Un camino de canciones
De Ushuaia a la Quiaca es mucho más que un programa de radio. La propuesta es viajar por la Argentina a través de la música, las expresiones culturales y el relato oral. Una experiencia de comunicación sostendida desde hace nueve años en FM Radio Universidad. Nos subimos al bondi, tomamos la ruta y viajamos por este universo de arte popular, un mapa cultural que apuesta a la multiplicación de las voces de la intensa geografía de nuestro país. Charlamos con Bernardo Maison, Perry, la voz que nos invita a recorrer un camino que este año, suma 2000 emisiones al aire.
Por María Cruz Ciarniello
(Buena Práctica publicada el 31/08/2011)
Búsqueda constante para evitar los “lugares comunes”. El viaje como motor, como impulso. Esa voz que hila historias y cruza fronteras. La voz que a través de la radio, sonoriza infinitas voces más. El programa “De Ushuaia a la Quiaca”es un conjunto coral de historias y sonidos.
Música en el aire.
Despega la nave espacial de la radio Universidad -como la llama el periodista Carlos del Frade- Se encienden las luces. Un acorde musical aclimata el espacio aéreo. Suena una fusión, rock, folklore, tango, jazz. La invitación es un pasaje de ida hacia un universo donde las voces celebran el encuentro popular de una charla de “entrecasa”. Es que eso -ese aire cálido y compañero- parece generar la escucha de un programa que este año cumple 2000 mil emisiones al aire.
No es poco. Casi nueve años de una entrega permanente con el público que se encuentra, inevitablemente, en un clima especial. En el programa radial “De Ushuaia a la Quiaca” hay de todo un poco. Lo que destella, es calidez, sencillez y calidad. Bernardo Maison es “Perry”, el conductor, la voz, el hilo que conduce el programa de la radio Universidad de Rosario que se emite todos los días a las 13 hs.
De Ushuaia a la Quiaca es un sello de música popular que divaga por cientos de vertientes diferentes. Que fusiona la poesía con un libro de política, que habla de historias de vida y de artistas populares, que se mezcla con una guitarra o un charango, que toca la caja para hacer vibrar una copla norteña. Que sacude con el rock local, con los discos que están asomando por las bateas, con los clásicos de siempre, los de renombre. Que se sumerge en el tamiz de una fiesta popular argentina, y trasciende los ríos y las rutas para conocer las historias profundas de nuestra geografía.
Perry y todo el equipo de “De Ushuaia a la Quiaca” hacen de la comunicación, un encuentro con el otro. Un derecho a la palabra que toca su cintura con el arte popular. La música como dama de honor, pero también, las distintas expresiones que nacen “ de una profunda intención del alma”, como dice Perry.
“La idea surge a principios del 2003 por una iniciativa de Ariel Gianuzzi”, cuenta. La propuesta del programa ya estaba definida. Al equipo, en ese entonces junto a Federico Firstchi y Matías Benedetto, se suma Bernardo Maison. La idea, el objetivo, era “recorrer el país para mostrar la música regional”. Una idea que sigue siendo el alma matter del programa. En noviembre de ese año, Bernardo toma la posta de la conducción.
Al comienzo, De Ushuaia a la Quiaca era un formato radial de una hora. El tiempo abrió el espacio para sumar otra hora más al aire junto a un formato renovado, con una impronta, ideas y un estilo que Perry le fue imprimiendo, junto a los compañeros/as que aportan desde la producción. Los discos siguen siendo los hilos que entretejen diferentes tramas. Son exponentes que disparan una entrevista, una anécdota, una historia de vida.
Algo de todo esto nos cuenta Perry. “La idea es mostrar y difundir la música clásica del país, los referentes que marcaron una línea de construir la música argentina y las bandas nuevas que debutan con sus discos, posicionarlos, mostrarlos y ver en qué andan las corrientes nuevas musicales. El programa comenzó siendo o intentando asociarse a la música de proyección. El programa sigue manteniendo esa postura de mostrar discos que no se consumen tan masivamente, escuelas musicales que van por los márgenes de los medios, pero la idea es que conviva lo popular y masivo con aquellas cosas que son más de proyección, más nuevas.”
La entrevista “como instante poético”
“La radio es mi lugar”, dice Perry. Y es aquí donde el sentido del “periodismo”, potencia la capacidad y las ganas de decir. El programa tiene mucho de su estilo y sus estados de ánimo. Las preguntas, a fin de año, siempre apuntan a generar algún cambio y renovar las ganas de seguir. “Las expectativas con respecto al programa fueron cambiando. A fin de año uno se pregunta qué tiene para aportar, qué cosas le aporta el programa a uno”.
El programa alterna entre música y entrevistas en profundidad. Diálogos acordes a un tiempo pausado, dándole el lugar merecido al gusto de la palabra. Y también, de la lectura. “Es un programa con mucho basamento en lo escrito, confío en la nota escrita, tiene un peso importante. Eso como elemento extra, y a su vez, está el relato oral, somos un programa de entrevistas, además de música. A veces, puede venir un músico y me gusta hablar de la obra, la música o de su infancia. Eso varía de las ganas y la percepción de lo que significa esa persona. Hay un laburo previo y a la vez, en el aire, se trata de retransformarlo absolutamente. No hay que volcar desesperadamente lo que uno sabe, conoce o investigó, sino generar algo nuevo, que se genere la charla como un instante poético. La entrevista es la búsqueda constante de lo nuevo”.
Son casi incontables las entrevistas que han salido al aire en todos estos años. Perry no puede destacar solo una. Fueron tantísimas las que le han dejado una marca personal. Acercándonos en el tiempo, nos cuenta la charla que tuvo recientemente con la bagualera salteña Mariana Carrizo. “Ella iba al encuentro folklórico del NOA y hablamos por teléfono de la copla y lo que ella sentía, y me pareció que había momentos de mucha belleza por lo que se estaba contando, y hasta te da miedo de quebrarte o emocionarte, porque es difícil, la palabra es muy poderosa”.
¿Cómo abordar una entrevista con un artista?. Bernardo Maison reflexiona. “Por momentos, pienso que no existen los artistas sino que existe la obra de arte. Cuando entrevisto a alguien, es una persona, no trato de ser cholulo y eso lo aprendí con el programa. Busco acercarme a la persona, y a su vez a la obra de arte. Los grandes artistas hacen grandes obras a partir de intenciones profundas del alma. Hay una intención profunda con la alegría, la soledad, la tristeza.” La persona, ante todo. Para el conductor, “un grave error es que el periodista lleve al entrevistado a ese lugar profundo de sensiblería”. Evitar los lugares comunes, incluso los propios, es un desafío cotidiano. “En el periodismo lo más fácil es volverse obvio. Y me gustan los entrecruzamientos de discursos.”
Fiestas, Valijas, Rock
“Me he sentado a armar el programa con el mapa en la mano, para ver de qué hablamos, los límites, el río, las tonalidades, el folcklore, la relación del interior con Buenos Aires”. Así, con el mapa como disparador de ideas, surge la sección “Fiestas Populares” que sale todos los miércoles en la primer hora de programa. La Marcha de los Bombos en Santiago, la Fiesta de la Flor en Misiones, el Cumpleaños de la Abuela Carabajal, El Festival del Bombo y Violín en Salta, la fiesta del Poncho en Catamarca, son solo algunas de las celebraciones populares arraigadas en las costumbres de cada pueblo o provincia de la Argentina que, a través de una entrevista, aborda el programa. “La idea es no contarla siempre desde el mismo punto de vista…entonces, entrevistamos a un antropólogo, un ingeniero, el mismo objeto visto desde diferentes puntos de vista”.
Los lunes, De Ushuaia a la Quiaca abre con Vida y obra de artistas clásicos e incluso, libros, que tienen su peso en la historia. La segunda hora está dedicada a los discos nuevos que surgen, músicos que empiezan desandar el camino. Los martes, está el micro de la Valija, “donde mostramos el disco y hablamos del artista”. Además, libros, la columna de arte con Beatriz Vignoli, la compañía de Rizzoto con la sugerencias de sus discos, Uno y Uno rock, la agenda del fin de semana, y el sano delirio de seguir trazando un mapa de punta a punta de la Argentina, componen este universo espacial donde cada integrante aporta su grano de arena.
Un sueño de todo el equipo De Ushuaia a la Quiaca es poder hacer el programa desde las radios de otras localidades. «Viajar», nos dice Perry. Un anhelo que los moviliza a seguir creciendo, a «profesionalizarse» y a defender, con la voz y la palabra, las condiciones laborales del trabajo periodístico.
Integrantes: Locución y conducción: Bernardo Maison. Producción y colaboración: Lucía Rodriguez, Claudio De Moya, Sofía Schmidhalter, Delfina Amelong.