La música les cambió la vida a chicos y grandes. El barrio Triángulo también se vio transformado a partir de este proyecto de integración social. Ya grabaron un disco y este año interpretarán el “Bombón asesino” en versión orquestal.
Son un montón, una banda, entre chicos y adolescentes suman 65. Son una banda que suena en el barrio Triángulo y por fuera de él, tocaron en el Auditorio Fundación, el Monumento a la Bandera, en varias escuelas y grabaron su primer disco.
El esfuerzo compartido y la solidaridad son parte de la identidad grupal. Los 65 chicos de la orquesta El Triángulo sólo cuentan con 24 instrumentos. En cada ensayo se las ingenian para que todos puedan tocar (además hay 200 en lista de espera).
Llevan adelante la orquesta diez profesores, de los cuales ocho tienen contrato; a pesar de la incertidumbre que afrontan cada comienzo de año por esa inseguridad laboral y la falta de un presupuesto fijo para funcionar, en este 2007 la banda seguirá tocando… Desde la próxima semana chicos y profes se reencontrarán en la escuela N° 518 de Garay al 5400, en la zona norte de Rosario. Conocer este proyecto en el que la música es vínculo y puente de integración social, es uno de esos placeres que esta profesión nos regala. Charlar con los chicos, los papás y profesores, notarles la alegría de participar es saludablemente contagioso. En Rosario, la orquesta es la primera experiencia surgida a partir de un proyecto social.
“Esperemos que desde los estamentos del Estado no hagan que este año electoral pase por la demagogia sino por alcanzarles a estos chicos (tan rezagados socialmente) no sólo colchones y chapas por las inundaciones sino un futuro mejor desde la cultura y el arte”, es la expresión de Evangelina Gaido, directora de la orquesta, anunciando un deseo común.
“Cultura de la nación se comprometió a enviar ocho instrumentos por año pero están atrasados dos años (como con el resto de las orquestas). Por otro lado logramos que la provincia nos de la copa de leche la cual hasta diciembre fue gestionada por la Comisión de padres que se formó en relación a la orquesta”, explica.
En abril de 2005 sonaron los primeros acordes en el barrio, al tiempito trascendieron sus límites, haciendo de la música un interesante recurso para la participación comunitaria. A los pibes se los ve motivados, nadie más que ellos saben que el esfuerzo tiene sentido, que no es sencillo aprender a tocar un violín, un clarinete o una flauta, menos aún viviendo en un barrio pobre, donde muchas necesidades básicas siguen postergadas.
Los/las integrantes de la orquesta tienen entre 8 y 14 años, son parte de un proyecto colectivo que considera al aprendizaje una herramienta de transformación de la realidad y como un síntoma de salud. Los profesores remarcan la gran implicancia que tiene en los procesos de enseñanza, cómo los estimuló en distintos aspectos y los ayuda a afianzar la confianza.
Rebatir el preconcepto social que relaciona una orquesta sinfónica con sectores medios y altos, también es parte del trabajo que llevan adelante. Justamente, la propuesta de crear una banda barrial fue tomando forma a medida que el grupo la iba sintiendo como propia. «El proyecto generó varias cosas revolucionarias, tiene que ver con todo un tipo de música e instrumentos vedados para las clases populares. Es profundo lo que la orquesta ha generado en la escuela, en el barrio, en los papás. Muchos retomaron la secundaria, otros empezaron a estudiar a partir de colaborar con el grupo y algunos se anotaron en la escuela de música”, explica Evangelina. La experiencia está transformando el barrio, notan cambios de actitud, en lo vecinal, en lo familiar y en las aulas. “La orquesta mejora el entorno, la inserción de los chicos en la escuela, la relación con los padres, los amigos», dice Soledad Alberini, que está a cargo del área Lenguaje musical. “Tiene que haber una orquesta por escuela y no una por barrio».
El proyecto hace hincapié en los procesos de aprendizaje, en la compleja y enriquecedora experiencia colectiva. Nació por iniciativa de la Corriente Clasista y Combativa, desde la agrupación presentaron la propuesta e hicieron gestiones a nivel municipal, provincial y nacional. En ese entonces los apoyó la Secretaría de Cultura de la Nación que tenía intenciones de implementar en Rosario el proyecto social de Orquestas Infantiles y Juveniles. Hicieron un convenio y la Corriente Clasista y Combativa decidió ponerlo en función de una escuela.
En todo el país desde Cultura impulsan la promoción de estos proyectos con la idea de que posteriormente provincias y municipios los sigan apuntalando.
Limitaciones por la falta de instrumentos
Este año el grupo solicitará subsidios al municipio para reparar los instrumentos que tienen un desgaste importante, considerando que 24 instrumentos pasan por las manos de 65 músicos. “Necesitamos repararlos y que los chicos estén con los instrumentos en la mano para que puedan avanzar”. Un punto fundamental para el crecimiento del grupo. Muchas orquestas han dado el gran paso técnico y musical desde que los chicos se llevan los instrumentos a la casa. “Si no tenemos más instrumentos ellos van a tener un techo musical, porque ensayan sólo dos veces por semana. Para seguir avanzando necesitamos más práctica”, opina Soledad. “Además esta tiene un costado técnico y otro psicológico e ideológico muy fuerte, queremos que los chicos y los papás se apropien de la orquesta”, suma Evangelina. De esta manera la interacción con toda la familia se hace más rica porque el chico traslada a su terreno todo el saber que está incorporando y agrega nuevas propuestas.
El Bombón asesino en versión orquestal
“Para este año vamos a tocar el «Bombón asesino» en versión orquestal, los chicos están re entusiasmados. Esto lo discutimos con compañeros más vinculados a lo clásico, nosotros defendemos un repertorio del que puedan apropiarse los chicos, en el mismo lugar que un repertorio clásico”, sostiene Soledad. “La cuestión es poder pensar que la música, la más simple o la más compleja es bella si uno la puede trabajar, la puede integrar, le puede hacer un buen arreglo, no hay que subestimar nada”, agrega Gaido.
Este año el reinicio de clases viene bastante difícil ya que la comunidad se vio muy golpeada por las inundaciones y el edificio escolar bastante afectado. “Vamos a trabajar en conjunto con la nueva dirección escolar y con la comisión de papás y los profesores”, resalta la coordinadora. La idea es potenciar todo lo que vienen trabajando y difundir lo más posible el CD que grabaron a fines de 2006 en el Distrito Oeste. “Los chicos pudieron ser parte del proceso de grabación del CD y tienen su propia producción en la que todos participaron”. Gracias a la colaboración de colegas pudieron plasmar parte del trabajo de dos años en 150 discos compactos. Vaya desde esta nota el agradecimiento grupal a Alejandra Arcángelo quién ofreció horas de trabajo y profesionalismo para hacer posible la producción.
Contactos:
Evangelina Gaído – Tel.: (0341) 156-632889
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