lisiado, yo era jockey, iba a caballo y tuve un accidente traumático ejerciendo la profesión. Cuando la discapacidad no es de nacimiento, se genera un cambio grande en la vida. Con el tiempo ves que hay otros que están en iguales condiciones o peor, y te sirve. Empecé la rehabilitación en Buenos Aires, las primeras veces que fui a hacer actividades me hizo el clic de que puedo seguir adelante”, nos cuenta Mario Coletti, quien antes de integrarse al Club Rosarino de Lisiados (Crol) jugó en Central Córdoba.
A su lado está Fabio Almagro, actual presidente de Crol. Su discapacidad motriz fue a causa de un accidente de tránsito. Juega al basquet adaptado desde hace 16 años.
“Nuestra idea es que no sea un club netamente deportivo, sino también social. Para las personas discapacitadas no es facil elegir un club y hacer un deporte adaptado, porque hay poco. Nos encontramos con gente discapacitada que no siempre le interesa el básquet, igual la invitamos a sentirse parte, para que vea que hay personas con distintas discapacidades y que la vida continúa. Muchos se quedan deprimidos en la casa pero de esta manera es más facil superarlo”, agrega Fabio, poniendo en palabras el espíritu del club.
“Dentro de lo deportivo tratamos de hacerlo recreativo, de aventura. Especialmente cuando salimos de viaje, la idea es ir con tiempo, disfrutar el lugar, conocer, cocinar entre todos. Para mucha gente esta es una de las pocas posibilidades de conocer otros lugares, y este es un buen pretexto”, nos explican.
Fabio y Mario están entre los cinco jugadores de Crol que a su vez integran el Seleccionado Nacional de Basquet Adaptado, que en el mes de noviembre participará de los Juegos Parapanamericanos en Guadalajara (México).
Medio siglo de historia
La mayoría de quienes hace 49 años pusieron en marcha el Club Rosarino de Lisiados hacían rehabilitación en el ILAR (Instituto de Lucha Antipoliomielítica y Rehabilitación del Lisiado) y coincidieron en la necesidad de conformar una institución para la integración de personas con discapcidad desde el deporte y las actividades socioculturales. Allá por el 62 estuvieron entre las primeras de este tipo en el país.
Ricardo Iocco, actual secretario de Crol, y uno de sus primeros integrantes, nos relata que antes las actividades deportivas estaban centralizadas en atletismo y natación, básquet se empezó a practicar a mediados del 60. “También había actividades culturales, el club llegó a tener un coro integrado formado por personas discapcitadas y no discapacitadas. En el 66 se consigue que la Municipalidad cree la playa de estacionamiento en plaza Sarmiento, a partir de nuestra iniciativa las personas que trabajaban en las cabinas de atención eran todas de la institución”, recuerda Ricardo.
Desde sus inicios la institución se sostiene en forma autogestionada, actualmente la única disciplina que practican es el básquet. Las sillas de ruedas que utiizan son adaptadas, no convencionales, cumplimentando con normas internacionales de seguridad, por lo que su costo es significativo.
A lo largo de 49 años de incansable trabajo, por falta de recursos económicos no han podido tener una sede propia, e itineran por instalaciones de otros clubes para poder entrenar.
“En todos estos años hemos hecho las reuniones y practicado en distitnos lugares: atletismo en el Estadio Municipal, natación en el Provincial y en Huracán. Básquet, en el club Policial y desde hace 5 años estamos en el Complejo Belgrano Centro. La Municipalidad nos da el lugar sin cargo, además nos lo facilita para competir los fines de semana”, señala Ricardo.
Con respecto a la posibilidad de contar con un predio, una lucecita parece encenderse a partir de la conformación de la Asociación Rosarina de Deportes Adaptados (ARDA). “Estamos tratando de conseguir un predio, en Rosario hemos conformado ARDA, que nuclea a todas las instituciones que hacemos deportes adaptados, con personas que tienen cualquier discapacidad. Somos 10 instituciones, juntos estamos viendo de tener un lugar en común, la idea no es que sea exclusivo pero sí que estas instituciones tengamos preferencia en el uso”, adelanta Iocco, esperanzado.
Apoyo del Estado
El único aporte económico que el equipo recibe con regularidad proviene de un fondo creado a través de una ordenanza municipal. “Una ordenanza del año 84 creó un fondo para discapacitados con un porcentaje de las entradas a los espectáculos públicos, más una parte del Registro e Inspección. Ese fondo es cogestionado por la Dirección de Inclusión para personas con Discapacidad y todas las instituciones que trabajamos con discapcitados”, explica Iocco, y agrega que la mayoría de las sillas adaptadas las compran con ese aporte.
“En el marco de la provincia el apoyo es menor, la Dirección Provincial de Inclusión para Personas con Discapacidad se creó con este gobierno (en 2007), no tiene un presupuesto”, acotan los jugadores, conociendo en detalles las pocas opciones que el Estado brinda al deporte adaptado.
A la hora de competir en la Liga Nacional, los compañeros también se autofinancian y en general viajan en vehículos particulares. Por estos días los preocupa la movilidad en lo relativo a grandes distancias, ya que pronto tienen que viajar a Río Gallegos y para muchos de ellos -dado el tipo de discapacidad- es imposible hacerlo por vía terrestre. “Se nos hace muy difícil y en avión el costo es altísimo. Hemos abierto varias líneas para lograr apoyo. Hay pocos esponsor para el deporte amateur, todo va para el deporte profesional, esperar aportes de privados es como una utopía”, señalan.
Mientras los veo jugar frente a un equipo de Bahía Blanca, pienso: en las veredas rotas, en las pocas rampas existentes en la vía pública. En los mil y ún requisitos para conseguir trabajo. En las políticas de inclusión. Pienso.
Los equipos siguen la pelota a toda carrera y una silla se da vuelta. Con naturalidad el jugador se levanta, se sube y abrocha el cinturón. El partido continúa.
Contactos:
email: crol_rosario@yahoo.com.ar
Prácticas: Lunes 21.30 – Miércoles 20.30
Lugar: Complejo Belgrano Centro (Av. Belgrano 638)